━━𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒;; 𝐅𝐮𝐭𝐛𝐨𝐥𝐢𝐬𝐭𝐚𝐬

𝐄𝐧𝐳𝐨 𝐅𝐞𝐫𝐧𝐚𝐧𝐝𝐞𝐳[☆]

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𝐄𝐧𝐳𝐨
𝐗
𝐋𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚
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❝My niece❞
¡Hay lenguaje argentino!

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Diste vueltas en la cama por cuarta vez en lo que va de la noche. Observaste a tu lado dónde se encontraba tu novio Ale, durmiendo plácidamente, como si en unos minutos atrás no te estaba dando como cajón que no cierra, tus mejillas ardieron levemente al recordar lo sucedido anteriormente.

Admiraste cada facción de su rostro, sus cortos mechones de cabello adornaban su frente, lo cual lo hacía ver aún más atractivo.

Quitaste suavemente su brazo de tu cintura, dispuesta a levantarte de aquella cama para dirigirte a la cocina, tenías sed y habías estado aguantando el no ir a tomar algo, creyendo que podrías dormirte, pero resultó inútil. No querías hacer mucho ruido ya que habían más personas en la casa, que probablemente estarían durmiendo.

Se encontraban en casa de los abuelos de Ale, pasarían navidad allí todos juntos, por eso mismo decidieron ir unos días antes para pasar un par de días antes de navidad con la familia de tu novio.

Te deslizaste fuera de la cama tomando tu teléfono que anteriormente descansaba sobre la mesita de noche. Lentamente giraste el pomo de la puerta, saliendo de la habitación, cerrándola nuevamente tras de ti. Tratando de hacer el mínimo ruido a tu paso, caminaste por aquel pasillo que dirigía hacia el living, y luego hacia la cocina finalmente.

Al llegar allí, abriste el refrigerador y tomaste una de las botellas de jugo de naranja, sirviendote en un vaso que es encontraba sobre la mesada de mármol.

Encendiste tu teléfono adentrándote a Instagram mientras tomabas el contenido del vaso, examinaste tu feed, prestando atención a cualquier cosa estúpida que aparecía en esta.

Aquel vaso de vidrio casi se cae de tu mano en el momento que sentiste un toque en tu hombro, rápidamente te diste la vuelta sobresaltada, tu cuerpo se relajo al divisar a Enzo parado frente a vos, con una expresión de burla en su rostro, rodaste los ojos un poco enojada por haberte asustado.

─¿Qué pasó? ¿Te asustaste?─ Carcajeo levemente abriendo el refrigerador, tomando el mismo jugo que vos habías agarrado antes.

─¿Vos qué crees?─ Le dedicaste una mala mirada, siendo demasiado obvia su tonta pregunta.

─Bueno discúlpame, mala onda.─ Casi susurró las últimas palabras, sabiendo que ya estabas un poco enojada. ─¿Estuvo buena?─ Preguntó.

─¿Eh? ¿Qué cosa?─ Entrecerraste los ojos aún confundida, queriendo saber a lo que se refería.

─La cogida.─ Soltó sin pudor alguno, haciendo que tus mejillas se tiñieran en un tono rojizo fuerte.

─No se de que estás hablando.─ Él río ante tus palabras, sabiendo que estabas mintiendo.

─No te hagas la boluda, estoy en la habitación de al lado y se escuchó todo.─ Deseaste haber muerto en ese momento, morías de la vergüenza, y más todavía si era el tío de tu novio el que los había descubierto. ─Escuché como tratabas de no gemir.─ Nego con la cabeza mordiéndose el labio.

Simplemente rodaste los ojos, Enzo podía hacerte irritar muy rápido. La verdad es que nunca que llevaste bien con él, no había razón alguna para odiarlo, pero no podías evitar dedicarle una mala mirada o a veces no dirigirle la palabra, al igual que él, no sabían que, pero había algo que chocaba.