Toma mi mano.

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-Así es como terminaría mi vida...
No está,tan mal...-Pensé mientras mis pulmones lentamente se llenaban de agua.- Digo conocí bellos lugares, personas increibles y moriría joven. Tal vez hasta  forme parte del club de los 27.- mi vista se volvió borrosa y entre burbujas y oscuridad logre distinguir una sombra.

- NO ME HAGAS ESTO... POR FAVOR ABRE LOS OJOS... -escuché su voz.- TU PUEDES...- una bocanada de agua salió de mi boca.- SI VAMOS MUY BIEN...-Sentí sus brazos rodearme y palmear mi espalda.

- Eres un ángel?...

-Me han llamado todo menos ángel. No mames me has dado un susto de muerte...- Tenoch sonrió el agua aún le escurria por el rostro.- Un par de minutos más y...- un destello apareció en sus ojos y preguntó lo que tanto temia.--No sabes nadar?

-Yo...

- No sigas... Sólo hay dos razones por las que te ahogarias en la picina de una villa como esta. Me gustaría pensar que una de esas razones es que no sabes nadar y la segunda es que el estrés te a obligado a terminar con tu vida. Dime cuál de esas dos es? Y si debo llamar a un psicólogo o a un salvavidas.

-La primera...

Tenoch fruncio el ceño y dijo- Sabes que las próximas escenas se grabarán en esta piscina.

- Lo sé... Pero pensé que no estaba tan profunda y... que no eres la persona que aceptó un papel  que requeria nadar sin saber nadar.

-Okey si pero wey estamos hablando de ti. Casi te mueres...- Sentí la preocupación y el enojo en su voz.- La escena de la playa...

- Realmente me estaba ahogando...-confesé y no me importó llorar estaba tan mojada que las lágrimas no se veían.

--Cabron pudiste morir... Por qué no dices la verdad?

-No,puedo firme y si se enterán me costaría mucho romperlo.

-Puedes levantarte?-asenti y me puse de pie después de el.- No diré nada.

- Gracias... No sabes lo...

- No diré nada... pero tú y yo tomaremos clases de natación.

- Pero se enterarán...

- Yo seré tu maestro.

-No me aventaras a lo pendejo a la alberca o si.

--Soy culero pero no tanto.

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Llegué a la piscina al atardecer tal como habiamos quedado y comprobé que al igual que una rana Tenoch nadaba de orilla a orilla con toda la calma del mundo.

- Hola!!

-Entra...

- Estas loco... me hundiré.

- Toma mi mano.- y fueron esas palabras las que me dieron el valor de quitarme mi bata y entrar al agua. Lo sujete fuertemente y el hizo lo mismo.- Confías en mi?

Tenoch Huerta ___ One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora