XXIII QUIERAS O NO.

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XXIII

Y no importará
cuántas veces cargamos,
Mientras volvamos a caer en ello.








Estaba en problemas, en serios problemas, graves problemas. Lo sabía perfectamente ¿Cómo pudo haber olvidado una cosa así? Eso era por no contener su lengua, se había dejado llevar por el juego junto con Lauren, que en cuando la vio tan liviana y sin excusas para dejarse guiar, como ella le había dicho una vez, no supo contenerse. 

Se suponía que iba a llevar meramente una relación de amantes, pero ella misma complicó todo cuando dijo que eso era algo común para las personas que tenían aquella clase de tratos. 

Lo enredó todo cuando comenzaron las cenas sin razón, las visitas sin invitación a su hogar y para rematar, una salida en la que había compartido una canción, y por si eso no fuera poco, la había envuelto de tal manera que la había besado sin importarle la mirada de los demás.

Sabía que estaba tanteando terreno peligroso, todavía le costaba creer cómo es que una mujer como Lauren hubiera permitido que hiciera eso con ella, pero eso era cierto. 

Para disconformidad de ella y victoria para sí misma, lo era. Y ahora, después de tanto luchar, tanto insistir finalmente logró tenerla, tanto como durante tanto tiempo secretamente había deseado.

Lauren era exactamente lo que daba a enseñar a la vista, se mostraba fría, si, pero Camila dudaba que aquella imagen sea la correcta. Por momentos era completamente indescifrable, jamás mostraba sus emociones con expresiones faciales, más que disgusto o enojo y en casos mayores, hasta asco. 

Pero con todo lo demás, ella no podía leer más allá al respecto. Tenía un temperamento completamente explosivo, por eso es que siempre era cuidadosa con las cosas que mencionaba para no estar continuamente en la lucha sin fin que sabía que serían.

Pero Camila se negaba a creer que aquello era cierto, Lauren era una máscara, una mentira. Ahora ella sabía por la misma boca de su hermana que no había pasado por una vida tranquila, y ella lo creía por completo, lo había comprobado con sus propios ojos durante toda la universidad. 

Era comprensible que hubiera desarrollado esa clase de personalidad y carácter, pero la verdadera intriga era ¿Por qué se comportaba reacia a compartir algo más con ella? Está bien, eran solamente amantes, no tenía ninguna otra obligación con ella aparte de eso. 

Pero ¿Por qué le molestaba? Camila tampoco era la clase de persona que se quedaba a dormir en brazos de alguien después de haber saciado su pasión, pero ¿Por qué con Lauren le molestaba eso? ¿Por qué no quería compartir el lecho con ella? Después de que le permitía tomar su cuerpo, de la forma que ella quería y como quería, y sin recibir queja alguna ¿Por qué se negaba a quedarse? ¿Cuál sería la diferencia?.

Sacudió la cabeza intentando sacarse ese capricho de la mente, quizás era mejor así, a lo mejor si no le tomaba demasiada importancia con el tiempo se le pasaría.

Camila se levantó y miró a través del gran ventanal pensando en todo. Era obvio que ahora tendría que enmendar el gran error que había cometido, de lo poco que conocía a Lauren ella podría afirmar que posiblemente estuviera furiosa con ella y no era para menos.

Aunque la pelirroja se mostraba claramente siempre disgustada cada vez que ella le salía con alguna invitación sorpresa, siempre la esperaba lista, y Camila no dudaba que anoche no hubiera sido la excepción.

Quizás aún no era de su agrado, pero Lauren siempre había sido responsable con los compromisos que siempre tenían. 

No sospechaba que la hubiera esperado mirando a cada segundo su reloj y comprobando que estaba tardando, seguramente maldiciendo y deseándole de todo, menos cosas bonitas. Si que estaba en aprietos. 

Enemigas Y Algo Más - Camren AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora