Viaje al norte - Cap 3

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Los vientos de la fortuna soplaron en nuestra dirección, lamento que no hayas estado aquí para cruzar el Bifröst. Espero que un día regreses a Asgard, a la tierra de los dioses. Te esperamos con los brazos abiertos, hermano mío, no te desvanezcas en el éter.

Loki veía el papelito con el mensaje en el centro de la mesa del apartamento, justo donde él dejo la nota a su hermano, todo estaba apagado y oscuro, afuera había tormenta, empezó a sentir que le faltaba el aire, las emociones se enredaban en su corazón, en su mente y en su garganta - vinieron por nosotros... NO!!! ¡VINIERON POR THOR! ¡me abandonaron, él me dejó! me dejó!!!!!!

- Aaaaaaahh!!! - Loki despertó asustado - Auuu, Auuu - al momento de moverse recordó el dolor en el cuerpo, todo el cuerpo le dolía, cerro de nuevo los ojos y echo la cabeza atrás sobre el cojín que hacía de almohada, un par de lágrimas se formaron en sus ojos, fue un sueño, solo un sueño, pero podría no serlo, la angustia volvía a anudar su estómago y el dolor no lo dejaba moverse.

- Ya despertaste chiquillo? ¿Te duele mucho moverte? porque hay comida caliente en la mesa - Loki se levantó con muchos trabajos y camino a la mesa.

- Y bien? ¿me contaras tu historia? - Loki, bajo la mirada y siguió comiendo.

- ¿Por qué buscas esas ruinas? no creerás que todos estos cuentos son ciertos, ¿o sí? - Loki dejo de comer y se quedó solo revolviendo la comida en el plato. - No creo que encuentres nada muchacho, esta tiendita me la dejó mi abuela que vivió aquí hace muchos años y antes de ella su madre y la madre de su madre, siempre ha sido una tienda de antigüedades y baratijas, pero en realidad, si hubo algo místico en estas tierras, ya no queda nada - Loki apretó los puños e hizo un gran esfuerzo para no dejar caer las lágrimas que se formaban en sus ojos, vaya lio en el que estaba y por nada, otra pista falsa.

- Lamento dar molestias, me iré en el próximo tre... en cuanto me cambie - levanto la mirada buscando su ropa.

- Jóvenes!! siempre viviendo apresuradamente. No puedes viajar en esas condiciones. Anda termina de comer.

La señora tenía razón, después del desayuno, le entregó la ropa seca y unas botas viejas que tenía en la tienda, Loki no habló mucho ese día, siguió a la señora a su tienda y estuvo un largo rato leyendo panfletos y libritos que tenía en los estantes, no había nada útil para su búsqueda, a media tarde la señora le preparo un té para los dolores del cuerpo y por la noche lo obligó a ayudarle a hacer madejas con el estambre. Loki se estaba dejando consentir un poco, la tranquilidad con que lo trataba la señora era relajante, se sentía protegido y eso lo hacía pensar en su hermano, ¿Cómo lo vería a la cara después de esto? lo esperaría o ese sueño era una visión de la realidad.

- ¡Voy a Boston! Mi hermano, espero que este allí... - es todo lo que susurro en esa velada.

Al tercer mañana la señora levanto a Loki más temprano - Anda muchacho, acompáñame.

Loki, se vistió y la siguió, atravesaron el pueblo, compraron algunos víveres que Loki cargaba en una cesta grande, sin prestar mucha atención del camino y revolviendo en su mente ideas para regresar, el ruido de un silbato de tren lo saco de sus pensamientos.

- Vamos muchacho, perderás el tren sin no te das prisa.

- El que? yo, no, no tengo dinero para ... yo ...- ella le puso un dedo sobre los labios para que guardará silencio, se revolvió entre las ropas y saco un sobre con un boleto de tren, Loki estaba desconcertado, vio el boleto era uno de esos talones de viajes múltiples para una semana. Antes de que pudiera decir nada la señora le puso un paquete de bocadillos en las manos, le envolvió una bufanda que llevaba puesta y lo empujo para que subiera.

Regresando a casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora