Leonardo Jara (Boca Juniors)

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HOT●

Todos los días iba a verla entrenar, me encantaba ver como se movía, deseaba tocar todo su cuerpo y cada noche soñaba con hacerla mía pero ella jamás me dio bola, ¿por qué? Porque nunca tuve los huevos para ir y hablarle.

Sin embargo Tobio sí los tuvo y llegó a bastante con ella, fueron novios y él como buen buchón siempre decía que era buenísima en la cama, daba detalles de todo lo que hacían y a mí obviamente me daba celos, yo quería ser el que esté con ella, me había enamorado de una chica a la cual nunca le había hablado y de la cual solo sabía el nombre, Micaela, ese maldito nombre que nunca se me quitaba de la cabeza.

Había soñado con ella y ¿por qué no admitirlo? Me había hasta masturbado pensando en ella, deseaba con todas mis fuerzas estamparla contra la primera pared que pille y garchármela.

Como en cada entrenamiento estaba en las gradas observándola, cuando acabó el entrenamiento ella me miró, me sonrió y se acercó a mí por lo que me puse nervioso.

- Adrián- dijo para luego abrazar al enano de Cubas el cual estaba a mi lado.

- Hey Mica, te presento a Leo Jara

- Hola, un gusto conocerte, me encantas- sonrió como nunca.

- Igualmente, jugas muy bien

- Muchas gracias

- ¿Sale joda esta noche?- sugirió Adrián.

- Dale, encantada voy

- ¿Y vos Leito?

- Claro, ¿a qué hora?

- A las ocho, ¿pasas por Mica?

- Dale, dame tu dirección- le dije a Mica, ella me la dio al igual que su número por lo que sonreí.

- Bueno, nosotros nos vamos, chau Mica- dijo Adrián para luego besar su mejilla.

- Chau chicos

Ella besó mi mejilla para luego irse por lo que suspiré y le miré con cara de agradecimiento a Adrián, él era el único que sabía lo mucho que me gustaba Mica.

- Sos un genio enano

- Gracias

*8 pm*

Ya estaba fuera de la casa de Micaela por lo que agarré el celu para llamarla pero ella salió, estaba realmente hermosa con ese vestido rojo pegado al cuerpo que me causó una maldita erección, en ese momento me odié y mucho, ¿qué mierda haría? Bue, capaz ni lo note.

- Hola- besó mi mejilla haciendo que la maldita erección me duela más.

- Hola linda, ¿todo bien?

- Sí ¿y vos?

- Genial, vamos

Arranqué el auto y nos fuimos en dirección al boliche cuando de la nada sentí su mano en mi pierna por lo que solté un gemido.

- ¿No te aprieta el pantalón?

- Un poco

Mica empezó a desabrocharme el pantalón para luego meter la mano en este, tocó mi pene haciendo que un gemido salga al instante de mis labios por lo que sonrió.

- No vamos a la joda y volvamos a mi casa, quiero garcharte duro

- Ok

Di la vuelta y volvimos a su casa, me abroché el pantalón y ni bien entramos a su casa ella empezó a besarme por lo que la agarré de la cintura y la estampé contra la pared mientras le hacía sentir mi erección la cual cada vez crecía más, ella soltó una risita y me agarró de la mano para luego llevarme al salón, hizo que me siente en un sofá para luego arrodillarse frente a mí, me bajó el pantalón junto a mis bóxers y agarró mi pene para después lamer el glande haciéndome gemir, poco a poco fue metiendo todo hasta llegar al fondo por lo que gemía como nunca mientras ella seguía chupándomela de esa manera tan excitante, sus movimientos cada vez eran más rápido y no tardé en acabar, ella solo tragó todo para después seguir, mi pene no podía estar más erecto por lo que ella se puso encima mío, subió un poco su vestido y después de poner su tanga a un lado se sentó sobre mi pene haciendo que entre del todo en ella, soltó un gemido fuerte al igual que yo y empezó a cabalgarme cada vez más rápido por lo que le agarré el culo y con mucho cuidado introduje un dedo en él, ella al instante gemió y siguió cabalgándome mientras yo seguía, de un momento para otro quitó mi mano por lo que le iba a pedir disculpas cuando salió de encima mío y con cuidado empezó a introducir mi pene en su ano, la expresión de su cara era una mezcla de dolor y placer lo que me hacía excitarme más aun, la agarré con cuidado de la nalgas y despacio empecé a entrar y salir de ella mientras besaba su cuello para darle más placer y aminorar el dolor.

- Dame más duro- susurró en mi oído.

Al instante le di la vuelta sin salir de ella, me acomodé bien y empecé a darle duro siendo cuidadoso también, con mi mano derecha metí tres dedos en su vagina mientras seguía con mis movimientos, al rato empecé a sentir su orgasmo por lo que apresuré mis movimientos hasta que ella acabó y seguidamente yo, salí despacio de encima de ella y después de acostarme a su lado la abracé.

- Sos el mejor Leo

- Vos también Mica, no sabes como soñé este día

- Yo también pero tenía vergüenza de hablarte

- Me pasaba lo mismo- riendo.

Aquella fue una de las mejores noches de mi vida, por fin había logrado lo que tanto quería y luego conseguí lo siguiente, casarme con ella.

One shots (Futbolistas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora