Cartas inesperadas 3/?

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Mahidevran llegó a los aposentos de la madre sultana, entró y se acercó a ella e hizo reverencia.

-Sultana, buenos días- dijo con una cálida sonrisa.

-Buenos días, querida. Siéntate a mi lado- sonrió y la castaña obedeció -Te noto muy feliz, ¿a qué se debe?

-Es solo que es un día hermoso para estar feliz- comentó. No iba a contar la verdadera razón por la cual estaba así.

-Tienes razón, ¿quieres ir al jardín? Ve por Mustafá.

-Está bien, sultana. Ya regreso- fue por su hijo.

Regresó con él y luego salieron al jardín. Las criadas las estaban esperando con todo preparado, se sentaron, la madre sultana en el trono y Mahidevran en un almohadón junto a Mustafá.

Estuvieron hablando de cosas del harén y demás cosas. Unas horas después volvieron al palacio, Mahidevran volvió a sus aposentos y pidió algo para comer porque tenía hambre.

Por otro lado, Hürrem estaba impaciente por saber si le había llegado la carta a Mahidevran; pasaron varias horas desde que le dijo a Sümbül que se la entregase y no había vuelto con noticias.

Daba vueltas por sus aposentos hasta que sintió que abrieron la puerta; el que abrió fue Sümbül. Se alivió al verlo y se acercó a él.

-Al fin, Sümbül. Te estaba esperando, ¿por qué tardaste tanto?- preguntó.

-Lo siento, sultana- bajó la mirada.

-Bueno, no pasa nada. ¿Qué pasó con la carta? ¿Ya se la entregaron?

-Sí, mi sultana, ya se la entregaron- sonrió.

Hürrem soltó un suspiro.

-Allah, espero que le haya gustado...

-Claro que sí, sultana. Es obvio que le gustará, estoy seguro.

-Espero que sí- suspiró -Iré a ver a la sultana Hatice a su palacio y llevaré a Mihrimah. Prepara mi carruaje- dijo y fue por su hija.

Al estar listo el carruaje, subieron en él y partieron hacia el palacio de Hatice.

Al llegar, entraron y fueron hacia el salón: allí vieron a Hatice con su hijo Mehmed en sus brazos; hicieron reverencia hacia ella.

-Sultana- dijo la pelirroja y sonrió.

-Hürrem, Mihrimah, bienvenidas. Vengan- dijo sonriendo.

Ellas se acercaron y se sentaron a su lado, la pelirroja la miró.

-¿Puedo cargarlo?

-Sí, claro- le entregó al bebé.

Hürrem lo recibió con una sonrisa, le dio un beso en la frente y acarició su pequeña mejilla, Hatice miró a su sobrina.

-Mihrimah, ven con tu tía- extendió sus brazos, la pequeña se acercó y la abrazó.

-¿Ibrahim, sultana?- preguntó la pelirroja.

-Está en el palacio.

-Oh, no sabía...

Por otro lado, Mahidevran estaba en sus aposentos algo aburrida, pensó un poco y decidió ir a visitar a Hatice.

Le dijo a Gülsah que le dijera a los guardias que prepararan el carruaje. Al estar listo, partió hacia el palacio.

-Sultana, ya nos vamos. Mañana vendremos a visitarla- dijo levantándose del sofá.

-No hace falta, iré mañana al palacio con Mehmed- sonrió.

Hürrem asintió y miró a su hija.

-Mihrimah, vamos- hicieron reverencia, se dieron vuelta y vieron a Mahidevran entrar.

Hürrem sonrió, la castaña se acercó e hizo reverencia.

-Sultana- dijo con una sonrisa.

-Bienvenida, Mahidevran.

La castaña miró a Hürrem.

-¿Ya te vas, Hürrem?- preguntó.

-Eh... sí, ya me voy.

-Quédate un rato más, así después volvamos al palacio juntas- sonrió.

-Está bien- se sentaron de nuevo en el sofá.

Estuvieron hablando y, cuando la tarde se hizo presente, se despidieron de Hatice y las tres regresaron al palacio.

P: 19/02/23
M: 10/06/24

Senin için aşkım sonsuz (Mahür)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora