Capítulo 11

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Narra Ángela:

Volver a comprarme las cosas de bailarina me hace volver en el tiempo muchísimos años atrás. Yo era bailarina profesional, hasta que me convertí en vampira y conocí a los chicos, toda mi vida cambió por completo. Después fuimos a la peluquería y me recogieron el pelo en un delicado moño con varias pequeñas flores blancas en él, y dejaba caer varios mechones ondulados. Cuando llegamos a casa encontramos a Sydney, a Luke, a Irene, a Ash y a Zayn.

Zayn: vaya Ángela, ¿y ese peinado?

Ángela: en un rato lo comprenderás. Venga, vámonos. Irene coge a Christian que nos vamos ya.

Irene me mira con una cara extraña, pero igualmente lo hace. Nos metemos en el coche y Zayn conduce mientras que Luke le guía y le enseña la ruta a seguir.

Llegamos a un teatro abandonado que conocía Luke desde pequeño, donde me había asegurado que podría practicar. Fue abandonado hace doce años, y desde ese momento ya nadie había venido otra vez a este sitio.

Mike tira la puerta abajo, que estaba medio derruida, y entramos dentro. Yo me fui a cambiar y las chicas me acompañaron a buscar los vestuarios.

Narra Mike:

Estábamos buscando la cabina de sonido para poder poner la música de fondo. Joder. No hay ni dios que encuentre esto. Hasta que de repente me entero que no hay cabina de sonido. Esto es para descojonarse. A Luke le viene la idea de buscar en el escenario alguna conexión para amplificar la música.

Volvimos al pasillo y encontramos una puerta doble cerrada. Zayn intenta abrirla hasta que las chicas abren la puerta desde el otro lado y caemos todos al suelo.

Sydney: ¿hacía falta hacer eso?

Niall: no, pero no paraban de insistir.

Mike: ¿dónde está el casete o lo que sea?

Sydney: esto no es un teatro, Luke. Esto era la escuela de ballet a la que iba Ángela.

Luke: ... ¿en serio? Pensaba que había sido un teatro... Lo único que sé es que estaba abandonado.

Sydney: Sí... Venga, id entrando y poned la puta música de una vez.

Enciendo el casete y empieza a sonar la canción del hada de azúcar. De repente aparece Ángela vestida de bailarina. Esta canción la ponía Irene cuando quería dormir a Christian por las noches.

Narra Harry:

Cuando la vi, mis ojos empezaron a resplandecer. Esta canción me relaja muchísimo, pero a la vez me hacía imaginar a una muñeca asesina viniendo hacia mí, como en las películas de miedo. Pero ahora no siento eso. Veo a una princesa bailando ballet. Daba vueltas e iba despacio al ritmo de la música. Miro a Christian y se empezaba a dormir. Me encanta este niño. Me recuerda a mí de pequeño. Sydney se me acerca al oído y me susurra.

Sydney: ve anda, que sé lo estás deseando. En cuanto acabe la actuación acércate a ella, no creo que te rechace. Aprovecha la ocasión Harry.

Narra Irene:

Irene: coge a Christian un momento. Ahora vuelvo.

Cogí a Sydney del brazo y fuimos al vestuario donde se encontraba Ángela mirándose al espejo.

Sydney: ¡Lo has hecho genial! ¿Y tú eras una bailarina profesional? ¡En serio, lo haces divinamente tía! ¡Me ha encantado!

Ángela se reía, se acerca a nosotras y nos abraza. El abrazo grupal es muy tierno.

Irene: has dejado a Christian dormidito. Sal a bailar mas Ángela, haznos una exhibicion. ¡¡Venga!!

Ángela: vale voy, ¿sigo con la del hada de azúcar?

Irene: ¡sii!

(........)

Narra Sydney:

Ángela había terminado de bailar, hasta que de repente me doy cuenta de que Harry se va cabizbajo del teatro y sale del edificio. La chica le mira, pero se queda parada, sin reaccionar. Los chicos miran hacia la puerta por la que el chaval de rizos ha salido.

Luke: ve a por él.

Sydney: no te vas a arrepentir Angie.

Irene: estas oportunidades sólo se tienen una vez en la vida, no pierdas un amor verdadero. Ve a por él.

La chica mira a Ash y el sonríe y la asiente con la cabeza, en símbolo de apoyo.

Narra Ángela:

¿Debería ir? La cabeza me da muchísimas vueltas, barajando todas las posibilidades, y la verdad es que el orgullo se está echando a un lado y está dejando salir el sentimiento tan intenso que tengo por este chico. Corro al vestuario, me pongo la ropa que tenía y me suelto el moño rápidamente.

Ángela: ¿dónde está?

Irene: no tendrá que haber ido muy lejos, si sales corriendo a lo mejor puede que le llegues a encontrar fácilmente.

Todos: ¡ánimo Ángela!

Dark AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora