When I Find The Truth 《Yeonbingyu》

Parte 12

SOOBIN

SOLO dos semanas después, en medio de que Yeonjun y yo intentamos averiguar cuándo podemos sorprender a Beomgyu, hay un mensaje de texto grupal de él:

Sé que esto es de última hora y lo más probable es que no sea plausible, pero me asignaron a cuidar a un deportista que quiere esconderse de los medios por un tiempo después de salir del armario, así que estoy en Catskills, en un semi-resort privado, y realmente me encantaría si pudierais acompañarme. Aunque sea solo por un par de noches. Una noche. No puedo dejar de pensar en esas fotos que me enviasteis, y necesito volver a veros a ambos.

Yeonjun es el primero en responder. ¿

¿Estás en una cabaña en el bosque con un deportista gay? Me parece que podrías tener tu propia diversión.

Sonrío ante el mensaje de texto, pero solo porque sé que Yeonjun no está siendo desdeñoso. Está preguntando rotundamente si Beomgyu está involucrado con este otro chico.

Beomgyu responde: Es un cliente. Puede que mi tío me ame, pero su amor no está por encima de despedirme.

Y luego es seguido por una serie de mensajes burlones de él.

Incluso si este chico es sexi, voluminoso para un jugador de béisbol. Accidentalmente lo encontré en la ducha, y dejadme deciros que los pantalones de béisbol, tan ajustados como son, aún ocultan lo sexy que es su trasero. Oh, ¿mencioné que también tengo un compañero interno aquí también? Es el típico exdeportista rubio estadounidense. También homosexual. Dos chicos. Ninguno de los cuales me puedo follar a menos que quiera que me despidan. ¿Qué debe hacer un chico?

Mi teléfono comienza a sonar y, como era de esperar, es Yeonjun.

—¿Puedes intentarlo? —pregunta tan pronto como respondo.

—Probablemente pueda. Haciendo unos malabares.

Aparto el teléfono de mi oreja, abro la cadena de texto y escribo:

¿Cuánto tiempo estás ahí?

Él responde de inmediato. Dos semanas.

Volví a poner el teléfono en mi oído.

—Debería poder tener un par de días libres la próxima semana. Todo el mundo sabe que el despliegue llegará en algún momento dentro de un par de meses, por lo que tendría que averiguar qué días podrían aprobarse, ya que todos quieren ir a ver a sus familias y esa mierda.

—Deberíamos hacerlo —dice Yeonjun.

—¿Y esto tiene todo que ver con Beomgyu y nada que ver con los dos chicos con los que se ve obligado a pasar dos semanas encerrado en una cabaña?

—Oye, es posible que no tengamos reglas para cuando estamos separados, pero estábamos tratando de planear ir a verlo, y si dos chicos van a hacer que se vaya, deberíamos ser nosotros. Por el bien de su trabajo. Además, seríamos mejores en eso que algunos deportistas estúpidos. Somos SEAL.

—Corrección, soy un SEAL. Tú eres ex-marine.

—Todavía no, no lo soy. Mi respuesta es sí. No me importa cómo lo organicemos, nos vamos a Nueva York.

Resulta que Yeonjun podría tener una racha posesiva que no conocía. Es dominante, sí. Le gusta tomar las decisiones. ¿Pero posesivo? No sobre nadie que haya visto. Tiene sentido en cierto modo porque le encanta sentirse necesitado. Y ahora mismo, Beomgyu nos necesita.

***

—¿Por qué hace tanto frío? —Me quejo tan pronto como las puertas corredizas de vidrio del aeropuerto se abren y salimos a la acera.