🐞 MLB: Relevando a mis héroes

«Ojalá hubiera sabido valorarlo antes...»

¡Holaaaa! ¡Y๏-Y๏ al habla! Ha pasado un tiempecito, perdonad mi ausencia desde... ¿abril de 2021? ¡Y ya estamos en febrero de 2023! Imperdonableeeeeeeee. El hype por esta serie me viene y va, igual que la capacidad para concentrarme en escribir algo decente (;￣ー￣川... ¡Pero bueno! Estoy aquí. Esperemos que dure un poquito, al menos. Porfi, no spoilers de la última temporada, aún estoy poniéndome al día con la cuarta (；'∀｀). ¡Gracias por venir a leer después de tanto tiempoo! Disfrutad de este capítulo en el que continuamos el pequeño drama que tienen las Blackbird entre manos ღゝ◡╹)ノ♡

Atentamente:

Y๏-Y๏

—¡Mira! ¡Es un akuma!

Emma se atragantó con su sándwich al oír a aquella chica exclamar las palabras de mayor alerta que podían pronunciarse. Todos los presentes, ella la que más, se giraron a buscar con la vista a la mariposa púrpura mencionada.

—¿¡Dónde!? —gritó Emma, repasando con sus orbes verdes cada hueco a su alrededor.

La chica que había chillado recogió el envoltorio de una chocolatina del suelo, que al caer desde la segunda planta de la escuela había revoloteado tal y como lo hacía un akuma. Sus amigos y ella se burlaron entre risas, pero Emma resopló con hastío y volvió a sentarse en el banco con una expresión agria.

—Emma, ¿qué te pasa? —Marlena le dio una palmada en el hombro que la hizo rebotar en el sitio de sorpresa—. Llevas toda la mañana atacada a los nervios, tía. ¿Tienes miedo de que aparezca algún villano otra vez?

—¿¡Miedo!? ¡No! Digo... Bueno, eh... ¿Sí?

Emma rio entre dientes y se rascó la nuca, explicando solo en sus pensamientos el estrés al que la sometía pensar que si un akuma poseyera a algún habitante de París y Ladybird no apareciera, estarían todos perdidos. Enseguida negó con la cabeza para sí misma, desechando tremendo fiasco de desenlace enseguida. Estaba segura de que Ladybird sería la primera en llegar si otro villano atacara a la ciudad, incluso si estaba enojada y dolida con Black Chaton.

Cuando por fin fue hora de volver a casa, Bibi y Marlena se despidieron, Cyril, Nika, Olivia y Toru se marcharon en busca de las heroínas de París, para ayudarlas a resolver su conflicto, y Emma echó a correr a un callejón para transformarse y encontrar a su compañera, sin grandes esperanzas de dar con ella tampoco en aquella ocasión. No había llegado ni muy alto ni muy lejos cuando voces de alborozo ya pronunciaban su nombre. Paró en seco, como un gato retrepado en los ladrillos de una fachada, y observó sin sorpresa quiénes eran los que la habían avistado.

—¡Black Chaton, te hemos encontrado! —le gritó Cyril, echando a correr hacia ella, con Olivia y Toru detrás, y Nika a la cabeza—. ¿Podemos hablar contigo?

—No puedo hablar ahora, estoy ocupada —dijo Black Chaton sin más.

—¡Quere...! ¡Queremos ayudarte! —Nika se esforzó por hablar alto y claro, con expresión ligeramente culpable.

—Buscas a Ladybird, ¿a que sí? —preguntó Toru, cruzándose de brazos.

—No necesito ayuda, no me entretengáis más. —Black Chaton agitó la mano para hostigarlos a marcharse, pero ninguno se movió.

—Si somos cinco buscando, tenemos más posibilidades de encontrarla —dijo Olivia con seriedad.

—Yo también lo creo. ¡Déjanos ayudarte, Black Chaton! —añadió Cyril.

—Por mi culpa, Ladybird y tú discutisteis... Quiero compensároslo de algún modo... —dijo Nika, que no pudo evitar regresar a su tono de voz bajo y tembloroso.