━━𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒;; 𝐅𝐮𝐭𝐛𝐨𝐥𝐢𝐬𝐭𝐚𝐬

𝐄𝐝𝐮𝐚𝐫𝐝𝐨 𝐂𝐚𝐦𝐚𝐯𝐢𝐧𝐠𝐚 ☆

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𝐄𝐝𝐮𝐚𝐫𝐝𝐨
𝐗
𝐋𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚
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❝Sneak out.❞
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A unas pocas semanas de haber hecho publica tu relación con Eduardo, decidiste acompañarlo a Marruecos para sus dos partidos, mañana sería la final del mundial de clubes, y más que nunca él te necesitaba allí, eras como su amuleto de la buena suerte, al menos eso era lo que él decía, y tú, no tenías problema en acompañarlo, adorabas admirar su pasión por el fútbol, y que mejor que por uno de tus clubes favoritos, el Real Madrid, era una pasión que ambos compartían.

Te encontrabas aburrida en aquel hotel de Rabat dónde te estabas hospedando junto al equipo del Real Madrid, obviamente no en el mismo piso debido a que eso no estabas permitido.

Te la pasaste casi todo el día fuera y ahora que tenías tiempo para descansar no lo hacías, te aburrías, no sabías que más hacer para mantenerte ocupada.

Una notificación en tu teléfono lo hizo vibrar junto con un pequeño 'tin', indicando que sería algún mensaje, el cual no dudaste en abrir segundos después, en la pantalla apareció el Instagram de tu novio, había enviado un mensaje, sonreíste ante su manía de enviarte mensajes por Instagram y no como solía hacerlo normalmente por Whatsapp.

Leíste su mensaje "¿Quieres venir y follar?", realmente no te tomó por sorpresa, debías admitirlo, él siempre fue directo y sin pudor alguno, una de las cosas que te encantaban de tu novio.

Él, luego de despertar de sus siesta, no dudo en tomar su teléfono y enviarle un mensaje de texto a Aurélien, preguntando dónde se encontraban todos, este respondió normalmente, salieron a cenar debido a que está vez preferían no cenar en el hotel, esperaban que él quisiera acompañarlos al despertarse, pero no fue así, dijo que aún estaba agotado y que cenaría en el hotel, ellos sin saber que minutos después te estaría casi suplicando que vayas con él y lo follaras.

No accediste a la primera, pero, sabiendo que ambos lo necesitaban terminaste accediendo segundos después.

Al asegurarte de que no habría nadie allí fuera de la habitación, te desplazaste rápidamente hacia el elevador, subiendo directamente hacía el piso dónde se encuentra tu novio.

Buscaste su habitación compartida, dando finalmente con su número te acercaste a la puerta, no titubeaste antes de dar un par de golpeteos en esta, solo eso basto para que él pronto apareciera del otro lado, con una gran sonrisa en su rostro.

─Hola, hermosa.─ Masculló, antes de básicamente arrastrarte dentro del dormitorio.

No tardó mucho en que sus labios carnosos atraparán los tuyos bruscamente, sin esperar ningún tipo de respuesta de tu parte deslizó su lengua dentro de tu boca, juntandose con la tuya, comenzando una guerra entre ambas, la cual él iba dominando.

─Primero un café, ¿No?─ Murmuraste sonriente al separarte de sus labios.

─Deja de jugar, mira como me tienes.─ Guío tu mano a su entrepierna vestida por sus pantalones cortos de chándal, negaste con la cabeza.

Él se alejó de ti por unos segundos acercándose a la puerta, cerrando está misma con la pequeña llave para asegurarse de que nadie pueda interrumpirlos.

Se volvió de nuevo hacia ti, arrojándote fácilmente a una de las camas, te tomó de los muslos llevándote al borde de la cama y posicionándose entre tus piernas, creando fricción en sus intimidades.

Te sentaste allí, quedando en el lugar correcto, tu boca justo en su entrepierna, él, desesperado bajo sus shorts, su polla nerviosa bajo sus boxers rogaba por ser atendida lo antes posible, sentía que la tela podría explotar en cualquier momento.