Frente al mal

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Woo Do-Hwan siempre había deseado el poder, tenía todo lo que deseaba, pero quería mucho más. Era dueño absoluto de los club nocturnos más exclusivos y sofisticados. Solo quienes recibían una invitación podían disfrutar de sus beneficios y lujos, sin embargo una corporación estaba queriendo absorber su negocio y eso no lo iba a permitir. A cambio del éxito había pactado con Diabulus y este le dio lo que deseaba. 

Los empresarios habían caído en bancarrota uno a uno, además habían sido encontrados muertos en sus casas. Uno envenenado, otro ahorcado  y otro se había lanzado del último piso de su empresa. Do-Hwan estaba en la cima del poder.

Esa noche estaba en su club y observaba como crecían sus clientes, la droga y el placer eran alimento para Diabulus quien por fin se sentía pleno

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Esa noche estaba en su club y observaba como crecían sus clientes, la droga y el placer eran alimento para Diabulus quien por fin se sentía pleno. De pronto a su lado se dejó caer un joven con una sonrisa cuadrada divertida, este lo vio con el ceño fruncido y la bilis le subió por la garganta. ─ ¡Ah! Estás tan patético dentro de ese cuerpo... En serio pensé que no te dejarías encarcelar, pero estás aquí tan sumiso al cuerpo de este hombre.

─ ¡Lárgate de mis dominios!─ dijo en un tono amenazante, Taehyung colocó su mano en el pecho mostrando indignación y le habló. 

─ Me hieres... Pensé que éramos amigos. Pero así se paga a quien bien le sirve...

─ ¡Deja la estupidez! Mi legión está cerca y no podrás solo contra mis hijos, además... ─ dijo señalando a los clientes que danzaban embriagados por el alcohol y el placer. ─ Mira como el placer me da más almas sacrificadas en mi nombre...

─ No estoy solo.— dijo levantándose del cómodo sillón y se acercó quedando frente a él muy cerca. — Ya tengo lo necesario para destruirte y enviarte al agujero de donde saliste. Espero recuerdes el nombre de Deus Vires, porque el ansía verte muy pronto.

Diabulus se tensó ante aquel nombre y se levantó furioso, Taehyung levantó sus manos mostrando un fingido susto y habló. — ¿Por qué tan furioso si tienes tus legiones?

— Voy a hacer que tú mismo asesines a quien amas.

— ¡Ay! Siempre haces amenazas que luego no puedes cumplir... Hoseok, Jimin y Jungkook ya están lejos de tus inmundas garras. Te dejo disfrutando del placer... Ese será mi obsequio.

Dijo Taehyung mientras bailaba la canción que sonaba en el club, tomó una copa de champagne y se alejó. Do-Hwan estaba a punto de atacarlo, odiaba la actitud de Taehyung, le hacía sentir un completo idiota y sin poder.  Se retiró a su oficina y una mujer estaba frente a él, esta sonrió de forma maliciosa y se acercó a él.

─ María... Quiero que lo destruyas, empieza por ese sacerdote. 

─ Como ordene amo. ─ dijo la mujer mientras una serpiente rodeaba su cuello y subía por su rostro. 

─ No vuelvas sin el alma de ese sacerdote.

Jimin le mostró a Hoseok y al padre Yong-Hu donde podrían dormir, se habían mudado a un seminario abandonado pues Taehyung y el padre Ahn harían el exorcismo de los espíritus de Diabulus, sin embargo no sabían que este tenía grandes alcances y que no estaban lo suficientemente lejos de él.

DiabulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora