Una agradable vida

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Ella le da un beso en la mejilla y se dirige a la cocina. Lucas observa sus movimientos con detenimiento.

El muchacho le deja el desayuno en la mesa y se despide de ella. Darcie se sienta a comer y alza su mirada para cruzarla con la de Lucas.

-Disculpa, yo no puedo verte -comenta.

-¿Y me oyes?

Ella frunce el ceño.

-Puedo oír tu voz, pero no entiendo lo que dices. Lo siento.

Lucas busca un papel y un lapicero, se sienta junto a ella y comienza a escribir.

-¿Sueñas conmigo a menudo? -escribe y le pasa la página.

Ella le muestra una tímida sonrisa.

-Todas las noches, los últimos seis años -confiesa avergonzada.

Él ríe.

-¿Sabes la razón de que siga aquí?

-Ya te dije, estás aquí por Din-Din. Todavía no la has salvado.

-¿Cómo la puedo salvar?

Ella se encoje de hombros.

-Lucas, me encantaría ayudarte pero se me está haciendo tarde, tengo clases, estoy en último año de psicología.

Darcie se levanta y lleva su plato al fregadero.

-Dime dónde puedo encontrarla, por favor -le pide a través del papel siguiéndola por el departamento.

Ella suspira.

-¿Quieres a Din-Din?

Lucas parpadea varias veces, sin llegar a entender la pregunta.

-Contesta, ¿quieres a mi hermana?

Él no hace nada. Ella le sonríe.

-Ve a nuestro viejo departamento; si no la encuentras, vuelve.

Él asiente con su cabeza y deja el papel en una mesa cercana.

-Y, Lucas...-susurra antes de que él se vaya-, si no vuelves, daré por hecho que se fueron juntos. Suerte.

Lucas sale del departamento y se ve obligado a caminar por las calles de Corllin. Él puede ver, además, muchas personas de piel pálida o que levitan algunos centímetros sobre el suelo.

-Te recomiendo elevarte y evitar atravesar a los humanos -comenta una niña antes de elevarse unos centímetros del suelo y mostrarle una sonrisa-. Ya has muerto, nada malo te pasará ahora. Pero los vivos son en extremo delicados.

Y se va.

Él parpadea sorprendido y agita su cabeza, después sigue caminando.

El viejo departamento se encuentra alejado, muy alejado, y sigue clausurado. Él pasa y lo revisa todo con detalle, hasta que llega al departamento y lo encuentra vacío.

Lucas suspira y sale del edificio, dispuesto a volver al departamento de Darcie. Decide dar un corto paseo antes, para intentar tranquilizarse.

Entonces la ve.

En un parque a varias cuadras del edificio, hay una chica de cabello gris sentada en una banca.

-¿Lilah?

Al oír ésa voz, ella alza su cabeza y lo observa con sus ojos llorosos.

-¡Lucas! -exclama antes de levantarse y lanzarse a sus brazos.

-Tranquila -le dice él con una media sonrisa al tiempo que la cubre con sus brazos-. Ya llegué, estoy aquí y no te dejaré sola.

3:33amDonde viven las historias. Descúbrelo ahora