capítulo 13

1.1K 149 3
                                    

Negro.

Todo lo que veo es negro. 

Siento como si estuviera caminando más de dos horas, con mis piernas cansadas sigo el ritmo en el que los hombres me llevan. 

—A partir de mañana tendrás una gran vida Megan. 

—¿Cómo sabes mi nombre?

¿Cómo es posible que supiera mi nombre si en ningún momento me presenté, ni me obligaron a presentarme?

—¿Es que mi cara no te suena familiar? Ah cierto, no estás viendo nada —una risa a carcajadas se oyó de fondo, como si hubiera dicho la cosa más graciosa del mundo. 

—Ustedes no querían problemas pero secuestraron a 3 de los nuestros, no querían pelear pero no se quedaron para ser nuestro saco de boxeo, nunca duraron en devolver el golpe.

—¿Uno de nosotros te hizo eso?— preguntó una voz diferente. 

Choqué contra la persona que caminaba delante de mí guiándome. Unos brazos me sostuvieron por detrás, al parecer hemos llegado a destino.

—Será mejor que respondas cuando te hablamos, —otra mano presiona mi brazo por debajo de la herida de bala. —¿Quién te hizo eso?

—Uno de ustedes, no sé quién.

—Es suficiente conversación. Entren y amarrenla.

Apretaron mi brazo con fuerza y me empujaron hacia la izquierda, casi caigo al bajar un escalón que no sabía que hay. Otra risa se escuchó de fondo, pero está parece diferente a la anterior. ¿Cuántos hombres hay observándome?

Si todos están vigilándome, puede ser que hayan dejado solo a Rick. Puede ser que ahora mismo Rick esté buscándome.

O no, no puede ser. Pero me gustaría que eso pasara.

Dejo de caminar cuando alguien me presiona con fuerza del brazo, jalandome hacia atrás.

—Las manos al frente. —puse mis manos al frente de mi pecho, él las unió para atarlas a una soga en la altura de mis muñecas.

—Extiende las manos hacia delante, cuando sientas que chocas con la pared detente. Siéntate en el suelo. 

Asiento sin saber muy bien qué decir, o de qué forma hablarle a estos hombres.

Mis manos están atadas, extendidas por delante de mi cuerpo. Mis pasos son lentos, me detengo al sentir la frialdad de la pared. Apoyo mi espalda contra ésta y me dejo caer lentamente.

Siento el sonido de unos pasos acercándose hacia mi. Es demasiado ruidoso, seguramente está confiado en cada paso que da. 

Después de todo me ve en el suelo, indefensa. Pero tengo a Lexa en mi cabeza, y Lexa jamás me descuidara.

Desvendan mis ojos, de frente tengo a un señor rubio y pelilargo. La mitad de su rostro está quemado, pienso en Rick y en las cosas que le deben de estar haciendo. 

Otro hombre que no había visto antes también se inclina enfrente mío, pero no le doy importancia. Sigo observando la quemadura del rubio, hasta que un rápido movimiento captó toda mi atención de nuevo.

El otro hombre colocó una navaja frente a mí cara.

—Tómese un momento, mire cuánto filo tiene. —la deslizó cerca de mi cuello, trazando una línea imaginaria sobre mi piel. —Si intenta algo, la mataré con esto.

Alejó la navaja, con mi cuerpo tembloroso asentí. Él se puso de pie y observó a los hombres que me trajeron.

—Ya pueden desatarla, que se levante cuando pueda. Que descanse hasta que regrese Negan.

—No pretendemos ofenderte bonita, —habla el rubio antes de ponerse de pie— pero a partir de mañana obtendrás todo lo que quieras, es por eso que hoy no te daremos nada.

—No tendrás agua ni comida, disfruta de tu estadía.

Todos los hombres salen por la puerta y la cierran desde afuera. Quedé a oscuras. De nuevo, todo lo que veo es en color negro.

La soga que tiene mis manos atadas pasa por debajo de la puerta. No me ataron dentro de la habitación, alguien debe estar detrás de la puerta vigilando que no tire de la soga, vigilando que no me desate.

—Muéstrate indefensa, en el suelo, desarmada y débil. Nadie estaría alerta, —Lexa apoya su espalda contra la pared y deja que su cuerpo caiga, junta las manos como si estuvieran atadas y disimuladamente saca de su bota una navaja. —pero si estarás alerta. Busca tu momento para atacar y salir de donde sea que estés.

—Sé la fuerza que hay dentro de tí pequeña, sólo tiene verla y saber controlarla.

Cierro los ojos y suspiro, controlo la respiración y me concentro en mi interior, como si de esa forma pudiera enfocar la fuerza que tengo. 

Sostengo el largo de la soga con mis manos, mis muñecas están apretadas y duele. La suelto unos segundos después. Debo ser inteligente para salir. 

No recibiré comida ni agua, la puerta se abre mañana y para cuando eso suceda debo tener fuerza. 

Me recuesto en el frío y sucio suelo. Con la mirada en la puerta, esperando que de pronto esta se abriera y entrara Ethan para rescatarme, pero eso solo ocurriría si supiera dónde estoy. 

Rick ya intentó protegerme cuando estábamos en la tienda, espero que lo intente nuevamente. Seríamos un gran equipo. 

Cierro los ojos para dormir, para ver algo más que la oscuridad de este lugar, para sentir algo más que la humedad. Y en mi mente aparece Ethan, un Ethan preocupado y desesperado porque no estoy a su lado.

Megan [TWD], (the 100)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora