Enemigas Y Algo Más - Camren Adaptación

LXVIII ÁNGELES POR SIEMPRE.

 LXVIII

ÁNGELES POR SIEMPRE.

Camila torció su sonrisa al recordar aquellos sucesos. Cuanto quisiera dar para olvidarlo de una vez, pero tenía tiempo de estar recordándolos, en especial hoy, que la fecha volvía a repetirse. 

Agito su cabeza en un intento de quitar esos pensamientos, tenía que superarlo de una buena vez. Por más que le costará.

El murmullo detrás de ella volvió a escucharse, lo que significaba que nuevamente había vuelto a tierra abandonando sus recuerdos. El toque de una mano en su hombro termino por quitarla de aquel sitio.

-Camila, estamos esperándote- susurró Alejandro sonriéndole- supongo que pensabas en aquello ¿cierto?.

-No puedo evitarlo, papá - negó - saber que por su culpa…- dijo apretando sus puños.

-Tranquila, hija tranquila- dijo abrazándola- él obtuvo lo que se merecía. Tú no tenías la culpa de nada, recuérdalo.

-Es tan fácil decirlo- murmuró.

-Solo date un tiempo, veras que todo quedara atrás. Donde debe estar- comentó.

-Ya quisiera- contestó.

Alejandro la abrazo por su costado y juntos caminaron hacia el gran salón. Donde todos estuvieron hablando, hasta que el silencio reinó en cuanto observaron a la morena. Sinuhé rápidamente se levantó de su asiento para correr hasta ella y abrazarla.

-Camila, pensábamos que también te habías marchado- dijo acariciando su rostro.

-Solo se tomó un tiempo para pensar- contestó Alejandro por ella.

-Oh cielo ¿de nuevo recordándolo? Sabes que eso no es bueno para ti, ya debes dejarlo atrás- aconsejo Sinuhé.

-Eso mismo le he dicho yo- comentó Alejandro.

-Ya lo sé mamá, solo quería rememorar todo una última vez. Hoy mi vida ya no será la misma de antes.

-¿A qué te refieres con eso?-preguntó Sinuhé confundida- Camila, hija, contéstame.

-Ya lo verán, todos lo verán- murmuró alejándose. Tanto Sinuhé como Alejandro se miraron confundidos.

Camila caminó hasta la mesa donde se encontraba Verónica con un bebé de unos cuantos meses en brazos, y un sonriente Shawn intentaba darle de comer. 

El pequeño simplemente disfrutaba de negarse a la comida, era tan como su padre y tenía la sonrisa y los ojos de su madre.

-Camila- pronunció Verónica sonriéndole- quizás contigo no se haga demasiado del rogar, sabes que te adora.

-Lo sé, por eso es que estoy aquí. Ya extrañaba a este pequeño- dijo tomándolo de los brazos de Verónica- cielos Shawn, es tu pequeña versión en miniatura-dijo riendo junto a su sobrino.

-Lo sé- respondió su padre orgulloso- aunque tiene el carácter Jauregui- intentó bromear. Ganándose un golpe por parte de Verónica en su brazo.

-No lo dudo- murmuró Camila observando el rostro del pequeño- ¿y dónde está la pequeña Sophie?.

-No debe haberse ido muy lejos, estaba aquí hace un momento- respondió Verónica.

-Ya regresara, miren, allí viene- dijo Shawn señalando. Camila volteo con el bebé en brazos y vio a la pequeña pelirroja correr hacia ella.

-¡Tía Camila!-gritó antes de abrazarse a su cintura.