Flashback.
Mientras iban en el carruaje, ninguna de las dos habló, no soltaron palabra desde que subieron.
Mihrimah se había dormido en los brazos de Hürrem, Mahidevran la miraba y lograba hacer que la pelirroja se pusiera nerviosa.
Seguían calladas, hasta que Mahidevran rompió el silencio.
-Hürrem, ¿cómo estás? Hace muchos días que no sé nada de ti- comentó.
Hürrem la miró.
-Estoy bien, estos días he estado feliz y algo ansiosa...
-¿Y a qué se debe esa felicidad...?
Hürrem pensó por un momento.
-Por motivos que después te contaré. ¿Y tú cómo has estado?- preguntó.
-Bien- sonrió.
-Ese bien no sonó tan bien, ¿qué pasó?
-Es que... últimamente he estado teniendo mucho malestar y no sé la razón...
-¿Ya viste a la doctora?
-No, pensé que no iba a ser tan malo, pero la verdad es que el dolor no se va.
-Tienes que ver a la doctora, no quiero que te pase nada malo...
Mahidevran sonrió. En ese momento sintieron que el carruaje se detuvo, Hürrem se asustó, pero se dio cuenta que ya habían llegado.
Se bajaron del carruaje, caminaron hasta el palacio, Mahidevran se detuvo y la miró por un momento.
-Hürrem, iré a ver a la doctora. Después nos vemos- sonrió y vio como Mahidevran se iba.
Pasaron las horas y Mahidevran no fue a ver a Hürrem, ella estaba preocupada por lo que le dijo anteriormente. No sabía lo que tenía.
De tanto pensar, vio entrar a sus aposentos a Gülsah; ella hizo reverencia y la miró.
-Sultana.
-¿Qué pasó, Gülsah?
-La sultana Mahidevran me mandó a decirle que ya vio a la doctora y que no se preocupe, que ella está bien. Sólo es algo que pasa por el estrés, la doctora dijo que haga reposo, por eso no vino ella a decírselo- comentó.
Hürrem suspiró.
-Está bien, dile que mañana iré a visitarla. Gracias por avisarme- sonrió.
-No hay de qué, sultana. Ahora me voy- hizo reverencia y se fue.
Luego de que se fuera, Hürrem se puso su camisón para dormir, se acostó en su cama y durmió pensando en Mahidevran.
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Al día siguiente.
Hürrem se levantó muy temprano, desayunó con sus hijos y, después de pasar tiempo con ellos, salió de sus aposentos directo a los de Mahidevran.
Al llegar, vio que no estaban las criadas en la entrada, no le dio importancia y entró.
Mahidevran se encontraba durmiendo: la pelirroja se acercó a la cama y se sentó en la orilla, miró a Mahidevran y muchos sentimientos empezaron a surgir en esos momentos.
Verla dormir así tan plácidamente, hizo que su corazón latiera muy fuerte.
Acercó su mano lentamente a la mejilla de la castaña: quiso acariciarla y poder sentir esa piel suave que siempre anheló tocar, pero fue interrumpida al sentir como Mahidevran se movió, rápidamente se levantó de la cama y se alejó un poco.
La castaña abrió los ojos, miró a su lado y vio a la pelirroja.
-Hürrem...- se sentó en la cama -Lo lamento, me quedé dormida...
Hürrem sonrió.
-No te preocupes...
-¿Hace cuánto tiempo estás aquí?
-Acabo de entrar... ¿Ya estás mejor?
-Sí, ya me siento mejor. Gracias por preocuparte- sonrió.
-Lo hago con gusto...
En ese momento entró Gülsah a los aposentos junto con Mustafá, él se acercó a su madre ignorando completamente a Hürrem. Saludó a su madre con un abrazo para luego sentarse a su lado.
-Sultana, lo lamento por no saludarla- dijo mirando a la pelirroja.
Hürrem sonrió.
-¿Cómo están mis hermanos?- preguntó Mustafá.
-Ellos están bien, si quieres ve a verlos más tarde- dijo con una sonrisa.
Gülsah miró a Mahidevran.
-Sultana, ¿necesita algo?
-Un poco de agua, por favor- contestó.
Hürrem la miró.
-Mahidevran, me voy. Te dejaré para que desayunes con Mustafá, luego vendré a verte.
Mahidevran asintió, la pelirroja se despidió de Mustafá y salió de los aposentos.
Volvió a los suyos rápidamente con el corazón latiendo a mil por hora; respiró profundo e intentó calmarse, llamó a su criada y le pidió papel y una pluma para seguir escribiendo a su amada.
Se sentó y empezó a escribir.
En los próximos capítulos habrá drama xd.
P: 04/03/23
M: 10/06/24