Deja de hacerlo.. por favor— Su madre, su bella madre le rogaba al imbécil de su padre que dejara de salir, y de llegar cubierto de sangre.Lo siento, era necesario— Su madre suspiró y como siempre limpio la sangre de la sala y de el cuerpo de su marido.
Quita eso de la mesa, Ace puede tomarlas— Armas. Ace había visto muchas en su vida, su padre usaba muchas, pero también usaba sus puños, Ace sabía por que su madre curaba los nudillos de su padre de vez en cuando.
Su madre estaba enferma, Ace lo sabía, cada vez tardaba más en levantarse en la mañana, y tosía sangre.
¡Mamá! ¡¿Estas bien?! ¿Donde te duele?— Su mamá se agarraba de la mesa mientras tosía. Ace sintió como lágrimas salían de sus ojos.
¡Papá! ¡Algo le pasa a mamá!— Su padre recién llegaba de inmediato se acercó a su esposa ayudándola.
Ace solo se quedó viendo con desesperación.Su madre falleció casi dos dias después. Ace sabía que como era un idiota jamás entendería que era el cancer, pero si entendía que eso había matado a su madre.
Aunque también culpaba a su padre.Es tu culpa— Dijo Ace a su padre. Quien en vez de decir algo solo se puso a llorar frente a la caja que llevaba al amor de su vida.
Ace no lloro, no sería como el.
Ace miró a su padre. Llegaba a latas horas de la noche. Lleno de sangre o de cualquier mierda de la calle.
Era grande, y fuerte. Y un completo imbécil a los ojos de su hijo.
Cuando su madre murió su padre lloró durante casi meses en la sala. Tomando y bebiendo, Ace solo recuerda como su pobre madre se preocupaba por este imbécil, por que llegara sano y salvo. Ace no lloro, no quería ser tan cobarde como su padre.
No hay comida— Muchas veces desde que su madre murió, no había comida en casa, y Ace llegaba a desmayarse del hambre.
¿Ah si? Lo siento hijo, hoy traeré comida— Dijo su padre sin mirarlo. Hizo enojar un poco a Ace pero no dijo nada y se fue. Si trajo comida, a Ace no le importaba su procedencia solo que fuese comida.
Ace odiaba ver a su padre llorando, lo detestaba. Le repugnaba tanto ver a ese hombre llorar, llegar cubierto de sangre, que tomara hasta desmayarse.
¿Ace? ¿Donde estas?— A veces lo buscaba. Ace sabía que no le haría nada pero se escondía, o a veces no.
¿Que? No me toques, muerete— Dijo golpeando la mano de su padre. Su padre estaba lo suficientemente borracho para largarse de ahí a llorar.
Hasta que se le cumplió, su padre llevaba días sin regresar a casa, salió diciendo que iría por comida y siendo ignorado por Ace. La policía llegó y le dijo sin pujos que su padre había sido asesinado.
Ace no lloro, por que si lloraba significaba que sería tan imbécil y cobarde al igual que su padre.