One shots (Futbolistas)

Augusto Solari (River Plate)

Tener de vecino a un futbolista tenía sus ventajas, siempre veías a chicos lindos de muy buen cuerpo y tal pero obvio tenía sus desventajas, era demasiado molesto ya que a este futbolista en cuestión le encantaba la joda así que cada vez que se le cantaba del orto tenía que aguantar la música hasta altas horas de la madrugada.

¿Qué quien era mi vecino? Nada más y nada menos que Augusto Solari, el jugador de River.

Bueno, esta noche ya era la segunda en la semana en la que no podía dormir bien por culpa del ruido, ya harta me puse un abrigo y me fui hasta casa de Augusto, toqué el timbre varias veces y al rato abrieron la puerta, era Gio Simeone el cual se notaba que ya estaba en pedo.

Giovanni: Hola hermosa

T: ¿Está Augusto?

Giovanni: Si, pasa linda, pasa- agarrándome del brazo.

T: No, soltame

Giovanni: Sh, veni

Giovanni prácticamente me arrastró hasta el salón donde estaban varios jugadores de River bebiendo.

Lucas: Wow, mira que hermosura- agarrándome de la cintura.

T: Soltame idiota

Lucas: Estás bien buena

T: ¡Que me soltes!

Augusto: Soltala Boyé

Lucas: Ok ok

Lucas me soltó por lo que lo empujé, me acerqué a Augusto, lo agarré de la mano y lo llevé a la cocina.

Augusto: No debiste haber venido

T: Quería pedirte que bajes el volúmen de la música

Augusto: Yo la bajo pero esos putos la suben, lo siento

T: Bueno, cuando vayas a hacer fiesta me llamas y así me voy a otro lado

Augusto: ¿A donde tu macho?

T: Eso a vos no te interesa

Augusto: ¿Aun no le has dicho a ese imbécil lo que tenemos?

T: Vos y yo no tenemos nada

Augusto: ¿Segura?

Augusto me agarró de la cintura para luego besar mi cuello haciendo que gima.

T: Solari, dejame

Augusto: Vamos a mi cuarto, no se van a dar cuenta

T: No

Augusto: Vamos a tu casa entonces

Augusto me agarró de la mano y me llevó a mi casa, abrí la puerta y ni bien entramos empezó a besarme con deseo, entramos al salón y me acostó en el sofá para luego sacarme la ropa al igual que yo a él, ya desnudos me agarró de las caderas y entró con fuerza en mí haciendo que grite de placer, volvió a embestirme varias veces y con rabia hasta que llegamos al orgasmo.

Augusto: No quiero que ese imbécil te toque

T: Es mi novio

Augusto: No quiero que te toque y listo, vos sos mía

T: Pero...

Augusto: ¿Te hace sentir la mitad de placer que yo? Creo que no, solo conmigo gritas de esa manera

T: No he tenido sexo con él

Augusto: ¿Por qué?

T: Porque antes de hacerlo pienso en vos y no puedo

Augusto: Me amas tanto como yo a vos, por eso quiero que lo dejes, para que podamos estar los dos juntos

T: Está bien

Augusto: Te amo- besándome.

T: Yo también te amo