𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 ꒰ChanIn꒱
↝ Segunda parte de «My Boy»
Chan y Jeongin cumplían cinco años juntos, años en los que su amor iba creciendo y su sexualidad se encontraba en el grado más alto del termómetro. Los treinta le habían caído de lo mejor...
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Jeongin no pudo evitar llorar de vergüenza cuando Chan le ayudó a quitarse la bata del hospital, le arrebató la prenda de las manos y se tapó el vientre con ella.
—Oye, ¿qué pasa, amor? —preguntó preocupado viendo al menor cabizbajo y sollozando—. Innie...
—No me veas, Hyung, mi vientre está horrible —logró decir con la voz entrecortada.
Chan suspiró y le miró enternecido, luchó un poco con su esposo hasta lograr quitarle la ropa de las manos y se colocó detrás de él, Jeongin apartó la mirada de su reflejo con dolor, su piel se encontraba morada, tenía muchas estrías y colgaba un poco, era horrible.
—Innie, mírate —murmuró con cariño—. Necesito que te veas como yo te estoy viendo —el rubio dirigió su mirada de nuevo al espejo, evitando verse a sí mismo y concentrando su vista en el mayor, quien había colocado sus grandes manos en su cintura con delicadeza—. Eres lo más bonito que he visto en mi vida, y esas marcas, esa piel estirada y esa cicatriz solo me hacen amarte y admirarte aún más, fuiste muy fuerte, trajiste sano y salvo a nuestro bebé y aun así luces espectacular.
El rubio comenzó a hipar sin control ante las hermosas palabras de su esposo, amaba a Chan con todo su corazón y lo mejor de todo era el sentimiento que le causaba ser correspondido.
—¿De verdad no me veo feo?
—Jamás, luces hermoso, como siempre, soy un esposo y ahora padre muy afortunado, ahora anda, deja ayudo a bañarte
Y de esa manera Jeongin se adentró a la pequeña ducha del cuarto de hospital para tomar su primer baño después de traer a Jisung al mundo.
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Tres semanas habían pasado desde el nacimiento de Jisung, año nuevo había pasado sin que ellos le prestaran tanta atención, pues ahora se dedicaban completamente al bebé.
Ese día era muy especial, por fin el pequeño Bang había pesado dos kilos con 980 gramos.
El regreso a casa fue conmovedor, Chan había terminado la habitación que pertenecería al bebé, el lugar había sido pintado de azul y crema, los adornos eran con temática de conejitos (obsequios del tío Lixie) y la cuna era esponjosa y suave.
