CAPITULO 8

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Narra la NARRADORA

Una mañana con bello sol alumbrando las casas se alzaba en Esgaroth, y los enanos nuevamente se despertaban para partir a la Montaña Solitaria. Se vistieron con ropas que se les fue entregado por el gobernador.

Indis amaneció un tando pálida, y no pasó desapercibida su constante cara de dolor cuando su mano tocaba su abdomen. Desde la noche anterior había empeorado el dolor, pero aún estaba vendado.

Toda la ciudad estaba aplaudiendo por la compañía, los enanos y el mediano se estaban metiendo en el bote, pero Thorin detuvo a su sobrino.

-Tu no irás. -le puso la mano en su pecho. -debemos ir rápido, tu nos retrasarías.

-No sé de qué hablas, si voy a ir. -le dijo con una sonrisa incrédula pensando que estaba bromeando.

-Hoy no. -le respondió Thorin pasándole cosas a los demás.

-Voy a estar ahí cuando se habrá esa puerta, cuando entremos a los salones de nuestros padres Thorin. -el líder enano con una mano apoyada en el hombro del contrario se lo negó.

-Kili, quédate -le dijo con tranquilidad. -descanza, alcanzanos cuando ya estés sanado.

-Me quedaré con el muchacho. Mi deber es estar con los heridos. -aclaro Oin llendo junto a Kili.

-Yo también me quedo. -le siguió Indis imitando a Thorin. -No quiero atrasarlos.

La muchacha le dirigió una mirada fría a Thorin y se encaminó junto a Oin y Kili. El hermano del mencionado le pidió a su tío que no le negase aquello, pero cuando el otro se negó y le reclamó que algún día lo entendería, decidió quedarse junto a su hermano, pero fue detenido por el rey bajo la montaña.

-Fili, no seas imprudente. -le miro Thorin intentando que no lo hiciese. -Le perteneces a la compañía.

-Yo le pertenezco a mi hermano. -dijo el rubio, tras alejarse a ir junto a su hermano.

La música comenzó a entonarse y el gobernador les dio buena suerte a la compañía, de la nada aparecía Bofur intentando llegar hacia la barca. Pero los enanos ya estaban lejos, se alivió al ver al grupo que se había quedado. La herida de Kili empeoraba y no podía mantener el equilibrio.

Fili tomó a su hermano por el lado izquierdo e Indis por el derecho, cuando todo el mundo volvía a sus labores; intentaron pedirle ayuda al gobernador pero este les negó la entrada y se alejó como si saco le diese por su mueca.

-Vallamos con Bardo. -dijo Indis a lo que hicieron caso.

Llegaron a la casa del mencionado y tocaron su puerta, el mismo hombre del lado les atendió y los miro con enojo.

-No, ya tuve suficiente.

El hombre apuntó de cerrar la puerta fue detenido por Bofur, quien con una expresión de preocupación le dijo que Kili estaba herido y el hombre tuvo compasión.

Los enanos entraron y dejaron al herido en una cama, pero Indis cayó al suelo y su herida comenzó a sangrar.

-¿Y a ti, que fue lo que te pasó? -le pregunto Fili arrodillandose.

-Cuando escapamos de los elfos y orcos, uno de ellos logro llegar a herirme. -le contesto la mujer con la mano en su herida.

-¿Y porque no nos dijiste nada? -le cuestionó Kili.

-Tu estabas herido por una flecha envenenada, a mi solo fue una espada.

-Eso fue muy insensato de tu parte jovencita. -le reclamó Oin, ayudándola a sentarse en una silla.

❃𝑼𝒏𝒂 𝑬𝒍𝒇𝒂 𝑬𝒏𝒂𝒏𝒂 𝑬𝒏 𝑬𝒍 𝑳𝒊𝒏𝒂𝒋𝒆 𝑫𝒆 𝑫𝒖𝒓𝒊𝒏 ❃(El Hobbit)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora