Como había comentado anteriormente, no logre conciliar el sueño mucho a la noche. Me había escalado los techos, que a pesar de su vejez muchos conseguían mantenerse en pie, para salir de la ciudad, cuando por fin tomé un caballo con paso rápido me decidí por ir a la montaña.
Por lo menos debía asegurarme de que la compañía seguía completamente en vida. Tome dos flechas y comence a escalar la improvisada puerta de los enanos, espere hasta el cambio de hora de Bofur, ya que siempre habían hecho así y me adentre.
Camine por lo pasillos que casualmente conocía, vi en una mesa a los enanos hablando, no a todos claro esta, algunos ya estaban dormidos. Pero entre los despiertos, los sobrinos del ahora rey bajo la montaña y su dichosa hija, junto a Dwalin, Balin y ahora Bofur estaban sentados charlando, se los veía tristes así que toque la pared como había hecho Thorin cuando había llegado a la casa del mediano y estos se pusieron alerta.
-Lamento llegar tarde, me perdí dos veces en el camino. -dije con los brazos abiertos y la sorpresa de estos se presentó con tan solo escucharme. -Si se quedan así me tendré que ir.
Mi última palabra dicha cuando Kili salto a abrazarme entre risas, los demás le siguieron y nuevamente reíamos sin parar, la alegría nos invadía y no podía dejar de saludarlos y abrazarlos.
-Tardaste demasiado, ¿ocurrió algo? -me pregunto Bofur.
-Habian muchos heridos por lo que ayudar, no podía quedarme sin hacer nada. -evite la conversaciones y advertencias del mago, tenia una sensación de que ellos conocerían la razón pronto.
Al parecer nuestras risas retumbaron tanto por la montaña que el rey bajo la montaña nos escucho, en el umbral de la puerta Thorin estaba con una expresión de ira.
-¿Por qué están riendo tanto? ¿Qué es lo divertido?
Lo que Bilbo me había comentado era cierto, todo era verdad, la expresión del enano había cambiado, se vestía con grandes ropas que a mi parecer no favorecían en nada y al parecer no se había dado cuenta de mi presencia, los enanos lo miraban con una vista neutra sin sonreír o estar enojados.
-¡¿Me van a responder?!
-Veo que no te diste cuenta de mi ausencia Thorin . . .
Mis palabras parecieron hacerlo volver un poco como era antes lo cual me pareció extraño y no tardó en abrir sus brazos y abrazarme, pero sus cálidos abrazos ahora eran duros por sus ropas y fríos sin razón alguna.
El enano tras eso solo me dio una sonrisa y se fue, un escalofrío me recorrió la espalda sin dejar de pensar en su cambio.
Me quedé charlando con los enanos y riendo, me contaban sobre lo insistente que era Thorin con respecto a la Piedra del Arca, haciéndome recordar lo que esa misma noche unas horas atrás había pasado.
Cuando me quisieron dar una habitación, intenté negarme pero no me lo permitieron. Debía volver a la ciudad, así que cuando me dejaron sola, esperé unos minutos y cuando me sentí lista. Salí a los pasillos, evitando a todos lo más que podía, pero uno de esos pasillos me dirigió hacia el oro de la montaña y Thorin se encontraba allí.
Al ver todo aquel oro en monedas, lingotes y demás, un sentimiento de rechazo se me presentó. Asique decidí irme de una vez, sentía el aire pesado y cuando me di la vuelta, Thorin estaba allí mirándome.
-Te pareces tanto a tu madre . . . -susurro acariciando mi mechón opaco.
-¿De que hablas? -pregunte con una inmensa confucion, sabia que no estaba bien pero no imaginé que diría ese tipo de cosas.
-¿Alguna vez te preguntaste porque decidí llevarte conmigo si apenas nos conocimos? -Una pregunta muy real, me lo había cuestionado tantas veces que había perdido la cuenta. -Porque eres mi hija realmente . . .
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❃𝑼𝒏𝒂 𝑬𝒍𝒇𝒂 𝑬𝒏𝒂𝒏𝒂 𝑬𝒏 𝑬𝒍 𝑳𝒊𝒏𝒂𝒋𝒆 𝑫𝒆 𝑫𝒖𝒓𝒊𝒏 ❃(El Hobbit)
SonstigesMi nombre es Indis, tengo 16 años y no tengo ningún recuerdo antes de mis 7 años. He vívido unos años en Rivendell, aprendiendo acerca de los elfos y su lengua. Decidí que ayudaría a la Tierra Media y a sus razas, en especial a los enanos y los elfo...