amor imposible

ocho: cero reciprocidad.

JungKook prácticamente lo ignoraba, viendo de forma atenta aquella película antigua de nombre North Korea's Southern Army con una extraña premisa en dónde el protagonista Lee Tae narraba sus experiencias como corresponsal de guerra y partisano pro-norcoreano durante la Guerra de Corea.

Aunque era una bonita imagen verlo tan atento, con su carita redonda rosadita en las mejillas y su diente mordiendo su labio inferior, también sentía la gran necesidad de atraerlo a su pecho y mimarlo, pero tenía miedo, sentía que mientras lo esperó algo sucedió en la habitación de TaeHyung.

No era tan imbecil para no notar su respiración agitada, su extraño comportamiento y también sus labios hinchados, el razonamiento gritaba que en efecto, le habían puesto los cuernos, mientras su lado quizás hasta estúpido se rehusaba a aceptar que TaeHyung y JungKook pudieron estar... Juntos.

¿Después de todo lo qué le hizo? Era absurdo.

Más aún, conociéndolos a ambos como lo hacía era muy fácil leer sus comportamientos, entre ellos había algo que se salía de la típica corriente que vivían día a día, TaeHyung siendo un puto homofóbico y JungKook un ser inocente que gustaba de él.

Pero no era capaz de preguntar, le aterraba la respuesta, no quería chocar de forma directa con la realidad, una a la que no era ajeno pero que fingía que sí, porque aquella fantasía vivida con JungKook era mágica y no quería que se redujera a cenizas.

—Koo —le llamó con inseguridad, el menor le miró inmediatamente, sus ojos luminosos enfocaron con los suyos y se derritió, era precioso, su novio era el chico más lindo de todos—, ven, quiero abrazarte.

Y agradeció no recibir una negativa, el menor se deslizó hasta su pecho, sin decir nada, abrazándolo cómo a un oso de felpa y volviendo su atención a la película, no sin antes dejar un casto beso en sus labios, se sintió bien, porque no se negó, todo lo contrario.

Aún lo quería, concluyó.

—¿Te gusta la película?, ¿No prefieres Iron-Man o algo? —preguntó acariciando su espalda, JungKook pareció pensarlo un segundo.

—Nop, ¿Pero la podemos ver después?

Río mientras daba una respuesta afirmativa, el menor celebró y le besó dos veces, exigiendo que vieran juntitos la película, sintiendo los latidos del otro y en un silencio cómodo.

Eso fue lo que dijo, pero el silencio estaba lejos de ser cómodo.

Habían palabras que se sabían que tenían que decirse más ninguno contaba con la valentía para decirlas, habían sucesos a los que hicieron la vista gorda para no hacerse daño y aún peor, estaban sosteniendo una mentira que en algún momento acabaría por destruirlos.

Estaba consciente de muchas cosas, por ejemplo, que no estaba recibiendo una mínima parte de eso que tanto daba.

Pero se arriesgó, porque sabía que JungKook... No lo amaba, JungKook lo quería.

Y era como hachazo en la espalda, sin importar cuánto le diera o cuánto le amara no era suficiente, nunca lo era porque... No era Kim TaeHyung.

Por más que tratara, por más que tratara de parecerse a su amigo, en sus palabras, en sus acciones, en su físico, en su forma de ser, en su forma de hablar.

Pero no lo lograría, porque el problema iba de raíz, él no era Kim TaeHyung y nunca lo sería.

Una lágrima se deslizó por su mejilla sin querer, y sorbió por su nariz llamando la atención del de cabello oscuro quién volteó a mirarlo, su rostro llenándose de preocupación.

—Mimi, ¿Pasa algo?

Negó con la cabeza, quitando su cuerpo de JungKook de encima para poder sentarse al borde de la cama, mirando el suelo mientras trataba de contenerse, no quería llorar, no frente de su novio.

—J-JiMin, ¿Qué te pasa? —se sentó a su lado, buscando sostener su rostro y mirarlo a los ojos pero se alejó como si quemara, sintiendo que estaba a punto de desmoronarse, junto a sus inseguridades y penas.

—N-Nada bebé, n-nada —susurró, pero le fue imposible no sollozar, lágrimas brotando entonces—, p-perdón, per-perdón.

—¿Por qué? Tu no hiciste nada, Mimi —le abrazó, oliendo la esencia natural que el menor exteriorizaba, se sintió un poco más seguro pero no por eso mejor.

Odiaba darse cuenta de que no era suficiente.

Lo peor era que no lo sería nunca.

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—Me gustas JungKook.

Sus piernas temblaban cómo gelatina y sus manos sudaban frío, y su voz temblaba por la inseguridad que sentía, por un momento pensó que le rechazarían por el silencio que se extendió tras sus palabras, pero no fue así.

—A mí también me gustas, JiMin Hyung.

Y la emoción emergió dentro de sí, no se resistió en con cuidado besarlo en los labios mientras el menor yacía acostado en la cama de hospital tras haberse intentado suicidar, de la emoción olvidó lo que sus acciones precipitadas acarreaban, también, de lo costoso que sería todo por... Amor.

El amor destruye, el amor duele, el amor desgarra, el amor te rompe.

Vivió exactamente todo eso después de que se arriesgó a iniciar una relación unilateral, se metió en un aprieto y forzó a JungKook a una relación a la que no estaba preparado porque... Gustaba de TaeHyung.

Él fue su remplazo, y no lo pensó así en ese instante, viviendo esa fantasía que ahora era una realidad, se sintió tan afortunado de recibir esos besos y ese amor incondicional, después, condenado a no poder liberarse de ello y tampoco querer hacerlo.

Porque tanto fantaseo con ello para dejarlo, aunque doliera, aunque lo estuviera rompiendo lentamente.

Su autoestima se redujo a nada porque estaba arrastrándose por algo que no llegaría a nada, su amor no era sincero, no era recíproco.

Pero lo amaba, y no podía dejarlo después de ver cómo, al igual que él, el amor lo estaba destruyendo.

Distintas razones, el mismo sentimiento.

Se necesitaban.

Y esa necesidad lo estaba matando, lo destruía y no era el mismo JiMin de antes, porque él lo daba todo y JungKook no tenía la fuerza suficiente ni siquiera para darle una cuarta parte de todo lo que le ofrecía.

Estaba bien, porque sabía a lo que se estaba arriesgando cuando se confesó.

A pesar de que dolía tanto era gratificante tenerlo en sus brazos.

Aunque no fuese recíproco, tampoco fue eterno.

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con esto no trato de satanizar el amor, es una cara más, cómo todo en la vida tiene su lado oscuro, el amor es algo muy bonito chiquis<3

goomiel 2023