When I Find The Truth 《Yeonbingyu》

Parte 19

SOOBIN

¿VIENES A RECIBIR A BEOMGYU? —pregunta Yeonjun.

Quiero hacerlo, pero la forma en que Beomgyu nos echó de su lugar antes me hace dudar de lo que estoy haciendo aquí. Lo que me está volviendo loco porque sé lo que es esto y sé lo que acordamos tener.

Antes de llegar a Nueva York, le habría dicho que, si su familia estuviera en la ciudad, nos esfumaríamos. ¿En el momento? No quería nada más que él nos llevara abajo y nos presentara.

Lo hizo para protegerme a mí y a mi trabajo, así como al suyo propio, pero todo el asunto no me sienta bien.

—¿Estás bien para bajar? Tengo que llamar a mis padres. No los he llamado desde que regresé.

—Salúdalos de mi parte.

—De ninguna manera. Entonces harán un millón de preguntas sobre ti en lugar de sobre mí, y ya tengo que luchar contra mis millones de hermanos por su atención.

Yeonjun sonríe, su encanto americano brilla.

—Sabes que soy su hijo favorito.

Tiene razón en eso. Mis padres lo quieren más que a mí o a cualquiera de mis hermanos, pero es porque saben que Yeonjun no tuvo la misma educación que nos brindaron a nosotros. Cuando vinieron a visitarme después de que Yeonjun y yo nos mudamos a nuestro apartamento en Coronado, preguntaron si los padres de Yeonjun ya habían venido a ver el nuevo apartamento porque no querían quedar en segundo lugar en los premios para padres. Cuando Yeonjun se burló y dijo que nunca podrían quedar en segundo lugar después de las personas que decían amarlo, pero luego lo descartaron debido a sus "opciones de vida" mamá osa lo adoptó de inmediato.

No tengo secretos para mis padres, y ellos conocen la historia de Yeonjun y la mía. Érase una vez, trataron de convencerme de que yo le pertenecía. Y tal vez, por un tiempo, comencé a creerlo, pero estaba demasiado ocupado siendo joven, salvaje, despreocupado e interesado en proteger mi carrera.

Además, estaba convencido de que las relaciones nunca funcionan a pesar de que mis padres demuestren lo contrario. Pero son la excepción, no la regla.

Aunque me encanta la dinámica de grupo en el dormitorio, las pocas relaciones que probé en mis veintes habían sido entre dos porque, bueno, eso es lo que haces según la sociedad.

Estando nuevamente en la órbita de Yeonjun y Beomgyu, estoy convencido de que la sociedad es un lugar tóxico de cerrazón y tradición.

Yeonjun es mi mejor amigo, y siempre tuvimos esta conexión intensa que superaba la amistad, pero llegó Beomgyu y, de alguna manera, encajé con él tan bien como con Yeonjun.

Cuando Yeonjun se va a esperar a Beomgyu en el vestíbulo, saco mi teléfono y hago una videollamada con mis padres en Hawái.

—¡Aloha, Soobin! —Papá responde con su tono alegre. De él obtuve mis genes polinesios.

—Es la tarde en Nueva York, papá.

—¿Nueva York? ¿Por qué estás en Nueva York? Pensé que esta iba a ser la llamada telefónica que tu madre y yo siempre tememos. Gira la cabeza para gritar—: ¡Mina! Nuestro hijo menos favorito está llamando.

—Se cree que es muy divertido.

—En realidad estoy aquí con tu hijo favorito —le digo.

—¿Yeonjun está ahí? Pónmelo. —Se agacha y mueve la cabeza como si pudiera ver a Yeonjun desde un ángulo diferente. Los padres y la tecnología, lo juro.

—No está aquí.

—Pero dijiste...

—Está en Nueva York. No en la misma habitación en este mismo minuto. Además, yo he llamado para hablar contigo. El uno a quién mamá realmente dio a luz, y necesito un consejo.