«Capitulo Nueve»

364 18 1
                                    

“¿Hice algo para lastimarte?”

“¿Hice algo para lastimarte?”

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[Narra Isabella Salvatore]

Estaba recostada en mi cama con un trapo frío en mi frente mientras Bonnie, la amiga de Elena leía uno de sus grimonios. Damon me miraba preocupado al igual que Stefan.

Elena no había aparecido en ningún momento de la mañana. Elijah vino junto con Rebekah, pero se retiraron a investigar algo con Elena.

-Es que, sigo sin entender.- mencionó la morena cerrando el gran libro frustrada. Todos la miramos para que continuará hablando. -No hay nada. Según todo lo que he leído, los vampiros no se pueden enfermar. Solo hay dos opciones.- dice y mi gemelo le lanza una mirada penetrante, está demasiado preocupado. -La primera es que nos está jugando una broma, o está bajo alguna maldición.-

-Yo no juego…- un ataque de tos me ataca y me interrumpe al hablar. -Yo no juego bromas.- digo débilmente.

El sonido del teléfono de mi hermano pelinegro nos distrajo a todos. Él contestó y se tensó al escuchar lo que le informaban. Agudicé mi oído para escuchar su conversación y sinceramente me preocupé.

-Elijah y Rebekah tienen a Elena.- dijo mi gemelo al cortar la llamada. -Dicen que tenemos que encontrar una manera para desconectar las vidas de todos los Mikaelson.- dice pasando sus manos por su cabello azabache frustrado.

-Si, me tengo que ir.- dice la bruja con los libros en brazos y sale del lugar rápidamente.

-Dejenme les ayudo.- dije levantándome para luego caminar a mi armario, pero caí al medio del camino.

-¿Bromeas?- dice Damon cargándome en brazos para llevarme a mi cama de nuevo. -No te puedes ni mantener parada. No te vamos a arriesgar a pelear contra esa bruja.- dijo negando.

Suspiré y mis hermanos se fueron. No se que estén planeando, pero no es bueno. Pero no puedo hacer nada, estoy peor que todos los demás, ni siquiera me puedo mover.
Todo el cuerpo me arde. Siento cada vena encendida en fuego, mi corazón está acelerado. Mi mirada está ligeramente borrosa, siento que mi cabeza gira, estoy realmente mareada. Siento un zumbido en mis oídos. ¿Qué demonios me sucede?

Pasaron las horas y yo decidí dormir. Mi cuerpo se sentía pesado y cansado.

Después de unas horas, sentí que alguien se sentó a mi lado en mi cama. Abrí mis ojos lentamente, las pestañas estaban más pesadas que nunca.

-¿Cómo te sientes?- preguntó aquella rubia.

-Mal.- suspiré. -Hace tiempo no sentía esto.- dije mirando el techo.

-¿Sabes que fue lo que te sucedió?- dijo acariciando mi brazo lentamente.

-No. Nadie sabe decirme con exactitud que es lo que me está pasando.- respondí seguida de un suspiro.

The Beauty & Two BeastsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora