GORGEOUS, spencer hastings

06

06: Salt meets wound and Know your frenemies.

Casey llevaba tres semanas y media, sobria, podría decirse que era un gran logro pensando que no es fácil salir de las recaídas.

Y sobre todo cuando ‘A’ insistía en que recayera.

Tenía dos pequeños sobres en su mano y sabía que Hanna le había dicho que tenía que decirle si ‘A’ le volvía a dar drogas, pero Hanna tenía suficiente con el mensaje de A en su yeso.

Spencer, claramente, no era una opción, probablemente le diría a Hanna y se armaría una pelea. Así que, la rubia solo procedió a guardar ambos sobres en su bolsillo.

Los iba a botar.

Claro.

Casey tomó el plumón negro y comenzó a bajar las escaleras, las chicas ya se encontraban con Hanna.

Spencer se encontraba agachada al lado de Marin con una mano en su pierna/yeso— Estás a salvo, estás en casa y estás viva.

—Sí, y también creí que estaba a salvo en el hospital —Casey hizo una mueca antes de acercarse al lugar.

—Bueno, llego tu salvación de este mensaje —dijo con una sonrisa mostrando el plumón, antes de agacharse— ¿Te gustan los gatos negros?

—Son de mala suerte.

Casey negó en desaprobación— Eso es mentira, aparte son lindos.

Hanna sonrió en dirección a su hermana menor, viendo como sacaba el sticker que la castaña le había pegado y comenzaba a dibujar sentada en el piso.

—Dibujas —Spencer murmuro, viendo a la rubia con una sonrisa.

Hastings pensó que se veía demasiado linda cuando estaba concentrada.

Hanna miro la interacción con los ojos entrecerrados, el cómo se sonrieron mutuamente y parecía que sus ojos brillaban al verse.

La rubia sonrió, porque puede que la acababan de atropellar, pero el tener a Casey ahí, la hacía sentir segura.

Esta dirigió su mirada hacia Aria— ¿Qué hay de Noel Khan? ¿Él es ‘A’? ¿Ya hablaste con él?

—No, lo he evitado. Le he dicho que estoy ocupada —Casey dejo de lado su dibujo para girarse a ver a Montgomery— Me pongo muy mal cada vez que lo veo.

—Pues imagina si fuiste atropellada por él —las chicas se comenzaron a mirar entre sí— Casey, sigue dibujando.

—Claro, pero antes, ¿cómo puedes estar tanto rato con la pierna estirada?

Spencer soltó una pequeña carcajada, mirando a la rubia— No puede doblar la pierna, Casey.

—Si sé, pero la pregunta era si no le molestaba —respondió con el ceño fruncido— Qué pesada, Hastings.

—Tu pregunta no tenía sentido.

La rubia rodó sus ojos, antes de volver a dibujar, mientras las chicas se ponían a hablar del oso panda que le dio Lucas a Hanna.