When I Find The Truth 《Yeonbingyu》

Parte 8

YEONJUN

GRACIAS al universo porque Beomgyu finalmente está aquí.

Soobin solo ha estado aquí durante media hora, y las cosas entre nosotros están... estancadas. He estado tratando de mantenerme al día con la indiferencia despreocupada de Soobin, pero no soy tan bueno como él.

Durante el último año, Soobin y yo apenas logramos mantenernos en contacto. Lo más que interactuamos en persona o por mensaje de texto tuvo que ver con reunirnos con Beomgyu en la graduación y organizar este viaje.

Ambos hemos estado ocupados, obviamente, pero es mucho más que eso. He sido demasiado cobarde para comunicarme porque, aunque el tiempo fuera me ha ayudado a lidiar con mis sentimientos por Soobin, todavía están ahí.

Ir a la graduación de Beomgyu fue una prueba para ver si había superado el control que Soobin tenía sobre mí, y fracasé miserablemente. Echaba de menos a Soobin incluso más de lo que esperaba. Demonios, también extrañé a Beomgyu. Fue genial verlos, pero volví a Virginia aún más destrozado que antes.

—Pregunta —dice Beomgyu—. ¿Por qué no estamos desnudos? ¿No es esa la mejor manera de empezar unas vacaciones?

Soobin sale de sus brazos.

—Paciencia, pequeño.

Beomgyu agacha la cabeza y lo agarro por detrás con más fuerza.

—¿Esa es tu manera de insultar mi aspecto ahora? Porque estoy muy flaco, y mis músculos se han desinflado, y...

¿Muy delgado? Está lejos de eso.

—Oye, espera. —Soobin ahueca la mejilla de Beomgyu—. ¿De qué estás hablando? Todavía eres increíblemente sexi. Cuando te vi por primera vez, pensé que te habías esforzado mucho para perder todo ese volumen.

—Para nada. No hice nada para perderlo... y supongo que por eso lo hice. Aparentemente, cuando haces ejercicio todos los días con un equipo de fútbol durante la universidad y luego te detienes, es el equivalente a reventar tus músculos con un alfiler como un globo. —Señala una bomba que explota con sus manos e incluso agrega efectos de sonido.

—Eres jodidamente hermoso —murmuro en la parte de atrás de su cabello—. Con músculos o sin ellos.

—De acuerdo —dice Soobin—. En realidad, incluso podría gustarme este Beomgyu diminuto.

Beomgyu se cruza de brazos.

—No soy diminuto. Ahora, sobre el asunto de los desnudos...

Parece que aparte de algunas nuevas inseguridades de la propia imagen, Beomgyu sigue siendo el mocoso de ojos brillantes que siempre fue.

—Pensé que querrías ducharte después del viaje en avión, tal vez comer algo y acomodarte —digo.

Beomgyu se gira entre nosotros para mirarme ahora, y el brillo permanente en sus profundos ojos marrones brilla más.

—Bueno, tengo hambre de algo. —Alcanza la bragueta de mis jeans, y detrás de él, Soobin se ríe y agarra la parte superior de los hombros de Beomgyu.

—Sigues siendo un perrito caliente. —Soobin lo conduce hacia el dormitorio principal con la cama king gigante y un baño lo suficientemente grande para que los tres quepamos cómodamente. Fue una de las razones por las que elegí este lugar. Revisé innumerables reseñas para encontrar un lugar que pudiera sernos cómodo.

—Dúchate —dice Soobin, y luego escucho cerrarse la puerta del baño.

Sale de la habitación, negando con la cabeza.