11

993 117 50
                                    

11: It's alive.

—Él no se movía y tampoco respiraba —la más baja hablo paniqueada.

—Porque estaba muerto.

Casey bajo su mirada soltando un suspiro— Está. Está muerto —corrigió en un susurro.

—Así que si Ian no es un zombi. Alguien movió el cuerpo —Emily volvió a hablar.

Ante lo dicho, Hanna hizo una mueca de asco— Tal vez ‘A’ lo tiene oculto en su auto.

Frunció el ceño ladeando levemente su cabeza, al mismo tiempo que Emily volvía a hablar asustada— Y tal vez ya vaya hacía un molino.

—Oh mierda —murmuró.

Se alejo del grupo al comenzar a sentir un hormigueo en sus manos, tomo aire con dificultad pasándolas por sus piernas intentando calmarse lo más posible.

Ian colgando de las cuerdas no paraba de dar vueltas en su mente.

Cerro sus ojos con fuerza al sentir un dolor en su pecho hacerse presente.

—Casey, tenemos que ir a la comisaria —frunció el ceño ante eso antes de girarse hacía Aria, quién la miro confundida— ¿Estás bien?

Sonrió lo mejor que pudo asintiendo con su cabeza, para luego caminar hacía la patrulla, donde el policía le abrió la puerta, sin mirarlo se adentro al vehículo quedando justo al lado de la castaña, quien se giro a mirarla para analizarla.

Como siempre hacía.

Vio como golpeaba su rodilla ansiosa, sus ojos se encontraban levemente rojos y que estuvieran yendo a la estación de policía con ella oliendo marihuana no podía ser nada bueno.

La menor se giro a mirar por la ventana haciendo que Spencer bajará su mano hacía la de ella, la sintió tensarse ante el tacto, pero sin mirarla acepto el agarre. 

Frunció el ceño al ver como se desviaban, mientras Hanna miraba para sus lados— Creí que iríamos a la estación.

El hombre no contesto, en cambio detuvo el auto haciendo que Spence tomará más fuerte su mano— ¿Por qué nos detenemos? —pregunto asustada.

—Garret.

El hombre ignoro el llamado— Andando.

Han se giro a mirarlo con una mueca— Yo no iré a ningún lado.

—Salgan del auto —ordenó.

Todas comenzaron a bajarse, mientras la puerta a su lado seguía cerrada, Spencer ladeó su cabeza extrañada al ver a la rubia mirar el piso del auto sin querer bajar.

Cariño, será solo un momento —susurró estirando su otro brazo para abrir la puerta— Vamos.

Mordió su labio con nerviosismo haciendo caso, aún sin dirigirle la mirada la ayudo a bajarse para luego cerrar la puerta.

Se acercaron al grupo haciendo que el hombre comenzará a hablar— No es  seguro hablar en el auto.

—Tampoco aquí se siente seguro —Hanna le reclamo.

GORGEOUS, spencer hastingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora