XLI PARÍS.

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XLI



Toma el sueño que hay aquí,
y empieza a creer en mi.
... Y no te vayas jamás.







De tantas respuestas esperadas aquella ni siquiera entraba en la posibilidad de lo que hacía allí. 

Camila se lo había dicho tan naturalmente que no cabía duda de que estaba hablando en serio. 

Se soltó del agarre de su brazo y comenzó a mirar a su alrededor, estaba adecuadamente para la ocasión, pero ¿Por qué de repente sentía ganas de irse de ahí? ¿Qué significaba que Camila la había llevado ahí? ¡Conocería a sus padres! Aquella morena le había dado la sorpresa de su vida, volvió su vista a los ojos marrones que la miraba divertida, y no sabía si enojarse o seguir con aquello aparentando que estaba tranquila.

-¿Cómo que la casa de tus padres? ¿Su aniversario?-preguntó rápidamente- ¿Y por qué no me dijiste de esto, Camila?-le recrimino.

-Tranquila-dijo riendo- ni que fueran a ejecutarte aquí Lauren, ¿tanto te tomó de sorpresa todo esto?.

-¿Tú qué crees?-preguntó enojada- lo mínimo que podrías haber hecho Camila es haberme avisado, no tengo una bola de cristal para adivinar cada locura que se te ocurre.

-¿Te molesta estar aquí en este caso?-quiso saber- ¿O hay algún problema?.

-El problema es que no me habías avisado que íbamos a venir aquí-repitió- esto es increíble-murmuró mirando a su alrededor.

-¿Hubieras venido si te decía que vendríamos aquí?-mirándola.

-No lo sé, ¿sí?-respondió sinceramente- pero al menos hubiera estado preparada… mentalmente, eso es-respondió tomando una copa del mesero que pasaba.

-¿Quieres ir a otro lugar?-preguntó Camila observando cómo bebía su copa. Aunque realmente esperaba que dijera que no.

-Quisiera tomar un poco de aire al menos-respondió.

-Está bien, podemos irnos afuera un rato. De todas maneras nadie todavía nos ha visto.

-Sí, aprovechemos que nadie…

-¡Camila!.

Demasiado tarde.

Lauren se quedó quieta en su lugar, sintió la mano de Camila abandonar su espalda, dando el claro indicio de que la morena si había girado para observar a la persona que la había llamado.

-¡Mamá!-respondió sonriendo-

Aquello no estaba sucediendo.

-Que gusto verte cielo-dijo Sinuhé abrazándola- con tu padre pensábamos que ibas a llegar más tarde.

-No pensaba hacer eso-respondió observando fugazmente a Lauren, quien estaba girando para ver a su madre de frente. 

La pelirroja sintió la evaluación de aquella mujer de pies a cabeza, alcanzó a ver una leve sonrisa torcida y una inclinación de aprobación. 

Podía jurar que estaba leyendo su mente en ese momento, sabiendo perfectamente que estaba interpretando aquella mujer.

-¡Hija!-dijo un hombre aproximándose a Camila para abrazarla. Tenía exactamente sus mismos ojos

Aquello si estaba pasando.

-Papá-dijo correspondiendo a su abrazo.

-Que gusto verte -besando su frente- pensé que ibas a tardar más en llegar.

-Ya ves que puedo con todo-respondió sonriendo.

-Eso lo sé-respondió Alejandro divertido. 

El hombre se giró notando a su esposa muy callada, decidió dirigir la mirada en la misma dirección y levantó sus cejas cuando encontró a aquella pelirroja prácticamente con la mitad de su cuerpo detrás del de su hija. Camila rápidamente noto aquel silencio incómodo y decidió actuar.

Enemigas Y Algo Más - Camren AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora