IV. Bruno

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4. Capítulo

Al abrir la puerta me encuentro con el chico de antes. ¿Qué hace él aquí? ¿Habrá tocado la alarma? ¿Entonces por qué estoy yo también aquí? No entiendo nada.

— J*der, otra vez tu. — digo con un tono de pocos amigos.

— ¿No estás feliz de verme?

— Precisamente no, no lo estoy. ¿Qué haces tú aquí?

— Pues me han culpado de activar la alarma de incendios.

A mi también, por que estamos los dos aquí?

— Que mona estás cuando estás callada. — me dice con un tono que no puedo descifrar.

— Estás siendo amable conmigo?

— Solo estoy siendo sincero, nada más. No te vayas a creer que me gustas o algo eh.— dice entre risas.

¿De qué se está riendo? Ni que yo estuviera mal.

— Una pregunta, si tu estás aquí por haber activado la alarma, ¿por qué estoy yo aquí también?

— No se, quizás piensen que lo hemos hecho juntos.

— ¿Y por qué pensarían eso? ¿Qué has hecho ehh, cuál es tu nombre?

— Yo no he hecho nada, y mi nombre ya lo descubrirás.

Me cabrea tanto esa última frase, que no le hago caso y me siento en la punta opuesta de él. Cojo mis apuntes de Física y Química y empiezo a estudiar.

El chico se acerca a mi mesa, pero yo no le hecho cuenta. Antes de que me pudiera dar cuenta, no tenía mis apuntes en la mano. Él me lo había quitado.

— Devuélvemelos ahora mismo. — Le digo en un tono serio y enfadado.

— Quitamelos.

— No pienso levantarme de mi sitio.

— Como se nota que eres la malcriada de la familia.

— Perdona, ¿qué has dicho?

— Me has escuchado perfectamente Kiara. — Odio el tono arrogante con el que me lo ha dicho.

— No me vuelvas a llamar malcriada, no sabes nada de mí, ni de mí familia.

— Sé lo suficiente, acaso no sabes que tu hermano está en mi clase?

— Si, lo se. De hecho es lo único que sé de ti.

— Ya, también sé que tu hermano estaba saliendo con Mía, y que a Gas le gusta Sofía.

Eso me dejó sin palabras. ¿Enserio Gas estaba enamorado de mi mejor amiga Sofía? Sofía va a gritar de alegría cuando le cuente esto más tarde. Sofía está enamorada de él desde que empezó secundaria. Lo conoció una vez en mi casa, ya que como él es el mejor amigo de Hugo, y Sofía mi mejor amiga, pues se vieron por primera vez en mi casa.

— ¿Te ha comido la lengua el gato princesita?

¿Qué? ¿He escuchado bien?

— Eh, no. No me vuelvas a llamar así.

— ¿Por qué no? Sé que te ha gustado tu nuevo apodo.

— Me han dado ganas de potar.

— Si, seguro. Toma anda.

Se acerca a mi asiento y me devuelve los apuntes. ¿Acaba de ser amable conmigo?

— ¿No me vas a dar las gracias Kiara? — al decir mi nombre, lo hace con énfasis.

— Claro, perdón. Gracias-

— Bruno.

— Eh?

— Me llamo Bruno. — Dice con un tono suave.

— Ah sí, gracias Bruno.

Acto seguido sale por la puerta y desaparece.

Recojo mis cosas y también me voy, al abrir la puerta me encuentro con Sof.

— Hola guapaa. — Le digo contenta.

— Holaa, que has hecho con ese de 1 de bachiller?

Es verdad, está en primero de bachiller.

— Pues que también tenía detención, como yo.

— No ha pasado nada entre vosotros dos, ¿no?

— ¡Soof! Que asco por dios.

— ¿Quee? Es mi deber preguntar.

— Ya bueno, tengo muy buenas noticias para ti.

— ¿Me has conseguido una cita esta noche con Jake Sully?

— Eh, no podría porque no existe en la realidad, pero bueno.

— Ojalá existiera.

— Lo que tu digas, vámonos a casa y ahí te lo cuento todo.

Sofía y yo somos vecinas desde los 6 años y casi siempre pasamos el día en una casa o en otra. Así que le intento dar pistas sobre lo que me dijo Bruno hasta que llegamos a casa.


Nota de la autora: Holaaa, espero que os haya gustado el cuarto capítulo. Ahora ya sabéis el nombre de Bruno. ¿Hay un nuevo shipeo? Hay varios creo yo eh. Bueno, mañana o más tarde subiré la quinta parteee

Chaoo

Tiramissouu

La historia de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora