Capítulo 14

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La voz de Rosalya hizo que detuviera su dedo que estaba a punto de tocar el timbre del departamento de Nathaniel. Se giró y la encontró acompañada de Lysandro cargado con varias bolsas de plástico.

—¿Qué haces aquí?—preguntó y enseguida alzó la vista a la puerta que estaba a su espalda—¿Sigues tras el Transa del sector?—se burló haciendo que el cuerpo de Castiel hierva de rabia en un solo momento.

—No le hagas Cass, solo bromea—la voz tan tranquilizadora de Lysandro hizo que se calmara un poco. Seguía sin conocer del porque se alejaron de él, del porqué lo hacían.

—En fin—Rosa giró los ojos restándole importancia a lo que acaba de decir—¿Quieres venir? Acabamos de comprar algunas cosas para cocinar, Leigh sacó una nueva colección y queríamos celebrarlo.

—Estaba ocupado y-

—Ven, que esto no se hace todos los días—la chica agarró su brazo sosteniendo en su rostro una gran sonrisa, mientras lo jalaba con ella. Miró como se alejaba cada vez más de él, de nuevo.

Suspiró mirando a Lysandro—Bien, pero solo un momento.

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Llegaron al pequeño cuarto de Dake. Apenas el rubio abrió la puerta un olor muy fuerte a alcohol llegó a las fosas nasales de Ámber.

Encendió la luz, y por increíble que pareciera estaba ordenado y limpio sin contar claro, con aquel olor.

Se acercó a su habitación, y abriendo la puerta se encontró con un cuarto muy pequeño; solo tenía en una esquina unas cuantas tablas de surf, en sus paredes fotos con su hermanito y su tío Boris, y en el centro una cama individual.

La sentó con mucho cuidado evitando que su pie lastimado toque el suelo.

—Es bonito—susurró la rubia con una pequeña sonrisa.

—Sí, aunque es pequeño me gusta.

—Dake, de verdad necesitamos hablar.

El bronceado se pasó los dedos por su sedosa cabellera rubia suspirando y mirando a Ámber—Lo sé, déjame primero vendarte ese pie.

Salió de ahí después de un rato con una pomada y una venda.

—No tengo muchas cosas para curar, tienes que ir a un hospital después de esto...

—Sí papá —sonrió. Dakota se arrodilló en el suelo tomando con delicadeza el pie desnudo de Ámber, haciendo que la rubia emitiera un fino quejido de dolor.

—¿Duele mucho?

Ámber asintió cerrando los ojos y tomando su labio inferior con sus dientes para que no emitir ningún sonido de lo que estaba sintiendo.

Los dedos de Dake que estaban empapados por la crema se movían con suavidad sobre la piel de Ámber evitando hacer algún movimiento brusco. El tobillo estaba hinchado tanto que parecía que fueran dos veces más de su tamaño normal y de un color morado con verde.

—Esto está realmente mal Ámber, vámonos al hospital—Dake se paró apresurado pero Ámber lo sostuvo de la muñeca para que no se moviera.

Sus ojos verdes estaban aguados e hinchados, el maquillaje de sus ojos se había removido, ya sea por las lágrimas o el sudor.

—Dake, por favor —su voz entrecortada y rota, se escuchó baja—¿Qué pasa con mi hermano?—y tras esa pregunta no lo resistió más y estalló en llanto.

Dake se acercó a ella, se sentó justo a su lado y la abrazó. Ámber hundió toda su cara en la curvatura del cuello de él, sus manos temblorosas envolvieron por completo el cuerpo del chico. Y lloró como la vez que había descubierto los golpes en la espalda de su hermano.

Por siempre「casthaniel」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora