Todo por una apuesta ⭑ʏᴏᴋᴏᴠɪɴᴀ

Descubiertas

El día que Yoko había esperado, finalmente había llegado y todo sucedió tan rápido que ni siquiera ella lo esperaba, pero estaba agradecida.

Todos en este momento habían venido a almorzar, excepto Merlina. Pero todos comían a gusto mientras hablaban.

Yoko estaba al lado de su sirena, mientras ambas se reían y hablaban de cosas.

...

Continuaron hablando muy entretenidamente, lo que no sabían es que alguien los escuchaba y los observaba.

"Oye, Enid quería saber si tienes planes esta noche" preguntó Ajax, cambiando la conversación que tenían los presentes.

Yoko y la sirena quienes estaban escuchando, se miraron sin entender.

La rubia miró Ajax, ella estaba un poco distraída y con inocencia respondió.

"Nada, creo que sí o tal vez..."

"Tal vez podes salir al pueblo a comer un helado" interrumpió el.

"¿Todos?" preguntó.

"No, no tú y yo" dijo rápidamente.

Las dos chicas siguieron observando y escuchando atentamente.

La rubia entendió y antes de responder, Yoko la alcanzó.

"Eso no va a ser posible" dijo riendo divetidamente.

La rubia la miró abriendo más los ojos y sacudiendo la cabeza... Divina también la vio mientras sonreía, pero realmente no entendía.

"¡Por qué?!, es una salida de amistad!" dijo el chico con una sonrisa.

"No lo crees ni tú" dijo Kent riendo.

"No sé qué está pasando, pero está interesante", susurró Divina para que Yoko la escuchara.

Y está le respondió.

"Lo que está sucediendo es que ha llegado mi hora", se rió mientras susurraba en voz baja.

Divina, no entiendo, pero ella seguía prestando atención al chisme frente a ella.

La rubia miró al chico con cierta lástima.

"Wow, realmente no lo entiendes" dijo otra vez la vampiro.

"Ilumínalos entonces, Yoko" dijo Bianca ahora, con un tono más divertido.

"¿Entender qué?" dijo el chico ignorando a la morena.

Divina estaba fascinada y también quería saber.

"Ahhss, lento... Que Enid ya tiene pareja" dijo Bianca nuevamente, entrando en la conversación.

"¿Qué?" preguntaron algunos.

"No" murmuró Divina abriendo sus ojos.

Todo lo que hizo la rubia fue sonrojarse y reírse nerviosamente y todos se dieron cuenta. Entonces la sirena también lo hizo.

"Qué... mierda" dijo Divina maldiciendo.

"¿Quién te dijo eso?" preguntó ahora la rubia con sus mejillas rojas.

Su corazón realmente se aceleró al igual que el de la sirena.

"Es obvio" respondió la morena, con sencillez.

"No entiendo ¿Quién es??" preguntó el chico. "¡¿Porqué, no nos ha dicho?!"

"Sí, ¿quién es?", susurró de nuevo la sirena.

Entonces Yoko la miró con una sonrisa divertida y susurró.

"Ya lo sabes"

"No", negó, ella no podía creerlo.