━━𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒;; 𝐅𝐮𝐭𝐛𝐨𝐥𝐢𝐬𝐭𝐚𝐬

𝐋𝐢𝐨𝐧𝐞𝐥 𝐌𝐞𝐬𝐬𝐢☆

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𝐋𝐢𝐨𝐧𝐞𝐥
𝐗
𝐋𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚
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❝Missing You❞
¡Lenguaje argentino!

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Tus ojos se abrieron abruptamente al oír los fuertes golpeteos en la puerta principal, los habías estado ignorando incapaz de poder levantarte de la cama, pero al parecer no se rendía, golpe tras otro y así sucesivamente, hasta que finalmente te levantaste de la cama un tanto enojada por su insistencia.

Un poco adormilada y con los ojos entrecerrados bajaste las escaleras cuidadosamente, tratando de mantener los ojos abiertos en el transcurso.

Estabas un poco extrañada, pensando en quien podría ser a esta hora, eran las 2 de la mañana y alguien tocaba tu puerta tan insistentemente que ya era preocupante.

Lentamente giraste la llave de la puerta, abriéndola solo un poco para ver de quién se trataba, mientras te frotabas los ojos. Al abrir la puerta te encontraste con un Lionel muy ebrio a decir verdad, acompañado por Licha y Otamendi, que estaban casi igual que Lio pero ellos mantenían su postura.

Tu esposo tenía una cara de feliz cumpleaños y además estaba todo quemado, tan rojo que ya te estabas asustando.

─Hola, T/n.─ Ambos hombres al lado de tu esposo saludaron.

─Hola chicos. ¿No era que se quedaban en el predio de Ezeiza hoy?─ Preguntaste con una clara confusión en tus palabras, además te sorprendió que lo traigan hasta acá siendo que los tres no estaban en todos sus sentidos.

Se suponía que después de la caravana en el micro, ellos pasarían la noche en el predio de Ezeiza y después quedaría libres para poder estar con sus familiares.

─Él nos dijo que quería venir para acá, y insistió tanto que tuvimos que traerlo.─ Explicó Lisandro un tanto divertido.

─Te extrañe.─ Murmuró por lo bajo el número 10.

─Por lo menos me hubieran avisado, me re asustaron pelotudos.─ Rodaste los ojos mientras agarrabas el brazo de Lio para adentrarlo a la casa junto a vos.

─¡Bueno, nena! Agradece que te trajimos tu paquete ehh.─ De la nada apareció Kun por detrás de los dos hombres frente a vos, totalmente embriagado, mientras se reía de la mínima cosa estúpida que pasaba frente a él.

─Uhh, ya se bajó este boludo.─ Murmuró Nico mientras lo empujaba de nuevo hacia en auto estacionado frente a la casa. ─Bueno, nos vemos.─ Se despidió.

─Nos vemos, gracias por traer a Lio. ¡Manejen con cuidado!─ Casi gritaste las últimas palabras para que te escucharán.

─¡Si ma!─ Río él Kun, mientras estaba siendo empujado por uno de sus compañeros a el asiento trasero.

─ Cerra el orto y subí, dale.─ Licha habló, cerrando la puerta del auto, para luego subirse en este mismo.

Tan pronto como ellos se fueron, cerraste la puerta con llave nuevamente, te volviste hacia tu esposo que estaba ahora aferrado a tu cintura, rodeandote entre sus brazos.

─Bueno, vamos a dormir, que ya son las 2 de la madrugada.─ Murmuraste, mientras ayudabas a Lio subir las escaleras torpemente, el se balanceaba de un lado a otro, estabas segura de que si vos no estarías hay para ayudarlo él ya se habría roto la cabeza de un golpe.