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Hatice llegó al palacio Topkapi, caminó rápidamente hacia los aposentos de su madre para contarle todo lo que había pasado; entró hecha una furia, su madre al verla se acercó a ella.

-Hija, ¡¿qué pasó?! ¡¿Qué son esos golpes?!- preguntó preocupada.

-Esto es obra de Hürrem.

-¿De Hürrem? Pero... ¿cómo pudo llegar a este extremo? ¡Ha sobrepasado sus límites!

-Es que descubrí su secreto.

-¿De qué hablas? ¿Cuál secreto?

-Descubrí que Hürrem y Mahidevran tienen una relación a escondidas.

-¡¿Qué?! ¿Cómo...? ¡Daye!- gritó.

Ella entró segundos después haciendo reverencia.

-Dígame, sultana.

-¡Busca a Mahidevran y a Hürrem y diles que vengan inmediatamente a mis aposentos! Llama también a la doctora.

La mujer asintió y fue rápidamente a cumplir su orden.

-Ven, hija, siéntate. Mantente tranquila, me encargaré de este problema- dijo y esperó a que llegara la doctora.

Daye buscó a Sümbül; minutos después lo encontró en la cocina con Şekerah, se acercó a él y lo miró con preocupación.

-¡Sümbül! Ve rápido y busca a las sultanas, la madre sultana las quiere en sus aposentos ahora mismo.

Sümbül la miró.

-¿Qué pasó? ¿Por qué quiere verlas?

-No sé, solo me llamó y me dijo eso... ¡Ve a buscarlas, rápido!

Sümbül asintió y salió de ahí directo al palacio donde ellas se encontraban.

Llegó y entró con prisa a buscarlas; no las encontró en la sala, fue a unos aposentos y las encontró durmiendo abrazadas.

Se acercó a ellas con preocupación.

-Sultanas.

Hürrem despertó y lo miró confundida.

-Sümbül... ¿sucede algo...?

-Sí, sultana, la madre sultana quiere que vayan urgentemente al palacio. No sé qué pasó, pero está enojada- dijo con preocupación notoria.

La castaña despertó y se dio cuenta de que estaba Sümbül, se limpió los ojos y miró a la pelirroja.

-Hürrem, Sümbül... ¿La madre sultana se enteró?

-¿De qué se tenía que enterar?- preguntó él.

Hürrem soltó un suspiro.

-Tuve una pelea con Hatice ya que se enteró de lo nuestro, seguro que ya le habrá contado todo a la madre sultana, por eso quiere vernos con urgencia- lo miró.

Sümbül se tapó la boca.

-Pero... sultana... eso es muy grave.

Hürrem lo miró algo enojada porque sabía que Mahidevran iba a ponerse mal; la castaña agarró la mano de la pelirroja.

-Hürrem... ¿qué haremos? Tengo miedo...- bajó la mirada.

Hürrem hizo que levantara la mirada y vio que sus ojos estaban cristalizados.

-Por favor, Mahidevran, no llores... Todo estará bien, te lo prometo...- la abrazó.

Mahidevran dejó caer unas cuantas lágrimas, después se separó de ella, Hürrem limpió sus lágrimas con delicadeza y luego le dio un beso.

Senin için aşkım sonsuz (Mahür)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora