Narrador externo:
Pasaron tres horas desde que los chicos se fueron. Christian no paraba de quejarse y Sydney le entendía. Quería dormir, estaba demasiado cansado.
Al ver que los chicos no llegaban, decidieron volver a casa, hasta que aparecieron por la puerta. Ángela se encontraba acurrucada y con la cabeza apoyada en las piernas de las dos chicas, mientras la consolaban.
Narra Mike:
La lluvia paró. Todos nos quedamos muy tocados. No pensaba que estuviera pensando en marcharse de verdad. Él es el niño de la casa. Es el mas pequeño de todos, y no pensé que lo fuera a hacer de verdad.
Louis: ¿y qué vamos a hacer ahora?
Zayn: no podemos presentarnos en casa sin él. No quiero ni imaginarme como estará Ángela...
Niall: ¿pero qué hacemos? No sabemos a dónde se ha ido, y en caso de que estuviera cerca de aquí, tampoco le vamos a poder convencer.
Luke: ¿Qué le decimos a Ángela ahora?
Mike: No sé, pero no puedo dejar de pensar en lo que puede venir a continuación...
Ash: habrá que decírselo con un poco de tacto. Luke tu eres el mejor para esas cosas, deberías intentarlo.
Luke: ya te digo yo que no se lo va a tomar nada bien.
(.....)
Narra Sydney:
Estoy realmente preocupada. Los chicos no llegan, joder. No me lo puedo creer. Por lo que más quieran, por favor, que vuelvan con él. Sino Ángela no va a ser responsable de sus actos, ella en realidad le ama, y sé que él también la ama a ella, pero no sé hasta que punto la puede amar como para que, sintiéndose una amenaza para ella, prefiera alejarse para no perjudicarla que estar a su lado haciéndola daño. Oigo el coche entrando en el garaje y los chicos aparecen por la puerta. Luke y Niall entraron primero, después lo siguieron Louis, Zayn y Ash, y por último entró Mike. Ángela mira la puerta con los ojos llorosos. Luke la observa hasta que decide hablar.
Luke: Lo siento Ángela...
La chica se levanta llorando y va directa a la habitación, tapándose la cara para esconder sus lágrimas. Irene y yo la miramos, pero ni siquiera se da la vuelta. Irene mira a Ash con tristeza.
Sydney: esto todavía no ha acabado, hacedme caso...
Narra Lydia:
Estábamos hablando tranquilamente con Edward, hasta que de repente una sombra aparece de la nada. Liam me mira y rápidamente en un acto reflejo se abalanza hacia alguien que se encontraba en una roca. Resulta que era Harry. Tiene una pinta verdaderamente penosa... Sus ojos están distintos, ya no es su característica mirada alegre y jovial. Demuestra tristeza y oscuridad.
Liam: ¿pero qué te ha pasado?
Harry: me he ido de la casa, no sé a dónde ir.
Edward: no deberías haberlo hecho, Harry. Te aceptaríamos aquí encantados, pero temo que no estás adaptado a nuestra forma de vida.
Harry: puedo hacerlo perfectamente, ya no soy un niño mimado. He madurado hace tiempo.
Edward: Si de verdad has madurado y quieres unirte a nosotros ya sabes cuáles son nuestras normas. Como demostración, tatúate todo el brazo de una sola vez, y hazte un piercing en la ceja.
Lydia: ¿Estás seguro de lo que vas a hacer?
Harry: Totalmente seguro.
Liam: Bien... entonces vamos hacia la tienda, conozco a un amigo que se encarga de estas cosas.
(.....)
Narra Sydney:
Han pasado tres días desde que él se fue. Las cosas han cambiado mucho. Irene y Ash discutieron ayer. La verdad es que no sé por qué ha sido ese tema, pero por lo que me han contado, ha sido porque Ash está pasando del niño e Irene sólo intenta hacerle entrar en razón. Pero parece que no. Ash es muy cabezón y no quiere hablar las cosas.
¿Por qué se ha ido? Las cosas están muy feas aquí. Decidí salir corriendo porque no aguantaba más estar en la casa de los llantos. Fui a la piedra, esa piedra de la cascada que me trae demasiados recuerdos. Hasta que de repente sentí que alguien me observaba. Dios... Esa sensación... Esa intensa sensación que sólo alguien puede darme con una mirada, y ni siquiera una mirada directa, con una a los ojos la sensación ya sería abrumadora.
Miro discretamente hacia los lados y lo noto cada vez más, pero no consigo saber desde qué punto. La verdad es que las posibilidades se me van acabando.
Todo está demasiado tranquilo y yo me estoy poniendo demasiado nerviosa. Despliego mis alas negras muy lentamente, hasta que decido darme la vuelta y me encuentro a una persona que ya sospechaba, pero que no esperaba para nada que estuviera a menos de dos metros de distancia de mí.
Sydney: ¿Qué haces aquí?
Edward: Sólo quería saber dónde estabas y cómo te encuentras... Hace mucho que no nos vemos, y ya sabes que las cosas no terminaron nada claras...
Sydney: he estado bien, pero ha sido un poco raro todo.
Edward: ¿por qué? ¿Qué ha pasado?
Sydney: Harry se ha ido. Ángela está llorando sin parar, Ash e Irene discuten... Y yo en esa casa... En estos momentos no estoy agusto.
Edward: ¿por qué no vienes conmigo? No tendrías que preocuparte por nada, sabes que yo puedo cuidarte y haré todo lo posible por que estés a gusto y cómoda.
Sydney: no estoy preparada. Tienes que entenderlo, Edward. Todavía no sé las cosas del todo, y necesito aclarar muchas otras.
Edward: sabes que siempre te he querido.
Sydney: de eso no tengo ninguna duda.
Se le iluminan los ojos con esas palabras, como si acabara de nacer esperanza en su interior. Se acerca a mí lentamente, advirtiéndome con la mirada, y me besa en la frente, pero luego para mi sorpresa pega sus labios contra los míos.
Es una sensación... Muy... Muy propia de él. Del Edward del que me han hablado toda la vida. Esto es demasiado, me eleva hasta el cielo y me explota por dentro, haciendo arder cada centímetro de mi cuerpo. Se sentían como siglos desde que no experimentaba esto. Ese beso... Me hizo sentirme como en casa. Echaba de menos esos besos. Pero el otro tema es Brook.
No sé qué hacer con él. Sinceramente, no estoy a gusto a veces, y lo único que no quiero es que él desaparezca de mi vida.
Siento que hay algo que no me puedo quitar de encima. ¿Será él? ¿Serán los recuerdos vividos en el pasado? Sinceramente, estoy confusa.
Edward: no olvides que te quiero y siempre lo haré. Por favor, recuérdalo.
Me quedo pensativa y no sé qué contestar, salvo una mirada muy fija, a escasos centímetros.
Edward: Adiós, Sydney.
Sydney: te volveré a ver, ¿verdad?
Edward: no lo dudes nunca.
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Dark Angel
RandomEsta es la continuación de "Kiss Me", una novela que podéis encontrar en mi perfil. En esta secuela podréis descubrir qué ha pasado desde la trágica muerte de Sydney, cómo han cambiado las cosas con el resto de protagonistas, y conoceréis nuevos per...