LXIV UN TRISTE PASADO.

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LXIV



En la tierra de Dioses y monstruos...
yo era un ángel.






Lauren observó los autos a través del gran ventanal frente a ella, se abrazó a sí misma y suspiro, liberando hasta el último momento de duda en ella. 

Sabía que la persona que clavaba su mirada en su espalda esperaba la tan ansiada respuesta, y entonces decidió terminar con su guerra mental. 

Cerró sus ojos y se transportó a aquel momento que había guardado muy profundo en su memoria y que tanto dolor traía con él. Pero era momento de liberarlo de una vez. Y entonces comenzó.


*INICIO DE FLASHBACK*


Lo había logrado. Estaba leyendo con sus propios ojos aquella esperada noticia y aun le costaba creer. Al fin todo su esfuerzo estaba dando sus frutos, alzó la revista en alto y volvió a leer una vez más. 

Por fin, todos habían comenzado a tomarla en serio, y ahora, tenía en sus manos todo un artículo acerca de ella y su pequeña revista que parecía ir por buen camino.

Lauren recogió sus cosas temblando de entusiasmo, quizás no estaba aún en una posición de abandonar su puesto, pero aquello valía mucho más que la pena. Debería contárselo a todo el mundo, aquello era digno de una celebración. 

Seguramente su madre iba a estar orgullosa de ella, Clara siempre la había escuchado cuando contaba que ella algún día sería exitosa y al parecer estaba lográndolo. Solo quisiera tenerla ahí con ella para que compartiera su felicidad.

Lauren caminó las calles sonriéndole a todo aquel que se cruzara en su camino, el departamento no estaba demasiado lejos, así que no había problema. Caminaría la ciudad de punta a punta, aquello estaba muy lejos de preocuparle ahora. 

Seguramente Luis aún no había llegado, pero iba a sorprenderlo cuando llegara y le diera la noticia. Estaba tan entusiasmada, que ya no podía esperar un segundo más, necesitaba gritar a los cuatro vientos aquello.

Una vez que estaba frente a la puerta, escuché risas dentro. Lauren sintió una rara sensación de extrañeza, pero mientras ingresaba quiso convencerse de que quizás Luis había llegado antes que ella por alguna razón. 

Cerró la puerta detrás de ella y avanzó con pasos sigilosos siguiendo las risas. Si Lauren hubiera querido sorprenderlo, la sorprendida habría sido ella y mucho.

-¡Luis!-gritó con todas sus fuerzas. El hombre dio un salto y se apartó sentándose sobre el sofá, dejando al descubierto a una sorprendida mujer que rápidamente lo imitó. Lauren la reconoció al instante - ¡Se supone que eres mi amiga, Keana! ¡¿Qué carajos significa esto?!.

-Laur, yo no…-murmuró callándose.

-¡¿Tú qué?!-gritó- ¡¿No querías hacerlo?!.

-Laur, cariño, déjame explicarte- pidió Luis aproximándose.

-¡Ni siquiera te atrevas a tocarme!-dijo apartándose- ¡Asco! ¡Me das asco, Luis!.

-Laur…

-¡Y tú!-señalando a Keana- eres de lo peor, después de todo lo que he hecho por ti. Decías que eras mi amiga ¡Así no se les paga a las amigas!.

-Laur perdóname- dijo comenzado a llorar.

-Laur, necesitamos hablar-dijo Luis- deberías calmarte primero.

-¿Qué me calme?-preguntó mirándolo- Te encuentro a ti, en mi departamento con mi supuesta amiga y tú solo me dices ¡que me calme!-explotó- Son de lo peor ¡ustedes son de lo peor!-dijo agitada.

Enemigas Y Algo Más - Camren AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora