La confesión 9/?

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Por la mañana Hürrem se levantó y se vistió para ir directamente al palacio de mármol a encontrarse con Mahidevran.

Antes de salir, agarró la copia de una carta que le había mandado a su amada. Estaba dispuesta a confesarle todo lo que sentía, aunque eso quiso hacer ayer, no pudo. Estaba impaciente, quería hacerle saber a Mahidevran que la amaba y nada ni nadie arruinaría ese momento.

Llegó al palacio, entró y fue hasta la sala, no vio a Mahidevran, así que se sentó en el sofá a esperar.

Varios minutos después, Mahidevran llegó, entró a la sala y vio a la pelirroja sentada.

-Hola, Hürrem.

-Bienvenida, Mahidevran.

-¿Hace cuánto estás aquí?

-Hace algunos minutos llegué.

-Eres muy puntual- sonrió.

-Ja,ja, no simpre, pero sí.

Mahidevran se acercó y se sentó junto a ella.

-¿Qué me querías decir?- preguntó Hürrem.

Mahidevran la miró.

-Primero, prométeme que no le dirás nada a su majestad.

-Te lo prometo...

-Bueno... yo... No sé cómo decírtelo... Una persona que no conozco, me estuvo mandando cartas de amor- Hürrem la miraba atenta -Yo... durante esta última semana, creo que me he enamorado. No sé si decirlo así, pero... en la última carta que me envió, me pidió que nos viéramos justo aquí. Yo sí quería conocer a esa persona, pero ayer vine y no sé si vino o no porque te encontré a ti y a Hatice... Quise conocerla porque... en las cartas que me mandaba me decía que me amaba y yo, por primera vez, quise darle una oportunidad y darme una oportunidad a mí de volver a amar...

Hürrem no lo podía creer, la mujer que amaba le estaba diciendo que se había enamorado con esas cartas. Empezó a sentir que podía tener una oportunidad; se levantó del sofá y se quedó parada dándole la espalda a Mahidevran.

La castaña también se levantó y la miró confundida

-¿No dirás nada?

Hürrem se dio vuelta y la miró algo seria.

-¿Qué harías si te enteras de quién es esa persona?- preguntó con algo de esperanza.

-Emm, no lo sé. Supongo que aceptaría quién es, ¿por qué lo preguntas...?

Hürrem sacó la carta que tenía guardada en su vestido y se la entregó.

-¿Qué es esto? ¿Quieres que la lea?- Hürrem asintió.

Abrió la carta y empezó a leerla. A medida que iba leyendo, se dio cuenta de que era la misma carta que le había mandando esa persona dos días antes para verse; miró a la pelirroja confundida.

-¿Hürrem? ¿Qué...? ¿Por qué tienes esta carta? Acaso...

-Soy yo...

Mahidevran quedó en silencio, miró la carta y volvió a mirar a Hürrem.

-Fui yo la que te mandó esas cartas, fui yo la que te escribió todas esas palabras. Mahidevran... estoy enamorada de ti desde hace mucho tiempo... creo que desde la primera vez que te vi, cuando me miraste con esos luceros tan hermosos que tienes y conectamos nuestras miradas... Sé que te cuesta creerlo, tal vez pienses que es mentira, pero no es así. Todo lo que te puse en esas cartas... Mis sentimientos por ti son reales. Es muy difícil para mí explicar con palabras lo que me haces sentir... Nunca sentí esto por alguien, eres la única que me hace sentir así de bien... Mahidevran, te juro que, si me lo permites, puedo amarte y hacerte la mujer más felíz del mundo...- confesó.

Mahidevran no supo cómo reaccionar, algunas lágrimas empezaron a salir. No lo pensó dos veces y abrazó con todas sus fuerzas a la pelirroja, Hürrem también la abrazó con fuerza.

-No llores, mi querida sultana. No llores...- susurró.

La castaña se separó del abrazo, Hürrem le limpió las lágrimas cuidadosamente.

-¿Es verdad?

-Si no fuera verdad, no te hubiera mandado ninguna de las cartas- sonrió.

-Y... ¿por qué no me lo dijiste antes...?

-No lo sé, creo que tenía miedo a que me rechazaras- acarició la mejilla de la castaña.

-Yo no podría haber hecho eso.

-¿No? ¿Por qué?

-Porque... creo que una parte de mí también siente algo por ti- la volvió a abrazar para evitar que viera sus mejillas rojas.

-¿En serio?

-Sí...- la miró fijamente.

Hürrem sonrió.

-Tengo que decirte otra cosa importante...- dijo la castaña.

-Después me lo dices- juntó su frente con la de Mahidevran -¿Puedo...?- dijo impaciente.

-Sí...

Las dos sonrieron, cerraron sus ojos y Hürrem la besó; sus labios se tocaron suavemente. Hürrem la sostuvo de la cintura, Mahidevran sintió un cosquilleo en su estómago al sentir los labios tan suaves de la pelirroja; su corazón latió con fuerza por los sentimientos y las sensaciones que estaba experimentando en ese momento. Hürrem la besó con amor, con pasión, un beso cálido que transmitía todo lo que sentía por ella.

Se separaron lentamente, mirándose fijamente. Mahidevran se sonrojó y Hürrem sonrió; volvieron a abrazarse y la castaña sintió una tranquilidad enorme que hace mucho no sentía estando en los brazos de la pelirroja.

P: 01/05/23
M: 16/06/24

Senin için aşkım sonsuz (Mahür)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora