VII DOBLE JUGADA

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VII

Haber concretado una cita con Dinah esa mañana había sido nada más y nada menos que con un interés de por medio.

Había recordado cuando ella una vez le mencionó tener un conocido que era todo un genio en el arte de falsificar cualquier tipo de tarjetas, invitaciones y muchas otras cosas más.

Solamente fue suficiente el recuerdo de ese preciso momento para que su mente fuera ocupada con una idea, que cabía perfectamente con lo que quería lograr.

Y aunque fue invadida con miles de preguntas por parte de su amiga, prefirió mantener su jugada de forma clandestina.

Evadió hábilmente los detalles dejando a una Dinah aún más curiosa, pero viendo como Camila no quería soltar ni una palabra, decidió dejar el interrogatorio de lado. De todas formas, tarde o temprano se enteraría.

Solamente bastó un par de llamadas y una muy buena recompensa y todo iba a salir como lo tenía planeado.

Y qué descarado había sido aquello.

Pero no podía negar el regocijo de satisfacción que había sentido al ver reflejado en su rostro lo que exactamente había esperado encontrar. Había contenido las vibrantes ansias que recorrían por completo su cuerpo durante todo el tiempo que estuvo buscándola con la mirada.

Pensaba que tal vez no estaba actuando acorde a su edad, pero se dejó manipular por su extensa imaginación al pensar su reacción. Y sus sospechas fueron acertadas.

El discurso para presentarla ante todos los invitados le había caído de maravilla, imaginando que cara estaría poniendo en esos momentos, pero le fue inevitable que en esos escasos segundos la habían torturado pensando que tal vez no había asistido.

Pero verla mezclada entre la multitud como otra más de las personas que estaban ahí en forma de apoyo le había provocado una sensación demasiado perfecta como para poder describirla. Y cualquier clase de arrepentimientos que intentara ponerla en duda con respecto a lo que había hecho, se borró por completo.

El solo recuerdo de ella dándole la increíble bofetada que había recibido junto con todas las cosas que le había dicho hizo aparición, quitándole también cualquier clase de culpabilidad.

Porque quizás había llegado lejos con respecto a lo que acababa de hacer, sabiendo que al día siguiente el evento saldría en muchas revistas y no dudaba que su presencia hubiera sido ignorada por los camarógrafos.

Definitivamente ver su cara descompuesta en una furia reprimida apremiaba el golpe y mucho más.

Solo esperaba que su venganza no sea tan drástica como la suya, porque reconocía que estaba pidiendo tal vez algo que no le iba a ser otorgado, porque si había algo que Lauren no tenía, eso era piedad. Y ella lo sabía.

* * * * *

REVISTA DE MODAS "ÍCONO"

Lauren se dirigía hacia su oficina con su típico paso firme y sin mirar a nadie en particular. Había dormido realmente poco durante el fin de semana, su mente no la había dejado tranquila en ningún instante.

El recuerdo de su sonrisa victoriosa mientras la observaba hablar se había tatuado a fuego en su mente, el ridículo discurso que había dicho a propósito, le habían dejado claramente que fue como propósito de burla, porque no despegó sus ojos de los suyos ni por un segundo.

Y bastó la estúpida nota junto con las flores- que ya no se encontraban en su oficina- para atar los cabos sueltos.

Fue una completa ingenua haber asistido sin pedir detalle alguno de dicho evento. Cayó redonda a la trampa por su cuenta. Y una vez más dio otro paso en falso que la perjudicó irreversiblemente.

Enemigas Y Algo Más - Camren AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora