Enid Sinclair siempre le ve el lado bueno a las cosas, hay muy pocas cosas que la pueden poner de mal humor o a las que no puede darle la vuelta para que mejoren y esas son tener que salir de su casa durante los días calurosos del verano y el hecho de que su novia quiere adoptar un gato. No la malinterpreten con esto último porque ella en realidad ama a los animales, es solo que ella es un poco celosa con su novia, las dos tienen vidas ajetreadas entre sus trabajos y la universidad haciendo que solo compartan unas pocas horas al día que no piensa compartir con una bola de pelos, por lo que cuando Wednesday llega a casa con un volante donde hay información sobre una camada de cachorros felinos que dan en adopción ellas tienen una conversación que las lleva a su primera pelea desde que viven juntas.
Hoy se cumple una semana de esa pelea y Wednesday seguía viendo videos de gatitos adorables mientras suelta dramáticos suspiros cuando están viendo televisión en el sofá haciendo que Enid se sintiera como la peor persona del mundo, Enid siente que ha pateado un perrito cada ve que escucha ese suspiro.
- Esto tiene que parar Wedns, si sigues así vas a quedarte sin aire.- Es el sexto suspiro de la mayor en una hora y la otra comienza a notar que son cada vez más ruidosos. Están en el sofá como cada noche después de cenar, Enid ha llegado de su trabajo en la boutique hace una hora encontrándose con la cena ya hecha y a una Wednesday sonriente y usando un lindo vestido que jamás usa, eso la hizo dudar de si había olvidado su aniversario hasta que revisó su calendario y verificó que faltaban unas semanas aún.
La excusa de Wednesday fue que su jefa la dejó salir más temprano debido a que la última sesión de fotografía fue cancelada y entonces decidió arreglarse y preparar algo. Enid no se lo traga pero no se niega a ser mimada un poco ya que Wednesday no es del tipo que hace detalles románticos a menudo.
- Lo siento.- Responde haciendo un puchero que pone a la rubia en alerta, se le queda viendo fijamente desde su lugar en los brazos de la mayor. Están acurrucadas y como siempre la menor esta encima.- ¿Qué? – Pregunta con falsa inocencia.
- Estas actuando extraño Wednsdy.- Enid pone su mano en la frente de la otra.- ¿Tienes fiebre?
- Déjame en paz Sinclair.- Le da un manotazo y entonces quien suspira es la menor, esa si es su chica. Wednesday vuelve su rostro a la televisión pero no la está viendo, Enid casi puede ver como sus pensamientos se mueven en su cabeza así que espera pacientemente a que hable sobre lo que tenga dando vueltas en mente.
- Mañana nos darán un gato.- Suelta de repente la pelinegra haciendo que Enid se levante de un salto como si le hubiera dicho que tenía piojos.- El día que traje el volante no creí que lo tomarías tan mal así que camino aquí llamé para pedir adoptar uno y me dijeron que tenía que esperar una semana para que dejaren la leche materna, cuando discutimos creí que se te pasaría pero veo que no y por eso he estado viendo videos lindos de ellos con la esperanza de que te agraden un poco.- Wednesday sigue en el sofá mientras que Enid está de pie viéndola sin expresión, lo cual asustaba más a pelinegra que saber si está molesta.- Solo dale una oportunidad, si no te agrada podemos dárselo a mi jefa, yo solo no pude llamar para decir que no lo quería después de que me enviaron esta foto de él.- Ella se levanta y busca en su celular la fotografía en cuestión.
Cuando le muestra el celular Enid mira un pequeño gatito Fold Escocés negro con una mancha blanca entre las orejas, ella levanta la vista del aparato para ver a una Wednesday con carita de cachorro y finalmente la rubia suspira sabiendo que no puede negarle nada.
- Una semana y si no se adapta será Divina quien tendrá que explicarle a Tanaka porque tienen una gato.- Wednesday salta a los brazos de Enid llenando su rostro de besos.
Unos ojos cafés la miran fijamente cuando despierta, otra vez, salta en la cama olvidando lo cerca que está del borde y termina en el suelo, de nuevo. Enid se levanta maldiciendo a la bola de pelo que la mira burlona desde lo alto de la cama, o eso es lo que imagina ella.
