Black Chaton se levantaba muy temprano, con intención de pasearse por París para hacer una ronda, por si daba la casualidad de que se encontraba con alguien en concreto. Ya hacía tres días de la última vez que habló con ella.
—Buenos días, Ladybird... Estoy en Notre Dame..., por si quieres que nos veamos... Aunque sean cinco minutos... Estaré un ratito más, ¿vale...?
Suspiró largamente, cerrando su catmóvil y dejando caer la cabeza.
—Aparece ya...
Casi se le hace tarde para detransformarse y llegar corriendo al instituto como Emma, pero consiguió entrar a clase justo antes de que la señorita Bustier acabe de pronunciar su apellido.
—¡Presente...! —exclamó la chica, alzando ambas manos en el aire mientras jadeaba de la carrera.
—Por los pelos, Emma. —La profesora le sonrió y le señaló a su silla.
Emma recibió un par de risitas al girarse a los alumnos, y la burla disimulada de Toru en la primera fila, pero ella estaba ocupada fijándose en el asiento vacío delante del suyo.
—¿Y Bibi? —No tardó en preguntárselo en un susurro a Cyril cuando llegó a su sitio.
El chico solo pudo responder con un encogimiento de hombros, negando con la cabeza, y ella decidió usar el móvil a escondidas para enviarle un mensaje a la chica. No hubo respuesta.
—¿Sabéis qué le ocurre a Bibi? No ha venido todavía. —El siguiente en preguntar fue Toru, sentándose en la silla vacía junto a Olivia durante el descanso entre la segunda y la tercera clase.
—Podría haberse quedado dormida hasta ahora —respondió ésta, precisamente, tomándolo como una teoría plausible y no como una mofa.
—Creo que no seguirá durmiendo a estas horas. —Cyril rio entre dientes, fijándose en el ceño fruncido de Emma.
—No me contesta a los mensajes...
—Qué raro, espero que esté bien.
—Nikaaaa. —Kenjima alzó la voz, para preguntarle al rubio tras Emma—. ¿Y Bibi?
—N-no he hablado con ella hoy... —contestó, apocado.
—Por ciertooooo. —Marlena se puso en pie, apoyándose en su escritorio junto al de Nika—. ¿Cómo va la búsqueda de Ladybird?
—Ni rastro de ella todavía. Black Chaton nos regañó otra vez, además —explicó Toru, con un mohín.
—Quiere ocuparse ella sola, creo yo... —dijo Cyril, con cierto tono abatido. A Emma le tocó cambiar una mueca abatida para hacerse la sorprendida, porque ella no se estaba sumando a la búsqueda diaria con sus amigos.
—Nos pidió que nos mantuviéramos al margen —añadió Olivia.
—Pero seguro que les vendría bien que les echáramos una mano, no hay que ser tan tercos —se quejó Toru, cruzándose de brazos—. Ladybird sigue sin dejarse ver desde que ocurrió aquello, ¿y si no quiere volver a salvar París y por eso no se la ve?
—No digas eso, Toru... —Cyril pareció asustarse, enterrando los dedos en su pelo, con una expresión alterada—. Sin Ladybird, estamos perdidos del todo. ¡Imagina lo que podría ocurrir con un akuma si no viene!
—Podría volver Ladybug. —Olivia dijo aquello con normalidad, viendo cómo se la quedaban mirando los cinco—... ¿Qué? Si la chica detrás de Ladybird no quiere seguir siéndolo, alguien tendría que sustituirla. Es lo más lógico.
—Eso sería megatristeeee, que tuviera que aparecer otra persona con su Miraculous. —Nadie había visto llegar a Marlena hasta colocarse junto a la mesa de Emma, apoyando los codos en esta.
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🐞 MLB: Relevando a mis héroes
FanfictionSecuela de 'Descubriendo a mis héroes'. Emma Agreste Dupain-Cheng es la nueva portadora del Miraculous del Gato. Justo va a comenzar la secundaria también, y no tiene ni idea de qué es lo que le deparará el destino. ¿Quién será la misteriosa portado...