Capitulo 11

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Marco estaba haciendo su tarea, su papá le ayudaba un poco, ya que la matemática no se le daba bien.

¿A si?— Newgate asintió tomando un poco de su café.

Marco... —Newgate sabía que tenía que ser persuasivo, y no soltarle la información de golpe.

¿Uhm?—Marco había cambiado con el tiempo. Estaba más grande y pesaba mucho más, eso le alegraba a Newgate, eso significaba que lo estaba haciendo bien.

¿Te gustaría tener un hermano?— Marco lo pensó un momento ¿un hermano? ¿A si como Shanks? Pero Shanks y Izou eran sus amigos, no compartían a su papá.
Pero, su hermano ¿y si le quitaba la atención de su papá? ¿Y si lo prefería a él en vez de a marco?

Newgate se preocupó un poco por el puchero que hizo el niño.
Marco inhalo y miro a su papá.

No quiero.. papá está bien conmigo— Newgate sonrió

Claro que estoy bien contigo marco, ¿pero no quisieras un hermano menor? Nuestra familia será más grande— Dijo Newgate pasando su mano por los cabellos del chico

Ya es grande papá, esta Shanks, Izou, Ben, marco y papá— Newgate termino la conversación asintiendo y dándole un beso en la mejilla a Marco.







Newgate se enteró de un niño hijo de un criminal buscado, no se había enterado de mucho del padre. Lo que le interesó fue el niño, tenía una mirada, que no era la de un niño, se veía enojado y estaba arisco con el personal del orfanato.

Señor Newgate que gusto verlo ¿y marco?— La mujer que lo había atendido con anterioridad sonrió al ver al hombre conocido.

Ah, esta en la escuela ¿es el?— pregunto Newgate. La mujer asintió con tristeza en la mirada.
El niño tenía heridas en el cuerpo, no quería comer y mordía, golpeaba a quien se le acercaba.

¿Como se llama?— Pregunto Newgate, ese niño se veía de la edad que tenía marco cuando llegó por él al orfanato

Ace, tiene un apellido pero, no le gusta ser llamado a si— Newgate asintió. Para el solo era un niño que necesitaba amor.

Ace... mira.. él es el señor Newgate, viene a charlar contigo— Ace miro al gran hombre, retrocedió un poco, era demasiado grande ¿y si le hacía algo? No podría hacer nada, era demasiado grande.

La mujer los dejó solos. Newgate veía al Niño como un gato arisco que en cualquier momento sacaría las garras.

Hola Ace, que gusto conocerte solo vengo a hablar ¿si? No te haré nada— Esas palabras no tranquilizaron al Niño en lo absoluto, Newgate lo miro tenía pecas y estaba algo delgado.

¿Que quieres? No tengo nada para ti— Según la mujer Ace llevaba una semana aquí, apenas y comía y golpeaba a todo adulto que se le acercaba.
Newgate no se sorprendió de la manera de hablar del Niño.

Claro que no, de echo Ace me gustaría que nos conociéramos más — El Niño frunció el seño en sus seis cortos años le habían dicho eso.

¡¿Y por qué?! Ya tengo padre y esta muerto— Dijo Ace con enojo en su voz.
Newgate suspiró, a Ace le faltaba llorar por la muerte de sus padres.

Ace pensaba que si lloraba sería débil, él no lloraba él no era débil.

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