When I Find The Truth 《Yeonbingyu》

Parte 31

BEOMGYU

¿SI ESTOY SEGURO de que quiero esto? ¿Está bromeando?

Claro, mi trasero ya está picando, y mi polla está luchando valientemente por tener que ondear la bandera blanca, pero ¿esto? Esto ha estado en mi lista de fantasías máximas, y hacerlo con Yeonjun y Soobin agrega una capa completamente diferente.

La idea de que yo esté tan lleno, mi agujero se estiró y puedo tenerlos dentro... Ni siquiera me importa si no puedo correrme con esto. Lo quiero.

—Nunca he querido nada más. —Mi voz es temblorosa, pero no puedo evitarlo.

Yeonjun se mueve detrás de mí y la cabeza de su polla empuja dentro de mí.

La sensación es nueva y diferente... un poco extraña y difícil de acostumbrar.

Pero Soobin ahueca mi rostro, obligándome a mirarlo.

—Respira. —Su fuerte presencia, incluso en su estado debilitado, hace que mi cuerpo obedezca antes de obligarme conscientemente a tomar aire—. Tienes esto.

Yeonjun se hunde más profundo.

Ahí está ese subidón que quería. La sensación de estar tan lleno que dudo si es posible tomar más, pero tengo que hacerlo.

Porque Soobin y Yeonjun prometieron ser míos, y les voy a demostrar que soy de ellos.

Me poseen por completo.

Totalmente.

Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para que estemos juntos.

—Estoy bien —gruñí—. Sigue adelante. Por favor, continúa.

Yeonjun prueba un empuje experimental pero débil, y no duele. Duele un poco, pero no más que el sexo regular con penetración uno a uno.

Sin embargo, debe hacerle algo a Soobin, porque gime y echa la cabeza hacia atrás como lo hizo antes cuando lo estaba montando.

—Esto se siente increíble —dice—.Yeonjun se mueve contra mí mientras estoy dentro del calor de Beomgyu.

—Hazlo de nuevo —insto a Yeonjun—. Me gusta cuando Soobin pone esa expresión.

Los ojos de Soobin están cerrados con fuerza, sus mejillas sonrojadas y se muerde el labio inferior como si eso lo ayudara a contenerse por más tiempo.

La idea de que se desaten dentro de mí, de que me tomen y adoren mi cuerpo... me vuelve más salvaje que cualquier otra cosa que hayamos hecho. Pero, sobre todo, es la idea de que ellos me cuiden después lo que hace que mi pecho anhele.

Estos son todos mis sueños hechos realidad, algo que está separado de mi trabajo, mi familia, mi vida real... y quiero que siga así.

Quiero que dure para siempre.

Yeonjun acelera el ritmo y puedo tomármelo con más calma.

Soobin también comienza a moverse, ambos dentro de mí a la vez.

Es el cielo.

Es trascendental.

Mi polla se ha recuperado del dolor inicial en mi culo, y el dolor ha dado paso a algo mucho más grande que el placer.

Necesidad, lujuria... amor.

—No voy a poder aguantar —advierte Soobin—. Ha pasado demasiado tiempo y esto es demasiado bueno.

—Está bien —digo. He conseguido lo que quería. Esto no se trata de un orgasmo para mí, sino de ser propiedad de ellos.

Las caderas de Soobin se sacuden una vez. Dos veces.