❃𝑼𝒏𝒂 𝑬𝒍𝒇𝒂 𝑬𝒏𝒂𝒏𝒂 𝑬𝒏 𝑬𝒍 𝑳𝒊𝒏𝒂𝒋𝒆 𝑫𝒆 𝑫𝒖𝒓𝒊𝒏 ❃(El Hobbit)

CAPÍTULO 13

(...)

Azog, el Profanador, decidió acabar de una vez con Thorin para luego encargarse de las muchachas, en un empujón las alejó pero no lo sufieciente y tampoco contó con que había sido engañado, ni siquiera había sido el único.

En el enfrentamiento del enano contra el orco, el rey estaba aprisionado, ambos se esforzaban por ganar en fuerza, el enemigo logró llegar al pecho de Escudo de Roble, sin embargo, no consiguió herirlo de muerte ya que en ese instante dos brazos comenzaron a ahorcarlo de manera brutal, Eurielle había conseguido impulsarse con ayuda de la rubia para evitar una tragedia.

En un giro, la azabache perdió el equilibrio, saltó hasta quedar al lado de Indis y una sorpresa más. Fili con su espada y Kili con su arco en mano, la sorpresa fue tan inmensa para el rey enano que por poco llora del alivio y alegría.

Aquellos cuatro guerreros con sus diferentes tipos de armas o si quiera de pensar, reunieron toda su tenple y se juraron que derrotarian al bastardo que mató a su bisabuelo, desapareció durante décadas a su abuelo y por poco mata a su padre en el caso de las chicas y tío por parte de los muchachos.

En un instante Fili corrió hasta quedar detrás del pálido orco cortándolo en segundos haciendo que la sangre brote sin parar, su descuido le permitió a que Kili disparase a sus piernas dejándolo sin escapatoria, Eurielle nuevamente impulsada por su hermana y un digno salto cortó la otra mano del Profanador haciendolo gritar del dolor, Indis con unas palabras susurradas hizo que de su cuerpo comenzase a expulsar sangre y por último para matarlo con una de las dagas de la azabache se la clavaron en el cuello y sin dejarle ni un segundo Fili decapitó su cabeza, terminando de una vez por todas, acabando con Azog el Profanador.

El cuerpo del ahora fallecido orco se hundió en las profundidades del lago congelado. Todos estos vieron a Thorin herido, Fili no perdió más tiempo y se dirigió corriendo en busca de Dwalin o sus compañeros, Kili había encontrado a Bilbo y con unas sacudidas había conseguido despertarlo.

Eurielle hacia lo posible para que su padre no cerrase los ojos, mientras que Indis con su bastón conjuraba unas palabras que sin razón alguna para la azabache las conocía y la herida del enano dejaba de sangrar.

Milagrosamente la ayuda fue lo más rápido que pudo, en una camilla pusieron al rey enano y corriendo se lo llevaron a la montaña, Eurielle con sus primos y el pequeño hobbit se dirigieron preocupados por Thorin.

Excepto la rubia que tras haberse asegurado de que el enano se salvaría, se sentó arriba del hielo, mirando a la montaña sin decir absolutamente nada, su mente se mantenía en blanco y todo oscureció.

Lo último que siento fueron dos brazos y unos cabellos en su cara, por unos segundos vio un rostro que parecía resplandecer y cayó en un sueño.

(...)

La suerte y el destino le sonrieron a Thorin Escudo de Roble, quien tras días de reposo y constante vigilancia, más la esperanza de los enanos, este consiguió salir adelante y su herida sólo faltaba cicatrizar.

Las cosas con el mediano se arreglaron, el rey comprendió que lo que el hobbit había hecho, era una causa justa, entendió porque las palabras de Balin eran tratando de impedir que fuese como su abuelo y el señor enano fue perdonado. Este rey había comprendido una lección, además, a pesar de que las cosas entre Thranduil no se solucionarían de la noche para la mañana, harían poco a poco tenerse respeto al menos. Al igual que con Bardo y su gente, con quienes cumplió su promesa y se volvieron aliados, 169 años después de que Girion había sido señor de la ciudad, ahora lo era Bardo, Cazador de Dragones.