Por siempre「casthaniel」

Capítulo 22

Se escuchaban gritos retumbando entre la paredes del coliseo llenos de luces iluminando el escenario. 

Las mujeres animaban de manera eufórica al publico, quienes esperaban que los participantes subieran al ring. 

Nathaniel estaba sentado esperando que su nombre sea dicho, sus manos estaban entrelazadas apoyando su mentón, con sus ojos cerrados y rezando al universo que todo vaya bien. 

Sus cabellos rubios se mojaban por el sudor frío que emanaba de su cuerpo debido a sus nervios, y las imágenes de su pasado inundaban su cabeza... y las ganas de llorar poco a poco se estaban volviendo más incontenibles. 

—Y el el participante que va a enfrentar a Romain es— espero unos pocos segundos mientras leía el papel que había escogido—¡Nathaniel Jacott!

Escuchó su nombre, Dake le sonrió y lo abrazó antes de salir susurrándole un corto "Tu puedes" antes de que el lindo rubio se iba acercado al ringo con sus puños levantados, mostrando una sonrisa al publico quienes vociferaban su nombre.

Inconscientemente sus ojos ámbar recorrieron a las personas, y esos pequeños cabellos dorados resaltaban en el publico, la voz fina de Ámber que gritaba "Nath" y sus ojitos verdes que se podía notar que estaba llorando mientras empapaba sus mejillas rosas. 

Esos ojos llenos de esperanza, llenos de amor de su hermana le impulsaron no había tenido tantas ganas de ganar.

Pero su corazón se encogió, cuando buscó a  Castiel entre el publico, sin poder encontrarlo. 

Tenia mucho en sus hombros en ese momento para pensar en eso. Así que dio un gran bocado de aire y subió.

Dos personas se encargaron de equiparlo, y en la parte de abajo escuchaba a Dake darle indicaciones y ánimos, sintió una gran adrenalina paseandole por el cuerpo cuando aquellos guantes rojos cubrieron sus lastimadas manos. 

Dio inicio con la mirada feroz de su contrincante, esos ojos negros  se impregnaban en los suyos se tonaba la tensión y las ganas que tenia de ganar igual que él.

Empezaron los golpes, Nathaniel dando el primero cogiendo por sorpresa a Romain que ha duras penas se pudo cubrir.

Los minutos pasaban y todas las apuestas iban a por Nathaniel, sus golpes eran seguros y seguidos sin dar paso a que el de ojos negros lo contrataque.

Sonó la campana dando por final el primer round, no estaba cansado, ansiedad seria la palabra que mejor lo describiría en ese momento.

Y así pasó, entre mucho sudor, cada golpe se sentía todo el peso de los pecados de los demás, él expiando culpas que no cometió. Cual Jesús siendo colgado en la cruz por los errores de la humanidad, pagandolos con cada golpe que recibía, la incógnita era si su esfuerzo valdría la pena y que fuera a resucitar al tercer día quedando como el salvador de todos.

Y en este caso no solo quería salvar a los demás, sino a él mismo. 

Lo nombraron al ultimo combate, el que decidiría su futuro para siempre aquella batalla donde la deuda sería pagada. Y que al final sería feliz junto a su familia, sus amigos, y el amor de su vida. 

Sus miradas conectaron debajo de los cascos que protegían sus cabezas, sentía su cuerpo arder queriendo liberar esa llama, y coronarse como el ganador. 

La campana sonó dando por inicio al ultimo combate, el principio del fin. Sentía como su cuerpo se movía evitando el golpe del hombre queriendo contraatacar apenas tuviera oportunidad, los segundos y minutos se sentían una eternidad miraba el fin de la temporada en sus ojos.