capítulo 4

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—¿En dónde estamos?

—Lejos, nos queda camino para llegar a donde vamos— Ethan abre la puerta del auto, y sin decir más se baja.

Si él quisiera que yo también me bajara del auto supongo que me haría una seña o algo así para que lo siga. De todas formas no sé lo que quiere, no conozco su forma de hacer las cosas.

No conozco su forma de hacerme entender las cosas.

Con sólo una mirada no puedo entender qué es lo que quiere hacer, él no es Lexa. Pero es con quién me dejó ella, así que, tal vez deba molestarme en conocerlo mejor.

De sentada en el asiento del copiloto me limito a seguirlo con la mirada, Ethan camina hasta el baúl del auto y lo abre para sacar unos bolsos, luego de eso lo cierra y vuelve a sentarse en el asiento del conductor. Aunque ya no podamos ir a algún lado.

—Ethan— dije para llamar su atención antes de que comenzara a revisar las cosas dentro de sus bolsos.

—Megan— cierra la puerta del auto y con la llave pone la alarma para asegurarnos dentro.

—¿Qué pasa?— pregunta al levantar la mirada, sus ojos se centran en los míos al observarme, se habrá dado cuenta que yo en ningún momento dejé de verlo.

—¿A dónde vamos?

—A una granja.

—¿Una granja?, ¿Y sabes bien dónde está?— Ethan asiente, agarra un bolso que está sobre sus piernas, y lo apoya en el piso del auto.

—Mi hermano mayor pasó mucho tiempo hablándome de una granja,— sus ojos se centran de nuevo en los míos— según él aún hay algunos animales. Me dió indicaciones de como llegar para que escapemos juntos.

—¿Y por qué no viene con nosotros?— pregunto luego de unos segundos.

—Por Gareth, el líder del grupo en el que estaba. Él nos aceptó a mi hermano y a mí, pero nosotros nunca supimos adaptarnos a las reglas de ese lugar. Sabíamos que para escapar debíamos hacerlo bien, sin dejar huellas para que nos sigan y mucho menos para que nos encuentren.— hizo una pausa al hablar, como si dudara en poder decirlo o no, pero continuó— Pero a pesar de eso Gareth se enteró de lo que planeamos.

—¿Y qué pasó cuando Gareth se enteró?

—Mi hermano admitió que iba a escaparse, pero se culpó solo a él.— baja lentamente la cabeza, centrando su mirada en el suelo del auto— Gareth me pidió que yo... Quería que yo asesine a mi hermano— continúa con la voz entrecortada, en sus ojos se forman algunas lágrimas pero él sólo las ignora.

—Lo siento mucho— dije sosteniendo su mano, Ethan me dió una sonrisa leve y aprieta de mi mano— Nada de lo que haya pasado es tu culpa.

—No lo sé... Si hubiera aprendido el camino más rápido, tal vez ahora estemos yendo con él.

—¿Y por qué me llevas a mí?

—Le prometí a Lexa que te cuidaría, y esta granja es un lugar seguro donde podremos quedarnos durante un largo tiempo juntos.

—Bueno pero, ¿Por qué me llevas en serio?

—¿Qué?— pregunta confundido.

—Si, me pudiste haber abandonado y seguir tu camino sólo...

—No haría eso— me interrumpe— le dí mi palabra a Lexa.

—Si pero, la palabra de un chico nunca fue muy fiel que digamos.

Ethan se ríe de lo que dije, al instante suelta mi mano para abrir uno de los bolsos, saca dos botellas con agua y una bolsa casi llena de cereales.

—No tenemos mucha comida, creí que llegaríamos más rápido pero fraccionando espero que alcance.

—Seguro que estaremos bien— hablo sonriendo al recibir la comida.

Si bien todavía no lo conozco del todo, algo en mi ahora me dejaba conocerlo. Aunque cada segundo preguntas nuevas aparecen en mi mente, de a poco voy a ir recolectando mis respuestas.

—Megan— llama Ethan para tener mi atención mientras tomo agua de mi botella.

—Ethan— respondo, intentando imitar su grave tono de voz.

—Vamos a comer y dormir acá, pero por si algo pasa y tenemos que salir del auto, quiero que tengas este bolso— estira su brazo para poner el bolso en el suelo, frente a mí asiento, casi sobre mis pies.

—¿Si algo pasa, de todas formas seguiremos juntos?

—Por supuesto que sí. Nada va a pasarnos, sólo es una precaución.

—Entiendo— asiento y le doy la bolsa con los cereales para que él también coma.

Ambos nos quedamos en silencio, pero no es de esos silencios incómodos en los que no sabes que hacer para salir de ahí. Es un silencio raro en el que te podrías quedar durante mucho tiempo, sin ponerte nerviosa.

Estoy encerrada junto a un desconocido, sólo porque Lexa me dejó con él, y no sé si para ella también era un desconocido.

No tengo miedo, no me da miedo sino tranquilidad.

No soy consciente del tiempo que pasamos ambos en silencio, sólo observándonos, supongo que ya habrán pasado un par de horas.

Aquellas preguntas que no dejaban de dar vueltas en mi mente comienzan a quedarse quietas, el nerviosismo que sentía al principio se calmó. De nuevo vuelvo a sentir que alguien cuida de mi. Creo que Ethan realmente podría protegerme de cualquier cosa en este enfermo mundo.

Y tan sólo con verlo a los ojos, puedo asegurar que lo creo de verdad.

Aunque podría sonar como algo que siento para no sentirme sola, ni vacía por dentro, pero sé que no es así. Tal vez debería preocuparme de muchas cosas, pero Ethan no será una de mis preocupaciones.

—Hora de dormir Megan, mañana será un largo día.

—¿Cómo se bajaba esta cosa?— pregunto al tocar el respaldo del asiento, él se ríe de mi pregunta y se inclina para girar una rueda ubicada a un lado de mi asiento.

Mi asiento se inclinó y el de él también, ambos nos acostamos de costado y sin querer nuestras miradas no dejaban de conectar. Contemple un momento más el color de sus ojos, miré hacia otro lado para que no se llegue a incomodar.

—Buenas noches, pequeña— susurra con una voz suave, estira un poco su mano para que sobresalga del asiento.

Te quiero mucho, pequeña.— las palabras de Lexa volvieron a mí mente un instante más.

—Buenas noches Ethan— me acomode sobre mi asiento y estiré mi mano para sostener la mano de Ethan. Él me sostuvo con fuerza y al sentirlo cierro los ojos para quedarme dormida.

Tal vez estar sola con él no sería tan malo.

Megan [TWD], (the 100)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora