“¿Es el fin? Nah, solo de la primera temporada de mi vida”
[Narra Isabella Salvatore]
Los días pasaron. Muchas cosas sucedieron… Esther convirtió al señor Saltzman en vampiro para así poder eliminar a los Mikaelson. Damon intentó ayudar, pero, la que terminó “salvando” la vida de los Originales fue Elena, al dar su vida ahogada. ¿Tuve la oportunidad de salvarla? Si. ¿Lo hice? No.
Estaba caminando por el Puente Wickery. Hablaba por teléfono con Rebekah, me estaba contando todo lo que estaba sucediendo con el asunto de Niklaus “dormido”.
En eso, una camioneta se acercó a gran velocidad hacia mi, estuve segura que moriría en ese instante y para siempre. Pero, Rebekah llegó conmigo y se puso al frente de mi, la camioneta giró bruscamente cayendo del puente. En ese momento, pude ver a Elena en el asiento del copiloto. Caminé quitándome la chaqueta para sumergirme al agua, pero, recordé la promesa que le hice a mi gemelo. No, no la salvaré. No después de todo lo que hizo.
Me alejé caminando hacia Rebekah, quién, me abrazó tiernamente y me llevó de regreso a la pensión, dónde, me dejó en mi habitación y conversamos un rato. ¿Me sentó culpable? Si.
¿Me siento feliz porque revivió? No.
Hace semanas hubiese dicho que nunca le desearía el mal a nadie, pero, a ella… a ella la odio, por ella existe la posibilidad de que yo pueda morir de nuevo, que yo pueda enfermar, que no pueda sanar rápidamente. Ella me quitó mi vida. Ella me mató por segunda vez.
-¿Bella?- escuché una voz detrás de mi mientras caminaba por el centro de la ciudad. Volteé a ver y me topé con Stefan, le sonreí y él me abrazó. -No lo tienes que hacer, sabes que te puedes quedar aquí. Nosotros te podemos…-
-¿Proteger?- terminé su comentario sin separarme de su abrazo y él asintió. -La batalla está perdida, hermano. No se puede hacer nada, será mejor que me aleje como Esther lo dijo antes de que les haga algo a ti o a Damon, de verdad.- acaricié su mejilla al ver qué rodaba una lágrima por esta. -Creéme, volveré. Solo, necesito que me prometas algo.- él asintió. -Mantén a los Mikaelson alejados de mi. No les digas dónde estoy. Simplemente… no les respondas.- él asintió. Volteé a ver detrás de él y ahí estaba mi gemelo.
Se acercó a mi y me abrazó.
-¿Es necesario?- susurró a mi oído.
-Totalmente.- respondí. -Volveré, créeme.- sonreí alejándome de sus brazos y suspiré. -De verdad, estaré aquí cuando menos lo piensen.-
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The Beauty & Two Beasts
Fanfiction-Eres una belleza -dijo el rubio. -Y tú, una bestia -replicó la pelinegra. -Así me amas -contestó con orgullo. -Si tú lo dices -murmuró ella, comenzando a caminar hacia el gran charco. -¿Miento? -preguntó, alzando una ceja, pero la joven no respondi...