Visiones- Parte 2

644 61 1
                                    

La gravilla cruje bajo los neumáticos que van a toda velocidad, el suave rugir del motor rompe el silencio conforme avanza por la abandonada carretera. El panorama solo podría describirse como frío, con el cielo nublado y la temperatura tan baja que podría congelar los dedos de cualquier incauto que se atreva a salir por allí sin un buen par de guantes. El tipo que da las noticias en la radio pronostica una fuerte nevada por la noche, siendo catalogada como tardía si se toma en cuenta que las festividades decembrinas están a la vuelta de la esquina, pero es mejor tarde que nunca.

Enid mantiene la mirada fija en el camino hasta que el edificio de arquitectura gótica se asoma por la colina. Con los tejados color negro y las paredes de madera oscura que le dan ese aspecto sombrío, las rejas de hierro fundido que han visto pasar más generaciones de las que Enid podría imaginarse, esas gárgolas con las que le tomó tiempo sentirse cómoda. La mansión Addams se irgue orgullosa en un claro junto al bosque más tenebroso que la rubia jamás había visto antes y el lago que alberga criaturas que ni siquiera puede nombrar.

Para Enid fue extraño visitar ese lugar al principio, con máquinas de tortura en las oscuras habitaciones y dagas volando por doquier, pero las cosas son diferentes ahora y después de casi cuatro años siendo una huésped habitual en el lugar desde aquella primera vez que Wednesday se ofreció a dejarle ser parte de sus tradiciones familiares, estando todavía en Nevermore, Enid siente que este es en realidad es su verdadero hogar. Cosa que la licántropo nunca pudo decir sobre su casa siempre demasiado llena y a la vez vacía, donde parece que nadie la hecha de menos. La señora Sinclair nunca preguntó por qué su hija prefería pasar las vacaciones con la familia Addams, nunca mostró interés en recibir a Wednesday después de enterarse sobre la relación que las chicas mantienen y ahora apenas tiene contacto con la rubia, es como si ella estuviera mejor sin Enid.

- ¿Ocurre algo? – La voz de Wednesday saca a Enid de sus pensamientos cada vez más pesimistas y está por responderle cuando recuerda que la mujer de cabello negro tampoco es una persona grata para ella justo ahora.

- Nada que debas saber.- Esa respuesta es suficiente para que ambas guarden silencio de nuevo, como han hecho durante todo el trayecto hasta las afueras de Nueva Jersey.

Después de aquel baile en Nevermore nada volvió a ser lo mismo entre quienes una vez fueron mejores amigas. Wednesday luchó contra sus impulsos amorosos hacia Enid debido al temor de terminar arruinando lo que tenían al ser demasiado codiciosa pidiendo más; Enid tuvo una batalla contra su propia mente e inseguridades. Fueron tiempos difíciles entre las cuatro paredes de aquel dormitorio porque la barrera invisible que se levantaba por el día con charlas sobre el futuro, la lógica en sus situaciones y lo que se pensaban que era lo mejor siempre terminaba saliendo por la ventana tan pronto el sol se ocultaba, porque Enid convencía a Wednesday de que los besos a escondidas, los caricias y detalles realmente no significaban nada porque no estaban en una relación todavía, no había porque mencionarlos por la mañana.

Y entonces se cumplió la primera visión que Wednesday tuvo en el Rave’N. Fue durante las vacaciones de primavera en su último año escolar, ambas estuvieron en la mansión Addams solo un fin de semana porque Enid debía asistir a sus sesiones de terapia semanales y Wednesday no la dejaría regresar sola a esa prisión para estudiantes, ellas tuvieron un día de campo en los terrenos de la mansión por petición de la rubia donde ninguna pudo quitarle los ojos de encima a la otra y la pelinegra no dejaba de cuestionarse por qué debían mantenerse alejadas. Wednesday creía saber por qué Enid mantenía su extraña relación entre las paredes de su habitación, todo indicaba que era culpa de la Esther Sinclair y los años de tortura emocional contra su hija. Wednesday lo sabía porque las amigas hablan de ese tipo de secretos durante las noches en vela o pijamadas, pero ellas ya no eran amigas y la joven Addams no tenía idea de como funciona porque ella tampoco era buena con los sentimientos. Tenía información, sabía como proceder en la teoría, pero ella jamás estuvo interesada en la práctica de los sentimientos hasta que Enid entró a su vida.

Esa noche la cena fue incomoda para Enid porque conoce tan bien a Wednesday como a la palma de su mano y supo de inmediato que algo andaba mal con la pelinegra, incluso lo supo durante el día de campo, pero no dijo nada porque Morticia estuvo toda la noche hablándole sobre las nuevas plantas que estaba criando en su invernadero y Enid no quiso ser descortés al ignorarla para cuchichear con Wednesday. Cuando Wednesday no se despidió con un pequeño abrazo en medio del pasillo que separa sus habitaciones Enid creyó que todo se había ido al demonio, porque esa fue siempre una pequeña tradición desde la primera vez que Wednesday la trajo a su hogar y no podían compartir habitación.

El amor es difícil, Enid siempre lo supo, desde ese que tus padres te condicionan hasta aquel que te golpea como una corriente eléctrica por solo tocar la mano de aquella persona por la que estuviste cayendo lentamente durante casi un año sin notarlo siquiera. Esos meses donde Wednesday y ella jugaron al tira y afloja fueron como si la rubia estuviera perdida en un laberinto sin salida y lo único que quisiera fuese ser rescatada, no por que fuera una doncella en apuros, sino porque necesitaba encontrar algo a que lo que aferrarse para poder salir. Ella necesitaba a Wednesday.

Aquella noche las bisagras de la vieja puerta crujieron pesadamente asustando a la joven Enid, fue solo un minuto hasta que sintió los familiares brazos fríos rodear su cintura como había hecho tantas veces antes en su dormitorio compartido y en un ágil movimiento estuvieron frente a frente.- Wednsdy, estamos en la casa de tus padres.- Le recordó en pos de la cordura, porque ella necesitaba un poco de la misma. Su voz fue silenciada por un beso profundo y suave, de esos que jamás podrían bastarle.

- Lo lamento, se que no es la forma en que esto debería suceder, porque tu mereces algo similar a lo que siempre vez en esas vomitivas comedias románticas que insistes en ver durante nuestras noches de películas, pero Enid Sinclair, estoy enamorada de ti.- El corazón de ambas dio un salto cuando los fríos labios de Wednesday por fin dijeron lo que habían guardado con recelo por tanto tiempo. Enid buscó cualquier indicio de duda en los ojos oscuros que la miraban con adoración y entre la penumbra solo puedo encontrar una vulnerabilidad que jamás había visto en la joven.

Esa no fue una noche sencilla para Wednesday porque no tuvo a quien pedirle un solo consejo sobre relaciones durante todo el tiempo en el que supo que estaba enamorada de su Enid, ella pensó en acudir a sus padres y luego de recordar la forma exagerada que demuestran su cariño pensó en que no es algo con lo que se sentiría cómoda, también estuvo su tío Fester pero él solo ha tenido una relación seria de la que haya registros y el hombre se niega a hablar de ello. Durante semanas le dio vueltas al asunto pensando en cuál debería ser la forma perfecta para informarle a Enid que sus sentimientos habían evolucionado del cariño al amor en toda regla, como apuntaban todos los libros que pudo encontrar sobre el tema, pero no se le ocurrió nada hasta esa noche que sintió como su frio corazón empezó a latir con desenfreno, tomando eso como una señal de su caída en la maldición de su familia, y si esa no era una señal para declara su amor en ese mismo no sabía cuál podría ser mejor.

Así que allí entre las sabanas de la que se convirtió oficialmente en la habitación de Enid fue donde las dos dieron el paso a una relación, las dos aceptaron que no había a donde huir y que lo mejor para enfrentar sus miedos sería hacerlo juntas. Wednesday no mencionó aquella visión que tuvo hacía casi un año porque ni siquiera lo recordó en ese momento.

Ahora, en el presente, lo único que Wednesday sabe con seguridad es que podría estar enfrentándose a su peor temor. Después de una relación formal de tres años y diez meses nunca había estado en una situación tan mala con Enid. Todos dicen que las parejas suelen tener altos y bajos, los autores lo dicen, los terapeutas lo dicen, las personas no se cansan de puntualizarlo, pero su padre siempre le ha dicho que ella es una Addams así que lleva la pasión en la sangre y ella sabe que su amor por Enid está directa y no literalmente en su corazón.

Cuando Wednesday estaciona frente a la entrada de la casa Enid salta del auto dejando sola con las maletas a la pelinegra, lo cierto es que la rubia no cree que pueda aguantar un segundo más dentro del amado Corvette que Gómez le regaló a su novia por su graduación hace dos años. La forma en que Wednesday la estuvo viendo por el rabillo del ojo cada quince o veinte minutos solo sirvió para hacer que ella comenzara a perder la paciencia, porque Enid sabe que no es su culpa que estén en esta situación, no debería ser ella quien intente arreglarlo como hace siempre.

- ¡Enid! Que gusto verte, querida.- Morticia luce tan guapa como siempre en uno de sus vestidos negros que solo resaltan su figura. Suegra y nuera comparten un abrazo que solo es interrumpido por el ruido que Wednesday causa al dejar caer su maleta en la entrada de forma teatral antes de poner la maleta color rosa con cuidado a su lado.- Wednesday.- Enid frunce el ceño por el apático saludo con el que la mujer mayor se dije a su hija, porque la señora Addams siempre es afectuosa con Wednesday pese a ser rechazada de forma grosera la mayoría de las veces.

- Madre, ¿Dónde están todos? – Pregunta Wednesday después de notar que la casa está sospechosamente silenciosa, eso nunca es bueno para una Addams que creció dentro de estos muros, pero la matriarca espanta las preocupaciones de la menor con un ademán vago.

- Revisan los últimos preparativos de la fiesta.- Enid titubea sobre sus pies antes de dirigirse hasta donde su novia dejó la maleta color rosa y tomarla sin importar que Wednesday se ofrece a llevarla por ella.

La celebración de este fin de semana es en honor al tío Fester y su cumpleaños, Enid se sorprendió cuando supo que en realidad nadie sabe cual es su edad, pero toda la familia estará aquí para la gran fiesta porque los Addams no desperdician la oportunidad de pasar tiempo de calidad y beber un buen vino. La cosa es que Enid no se siente nada festiva, sin importar cuanto aprecie al tío Fester y lo mucho que adora estar en casa, la única cosa que pasa por la mente de la rubia es como su relación con Wednesday parece irse apagando desde hace un par de meses.

Podría ser una exageración si la pareja no viviera en el mismo apartamento o si el cambio de conducta en Wednesday no fuera tan notorio, si tan solo Enid no supiera lo que Wednesday ha hecho. La pelinegra comenzó a llegar tarde a dormir con el vago pretexto de estar ocupada revisando casos viejos en estaciones de policía cercanas para aprender sobre como operan los criminales de la ciudad, dando excusas vagas como si Enid no pudiera pedirle a Thing que siga a su pareja, cosa que ella hizo después de una semana solo para asegurarse de que la pelinegra no iba a meterse en problemas reales y poder dormir tranquila sabiendo que no iban a llamar de la estación para avisarle que habían detenido a su novia. Solo que no había casos o estaciones de policía, lo que Thing vio fue tan sorprendente para la rubia que tuvo que ir a verlo con sus propios ojos.

- Enid, tenemos que hablar, mi madre sabe que ocurre algo y está preocupada por nosotras.- Wednesday entra a la habitación cuando Enid esta terminando de poner su ropa en la parte del armario que le corresponde. La joven Addams nota de inmediato el enrojecimiento en la nariz de su pareja y como brillan sus ojos, ella estuvo llorando.- ¿Puedes decirme que sucede? – Allí esta esa pregunta de nuevo, piensa Enid, como si no la hubiera hecho unas cien veces durante el último mes.

Enid se niega a darle la satisfacción, ella sabe bien que Wednesday no es idiota y se dará cuenta más pronto que tarde de que ha sido descubierta en su treta, el problema es que está  tardando mucho y la rubia comienza a desgastarse. Guardar un secreto propio es cansado pero guardar el de alguien más puede consumirte y es mucho peor cuando ese secreto te lastima.

- No se ¿Hay algo que quieras decirme? – Si algo ha cambiado en Wednesday a través de estos años es que ahora es mucho más abierta en cuanto a sus emociones y como las demuestra frente a Enid, lo que no es exactamente bueno justo ahora para la rubia porque ver a la mujer que ama con los ojos brillando con dolor detrás de una falsa máscara de indiferencia es una tortura.

- Esta conversación ha estado yendo en círculos desde hace semanas, nos vemos solo cuatro horas al día y siempre tenemos esta conversación.- Wednesday es quien da el primer paso al frente en medio de la habitación que las separa.- Cara mia, no se que he hecho para merecer esta tortura o si te fallé en algo, pero mis acciones nunca son para lastimarte, si un día lo hago pueden clavar una estaca en mi pecho y que den mi carne a las aves carroñeras que habitan el techo.- En otro momento habría sido un hermoso discurso que demuestra el amor de Wednesday, hoy es solo otro clavo en el ataúd que Enid comienza a construir para ella.

Wednesday nota el cambio en el rostro de su amada, porque ella también se ha vuelto buena leyendo a las personas, y sabe que algo anda muy mal, que es ella misma quien cometió un acto aparentemente imperdonable a los ojos de Enid y si no lo soluciona cuanto antes perderá siempre al amor de su vida.

- The Sky, Imperio, Lexus, Crazy W Horse, Mónaco club ¿Necesitas más? – Enid escupe cada palabra antes de salir de la habitación a toda prisa dejando a Wednesday sola.

Imperio, Lexus, Crazy… Ella lo sabe, se da cuenta Wednesday, o al menos cree saber algo y es por eso que esta tan enojada pero no tiene idea del porqué de su presencia en esos sitios. Maldición, murmura Wednesday.

Thing hizo bien su trabajo y Enid estuvo muy arrepentida de haberse interesado por lo que hacía su novia durante las noches porque a nadie le gusta enterarse de que te están dejando de lado por lo que se podría describir como un tour por los mejores clubes nudistas de la ciudad. Todos los clubes tienen mujeres hermosas haciendo presentaciones elegantes al ritmo de la música hasta altas horas de la madrugada y Wednesday ha pasado un mes y medio recorriéndolos todos, ella vuelve a unos cuantos cada cierto  tiempo e incluso habla con las camareras, las bailarinas y hasta los encargados. Enid sabe que no se trata de negocios o ya se lo habría contado, ellas hablan de todo siempre sin importar cuan loco o ilegal sea lo que hace la pelinegra, pero ese tema no ha sido tocado nunca.

No hay una forma en que Enid pueda sentirse segura de sí misma cuando se compara con esas mujeres de cuerpos tonificados, es como si todas las palabras que su madre dijo durante su adolescencia de repente se hubieran vuelto realidad y lo odia, porque ella trabaja mucho en saberse suficiente, sabe que vale mucho como mujer y lo hermosa que es, pero siempre habrá una vocecilla en el fondo de su mente que le diga todo sus defectos uno por uno y que intenta hacerle pensar que su valor depende de la aprobación de otros. Justo ahora la vocecilla está ganando.

- Madre.- Wednesday baja los escalones de una forma ágil y poco segura, ha estado buscando a Enid por todos los rincones de la planta alta desde hace horas sin ningún éxito, pero tan pronto como ve a su madre pasar por el pasillo principal sabe que necesita hablar con ella. Nunca creyó que sería a ella a quien le pediría un consejo si requería salvar su relación, pero esta es una situación muy complicada y Morticia Addams es la única que puede hacer algo al respecto.- Madre, necesito que Enid me perdone.- El leve tono de suplica pone en alerta todos los sentidos de la mujer ya que Wednesday jamás le ha pedido algo, ni siquiera cuando era pequeña.

- ¿Qué hiciste? – Pregunta mientras las dirige de forma gentil hasta una habitación que está siendo usada como bodega de licores para que los empleados contratados para decorar la casa no puedan escuchar nada que los espante, al menos no tan pronto.

- No puedo decírtelo, ni a ella, solo necesito saber que hacer para que ella confíe en mi.- La ceja juzgona de la matriarca se levanta y las esperanzas de Wednesday de salir de allí sin revelar sus secretos caen al suelo, la joven Addams toma una respiración pausada antes de hablar.- Es un tema complicado, tiene que ver con algo que vi en mis visiones… nunca te he hablado de ello pero suelen durar muy poco, apenas tengo tiempo de obtener información antes de que terminen y no hay forma de volver a ellas, son solo probadas de futuros aleatorios, con los años he aprendido a buscar lo importante para descifrarlas aunque se que descifrarlas no sirve de nada porque de igual forma no puedo saber a ciencia cierta cuando ocurrirá lo que vi.- La pelinegra suspira pensando en cuál es la mejor manera para decir lo siguiente sin que su madre haga un escándalo.

- Tuve una visión hace poco, fue solo un pequeño lapso, pero nos vi a Enid y a mi con un pequeño bebé, fue una visión extra corpórea y si hubiera prestado más atención al entorno en lugar de lo hermosa que Enid se veía seguramente tendría mejor información sobre quién es la madre biológica del niño. Había una hoja de adopción sobre un escritorio junto a nosotras y solo pude leer el nombre de la mujer, Monique Letterman, antes de que todo desapareciera.- Wednesday espera la reacción de su madre, tal vez gritos de júbilo por saber que su hija formará una familia en algún futuro o uno de esos abrazos espontáneos que la pelinegra tanto odia, pero nada de eso sucede.

- ¿Con que fin la buscas? ¿Qué tienen que ver los clubes nudistas? – La postura de Morticia sigue siendo la misma desde que entraron allí, lo cierto es que ella sabe que su hija está asustada por su futuro, tener el poder de saber que puede ocurrir en tu vida es aterrador algunas veces si no estás preparado para ello, teniendo la posibilidad de intervenir o averiguar que ocurre antes de que suceda. Seguramente la mayor diferencia que hay entre Wednesday y ella misma es que, desafortunadamente para Enid, Wednesday heredó el lado impulsivo de su padre.

- Investigué a todas las Monique Letterman de la ciudad y resulta que es una bailarina exótica, ella ya está embarazada según sus registros médicos, pero no se que debo hacer ahora, hay muchas cosas que me preocupan sobre esa visión, madre, como el hecho de que no he visto nada tan trascendente para mi vida durante años y ahora tengo esta experiencia donde pude ver ese nombre ¿Puede ser una señal de algo? ¿Ese bebé cambiará tanto las cosas? ¿Y si esa mujer muere? Podría ser por eso que Enid y yo recibimos a su bebé.- Esa respuesta si que sorprende a Morticia.

Desde que Wednesday era una niña demostró ser empática, amable y completamente desinteresada con el mundo a la vez, como si no le importara nada ni nadie pero no fuera capaz de dañar a una mosca si no lo mereciera. Verla allí preocupada por una completa extraña solo porque vio su nombre en una visión es la cúspide del trabajo como madre para Morticia Addams, porque las dos saben que esa visión puede no cumplirse o puede ser que no sea ese bebé el que ellas adopten, y obviamente esta el supuesto de que Wednesday esté solo exagerando el motivo por el cual un bebé puede terminar en adopción.

- No puedes interferir con el futuro, cariño, tu no decides que sucede y que no, si ella planea dar en adopción a ese bebé está ya decidido y si ustedes no planean adoptar a un bebé no lo harán.- A Wednesday siempre le ha molestado el tono que usa su madre para explicarle las cosas.- Hay un millón de posibilidades que parten de esa simple visión e incluso puede no cumplirse, debes dejar que las cosas fluyan a su ritmo sin importar cuanto te asusten. Además de que deberías hablar con Enid sobre esto porque ella va a dejarte.- Le informa de una buena vez, porque Morticia tuvo una visión algo borrosa de Enid dejando la mansión mientras Wednesday la perseguía en medio de la fiesta, algo dramático y teatral digno de una reunión Addams.- No pierdas tiempo.- Ese pequeño empujón es todo lo que necesita la pelinegra para seguir con su búsqueda.

Es con la ayuda de Thing y la promesa de un kit para manicura que por fin puede encontrar a Enid. La licántropo nunca suele ir al ala oeste de la mansión porque es solo una habitación enorme y fría, siempre le dijo a Wednesday que le recordaba a esas películas de terror que no la dejan dormir después de verlas, así que Wednesday no se molestó en buscar allí desde un inicio.

- ¿Enid? – La aludida levanta la mirada de la ventana por donde pueden verse llegar algunos de los invitados, pasa ya de la hora acordada y la rubia ya había decidido no asistir a la fiesta, pero ahora que Wednesday la encontró no tendrá de otra.- Necesitamos hablar, te voy a explicar mi comportamiento, solo ven por favor.- Pide Wednesday manteniendo una distancia prudente.

Enid sigue sentada en la ventana sin mostrar mucha emoción por seguirla, pero Wednesday no va a darse por vencida antes de comenzar con su refriega siquiera, por el perdón de su amada la pelinegra puede esperar una vida si es necesario. Lo que hizo no fue lo más sensato seguramente, pero no es la primera visión  de la que no le cuenta a Enid ¿Por qué debería poner el la carga de su futuro en sus hombros? Las cosas pueden no salir como las ve, no han sucedido así antes, y dejarle saber a Enid que ha echado un vistazo al futuro solo creará presión en sus acciones. Wednesday no puede hacerle eso, ella no quiere hacerle eso, por ello es que no pretendía decirle sobre el bebé ¿Qué pasa si Enid no tiene planeado formar una familia y está conversación lo cambia? Las visiones pueden resultar en toda una paradoja si no se les trata con cuidado.

- Enid, por favor.- Vuelve a pedir la pelinegra extendiendo su pálida mano para ayudar a su novia.

Enid suelta un suspiro cansado antes de girarse en dirección de su novia y ponerse de pie finalmente, cualquier cosa que Wednesday diga no puede ser peor de lo que ella ya sabe de todas formas así que no puede hacer mal escucharla mientras empaca sus cosas.

Wednesday sigue Enid hasta la habitación que ambas comparten, anteriormente fue solo de la joven Addams pero decidieron que no tenía sentido fingir si ya viven juntas en la ciudad, la rubia entra directo por su maleta y la pone sobre la cama para meter cosas en ella como una especie de cronómetro para que Wednesday diga lo que tiene que decir.

- Estuve visitando clubes nudistas.- Admite Wednesday sin pena ni gloria, cosa que hace enojar a Enid un poquito más así que comienza a doblar la ropa mas rápido.- Pero hay una razón detrás de ello ¿Puede dejar eso un momento? – Le pide después de perder los nervios al ser ignorada cuando trata de hablar sobre un tema que considera importante para ambas. Enid se sorprende por el pequeño arrebato de Wednesday ya que ella no suele ser impulsiva en absoluto, tal vez si sea algo importante después de todo decide la rubia dejando su tarea de mala gana para sentarse en la cama frente a Wednesday, que se mantiene de pie recargada contra su escritorio.

- Tenemos un hijo. En una visión, quiero decir.- La quijada de Enid podría haber caído al suelo si no estuviera pegada a su cráneo, los ojos se abren con sorpresa y los millones de preguntas ni pueden siquiera formularse antes de que Wednesday expliquen sus palabras.- Hace un par de meses nos vi con un pequeño bebé, era hermoso, al parecer lo adoptamos o adoptaremos. Estuve buscando a quien es su madre biológica en esos clubes nudistas, nada más, quise creer que fue para averiguar el porqué tomará esa decisión, pero creo que solo intento saber cuando sucederá.- El tono seguro que Wednesday suele usar no está por ningún lado, ella parece insegura mientras habla, como si le avergonzara admitir que estuvo siguiendo a quien sabe es la mujer que les dará a su bebé y los recién descubiertos motivos detrás de sus actos.

- ¿Por qué no me lo dijiste? – Exhala Enid sin poder procesar todavía toda la información que recibió de golpe.

- Solo el setenta porciento de mis visiones se cumplen, no quiero que tomes decisiones basadas en ellas para que se hagan realidad, quería dejar que al menos una de nosotras pudiera elegir se una forma más libre.- Enid frunce el ceño cuando escucha eso.

- ¿Tus elecciones se basan en las visiones que tienes? – Este no es el rumbo que Wednesday esperaba para la conversación sobre una posible familia, pero es lo que Enid quiere saber, así que decide ser sincera.

- No, no tendría sentido.- Enid asiente pensativa.- Tu no fuiste una elección, mi corazón fue tuyo desde el día que lo sentí latir en tu nombre ¿Lo sabes, no? – A Wednesday no le cuesta tanto leer los pensamientos en la cabeza de su novia y por la forma en que sus ojos vagan por todos lados seguramente está pensando en aquel baile donde compartieron una visión, la noche que inició todo.

- Te amo.- Concluye Enid después de unos tortuosos minutos en silencio, porque es verdad y porque ella le cree a Wednesday. Si su novia le estuviera mintiendo sobre sus motivos para ir a esos clubes se delataría sola porque Wednesday no puede mentirle aunque no intente.- Un día tendremos una familia hermosa.- La rubia se levanta para ir hasta donde su novia está y con delicadeza la toma por el mentón para inclinar su rostro y depositar un beso en los labios pintados de negro.

- El tío Fester se cayó en la ponchera.- Avisa Enid antes de rodear los hombros descubiertos de Wednesday con sus brazos y la ojinegra no se atreve a quejarse por el escozor que produce la tela de las mangas que tiene el vestido de Enid solo porque luce radiante.

- Es una lástima que me lo perdiera, pero ya he hecho las maletas y podemos irnos, señora Addams.- Una sonrisa real se extiende en el rostro de Wednesday al pronunciar el nuevo apellido que Enid eligió llevar ahora que son esposas.

- Dejemos esta fiesta, señora Addams.- Responde la rubia sobre los labios de Wednesday.

La respiración de ambas es errática cuando se separan de aquel pequeño beso y Wednesday nota que Enid tiene la mirada algo perdida por lo que intuye que han compartido la visión, eso había ocurrido desde que eran adolescentes. No hay una ciencia exacta para los psíquicos ya que los dones de todos se manifiestan de formas diferentes y eso es frustrante para Wednesday, ella desearía saber si puede o no tener momentos como este con su pareja en momentos aleatorios para evitarlos.

- Me gusta como suena, Enid Addams, es algo que ya había pensado.- La rubia se esconde en el cuello de su novia mientras habla y Wednesday no puede hacer nada más que abrazarla contra su cuerpo.- Saber que tenemos un futuro juntas no me asusta Wednsdy, me gusta saber que hay algo esperando por nosotras, no me ocultes cosas si son importantes por favor.- No es como que Enid pueda pedirle algo a la pelinegra esperando que no sea cumplido, es como si la joven Addams hubiera nacido para complacerla de todas formas.

- Hecho.- Acepta la más baja.

La música se escucha en la planta baja y las dos saben que su presencia será requerida en algún momento de la noche, pero solo hay una cosa en la mente de la pareja en ese momento. Los labios de Enid dejan pequeños besos en el hombro cubierto de Wednesday al principio que luego suben por el cuello de la pelinegra hasta llegar a su boca, el beso comienza lento y sin prisa, pero esa no es la naturaleza de Wednesday.

La posición en que se encuentran facilita que Enid use su fuerza sobre humana para poner a Wednesday sobre el escritorio, la rubia se cuela entre sus piernas sin separar sus labios un segundo para no interrumpir la batalla de dominio que han iniciado, las manos de Wednesday vagan por el abdomen bien definido de Enid que solo está cubierto por una camisa de seda y la saca de la cinturilla de los pantalones para poder colar sus frías manos dentro causando escalofríos en la rubia.

- Tenemos que vestirnos y bajar.- Enid logra decir entre jadeos cuando Wednesday se cansa de chupar su labio y baja los besos hasta el cuello y clavícula de la licántropo.- Wednsdy.- Ese pequeño jadeo es todo lo que la pelinegra necesita para saber que su novia en realidad no tiene interés en bajar a la fiesta.

Los botones en la camisa de Enid son un desafío para las manos entusiastas de Wednesday haciendo que pare con todas las atenciones para concentrarse en quitarlos uno por uno y eso provoca que Enid se ponga algo impactante por la falta de tacto, tan impaciente que tira ella misma  de la camisa rompiendo los hilos que prenden los botones de una forma ágil y un poco salvaje, justo como a Wednesday le gusta.

- Vamos, tengo mucho tiempo que recuperar y te haré saber lo mucho que te amo.- Le dice Wednesday alejándose solo un momento para bajar del escritorio con un salto y comienza a empujar a Enid hasta la cama antes de volver a atacar sus labios con besos hambrientos, la prenda destrozada queda olvidada en el suelo cuando Enid la desliza por sus hombros.

- Wednsdy.- La rubia suelta un gemido bajo al sentir la pierna de su novia posicionarse en un lugar estratégico justo cuando llegan a la cama, pero eso no dura mucho ya que la hace subir en la cama adoselada y entonces Wednesday intenta deshacerse de su propia ropa con poco éxito, Enid suelta una pequeña risa al ver la prisa de su novia antes de tomar la prenda superior y tirar de la tela para romperla como hizo con la suya hace uno instantes.

Las manos frías por naturaleza exploran con experiencia y tocan los lugares más sensibles de su amante, en poco tiempo Enid se ve reducida a un manojo de jadeos y palabras sin sentido con solo recibir besos habidos y masajes en los lugares correctos. Pero no sólo Enid disfruta de la experiencia que se obtiene con la práctica, en un lapso de cordura ella logra tomar el control y se encarga de hacer que Wednesday supliqué por el toque delicado que puede hacerla ir más allá de la locura.

Las cicatrices que Enid tiene fueron un tema que les tardó algo de tiempo para poder tocar, literalmente, porque la rubia siempre tuvo cierta inseguridad provocada por ellas, pero a Wednesday simplemente le encantan, la pelinegra podría pasar días besando cada una de ellas si su amada se lo permite y se lo deja saber cada vez que están a su disposición.

- Wednsdy, por favor.- Enid esta al borde de abismo con solo las caricias y los besos que su novia está dejando por todo su cuerpo, la mirada de devoción que Wednesday tiene mientras besa cada lunar existente en su cuerpo hace poco por apagar esa llama, si ella no hace algo ahora mismo se va a derrumbar. Con una sonrisa desvergonzada de parte de Wednesday por tener a su novia en ese estado tan puro y vulnerable, justo como ella se siente siempre en estas circunstancias, usa su fuerza junto con algo de técnica para hacer que Enid se de vuelta haciendo que la rubia quede boca abajo en la cama.

Enid mentira si dijera que no le gusta esa fase dominante de su novia.- Cara mia.- Susurra Wednesday con dulzura en su oído antes de hacer un recorrido con la yema de su dedo desde la base del cuello de Enid, pasando por toda su columna, hasta llegar al lugar donde tanto la necesita.- Dime si quieres que pare.- Dice Wednesday dejando un último beso en el hombro de Enid antes de rodear la cadera de la rubia con su otro brazo para levantar más su parte baja en busca de un mejor acceso y una posición más cómoda para su pareja. La noche fue sin duda larga para la pareja, una noche larga y necesaria para su relación.

Morticia tuvo otra visión esa noche, una que tenía que ver con una fiesta, vestidos y hacer oficial la integración de Enid a su familia justo después de intentar subir las escaleras para ir a buscar a su hija cuando la fiesta comenzaba, eso seguro significaba algo y Morticia fue lo suficientemente inteligente como para no querer subir a averiguar si ellas se estaban reconciliado.








-------------------------------------------------
Tengo 2 historias para actualizar y en lugar de eso me puse a hacer esta segunda parte... valorenlo ♡

Wenclair One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora