One shots (Futbolistas)

Guillermo Sara (Boca Juniors)

Guillermo Sara era mi profesor de Educación física, era alto, atlético, tenía el pelo castaño claro y esos hermosos ojos color miel.

En mi colegio no había ni una sola chica que no babease por él, todas cuando lo veíamos pasar por los pasillos lo mirábamos atentamente, su espalda fuerte y ese hermoso trasero que tenía por el cual se ganó el apodo del culón, poco original pero bueno.

Todo con Guillermo era genial, excepto dos cosas, la primera, era el profesor y la segunda, era gay, algo que nos decepcionó a absolutamente todas, no teníamos posibilidades de tener algo con él en la vida.

La primera hora de clase de cada Viernes tocaba con él por lo que siempre estaba obligada a llegar temprano para así poder hablar un rato con él ya que por suerte no era un amargado de mierda como los otros profesores, él siempre charlaba con nosotros sobre cualquier tema, ya sea del colegio o personal.

Guillermo: Llegaste temprano che- mirando su reloj de muñeca-, ¿cómo estás?

T: Buen día, ahí vamos ¿y vos?

Guillermo: Bien, ¿pasó algo?

T: Lo de siempre...- suspirando-, ¿qué vamos a hacer hoy?

Guillermo: Basquet

T: Algo que me gusta jajaja

Guillermo: Si jajaja

Estaba por decirle algo cuando empezaron a llegar mis compañeros por lo que me dijo un "hablamos después" por lo que le sonreí y asentí.

Guillermo nos hizo calentar para luego hacernos formar 4 grupos, 2 nos pusimos a jugar fútbol mientras que los otros 2 basquet, ya sobre los últimos 25 minutos cambiamos de juego, me tocaba jugar contra el equipo donde estaba la piba que más odiaba del curso por lo que rodé los ojos, Guille dio por iniciado el juego por lo que empezamos a jugar.

Mi equipo iba ganando 16-10 por lo que miré a la idiota esa y le guiñé el ojo para luego sacar, cuando corrí tras mi compañero la muy hija de puta me puso la zancadilla haciendo que caiga al suelo por lo que me levanté, me acerqué a ella y le pegué un buen empujón haciendo que caiga de culo.

Guillermo: ¡__________! ¡A MI OFICINA YA!

T: Pero Guillermo

Guillermo: ¡YA DIJE!

T: Sos una hija de puta mal parida, sabelo

Después de decir aquello agarré mis cosas y me fui hacia la oficina de Guillermo, entré y cuando dio por acabada la clase él también entró, pegó la puerta y se sentó frente a mí.

Guillermo: ¿Qué pasó?

T: Me puso la zancadilla, ¿no lo viste?

Guillermo: Solo te vi a vos empujándola

T: Pero Guillermo

Guillermo: Nada de peros... voy a tener que castigarte

T: ¿Qué? ¿Por eso?

Guillermo: Si, a la hora del recreo te quiero acá, ya veré que castigo te pongo

T: Bueno, ¿me puedo ir?

Guillermo: Anda

Salí de la oficina de Guillermo y me fui a clases para pasar las horas restantes hasta que llegó el recreo, me fui a la oficina de Guillermo y toqué la puerta, él dijo un "pasa" por lo que entré para luego cerrar la puerta tras de mí.

Guillermo: Pega la puerta y veni sentate

Pegué la puerta como él dijo y me acerqué a él para sentarme en la silla que estaba frente a su escritorio pero antes de sentarme me agarró de los brazos para luego estamparme contra la pared, se acercó poco a poco a mis labios y me dio un beso salvaje haciendo que al instante me excite, sus manos entraron por debajo de mi remera y cuando llegaron a mis pechos metió las manos dentro de mi sostén para acariciarlos haciendo que gima en sus labios.

Después de un rato sus besos bajaron a mi cuello mientras que sus manos fueron hasta el pantalón, me los bajó junto a mis bragas para luego meter dos dedos en mí haciendo que gima en sus labios, empezó a mover sus dedos rápidamente dentro de mí hasta que empecé a retorcerme de placer pero él paró, sacó sus dedos de mí y se desabrochó el pantalón para luego bajárselo al igual que los boxers, me puso de espalda a él y con las manos en su escritorio y como no lo sentía me iba a girar para ver qué pasaba pero en ese momento sentí que entró en mí de una embestida que me hizo gritar pero por suerte puso su mano en mi boca a tiempo.

Guillermo: Controlate un poco- dijo con una voz ronca que me excitó más aun.

Guillermo me agarró de la cadera y empezó a entrar y salir de mí con fuerza repetidas veces, puse mi mano en mi boca para evitar gritar porque sino nos descubrirían y eso era lo menos quería.

En un momento mis piernas empezaron a temblar lo que me decía que mi orgasmo ya estaba cerca, por lo que Guillermo me agarró de la cintura con fuerza y me embistió una sola vez más haciendo que llegue al orgasmo, al instante su mano fue a mi boca callando el grito que solté, hizo que apoye mi espalda en su torso hasta que me tranquilicé, salió de mí y me giró para besarme, luego se separó de mí, tiró el condón a una bolsa y se subió los pantalones al igual que yo, se acercó a mí y me abrazó con fuerza.

Guillermo: No vas a decir nada de esto a nadie, ni a tu mejor amiga... va a ser nuestro secreto

T: ¿Por qué dijiste que eras gay? Sos un mentiroso- riendo.

Guillermo: Y bueno, para no tener problemas jaja

Iba a decirle algo pero justamente tocó el timbre por lo que suspiré, él me dio un beso para luego decirme que me vaya pero cuando estaba por abrir la puerta me detuvo.

Guillermo: Estás castigada 2 semanas... y recuerda, es nuestro secreto

Sonreí para luego irme a clases, era feliz, muy feliz.

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Para las que les gusta lo hot ahí tienen otro ahre.
El próximo será con Sebastián Driussi, el jugador de River.