Soy Juan, un chico rural que vive en su rancho tranquilamente.
En realidad no es muy aburrido, como muchos pensarán ya que viven del internet.Tengo muchos terrenos, donde cosecho alimento y crío ganado y es muy laborioso mantener mi gran rancho alejado del resto del pueblo.
Pensarán que soy un chico solitario, pero se equivocan, tengo a mis vacas, borregos, cerdos... ¡Y mi árbol! Sonará poco, pero es suficiente para mí.
Mi rutina es sencilla, hago todo lo que hace un chico rural, pero hay una parte que no puedo saltar por ningún motivo del mundo: Comerme un sándwich mientras aprecio mi rancho, todos los días antes de comer pero después de desayunar.
Pero un día, mientras me comía mi sandwich, ví un carro rojo a lo lejos. Sabía que venía de la ciudad ya que todos pasan por mi rancho para ir al pueblo de al lado, pues es famoso por sus sucesos históricos.
Pero mientras se acercaba, bajaba la velocidad hasta estacionarse en frente mío. Estaba a punto de darle las instrucciones para llegar, pero me interrumpió antes de que pudiera decir algo.
- Oye, vengo de Chapultepec, la ciudad más cercana. -
- Hola, supongo que quieres saber como llegar a Tepoztlán, el pueblo de al lado. ¿No? -
- En realidad no, quiero que laves mi carro. -
- ¿Perdón? -
¿Este chico realmente me está pidiendo que lave su carro? ¿Qué le pasa? Llegó, se estacionó, ni siquiera me saludó y vino pidiendo que lave su carro.
- Quiero que laves mi carro. Realmente está sucio de tanto manejar y tengo un compromiso importante en el pueblo, no puedo llegar con el carro todo marrano. -
- Ehm... Perdón pero no, no tengo productos de limpieza para carros y no pienso lavar el auto de un extraño. -
- Te pagaré, además de que tengo los productos en la cajuela. ¿Te parecen 70 dólares? -
- De verdad no voy a lavar tu...-
Antes de que pudiera decir algo volvió a interrumpirme. Parece que este hombre no tiene modales.
- ¿170 son mejor? -
- Trato. -
Hablé sin pensar, el dinero no me suele tentar, pero estaba ahorrando para un carro nuevo y ese dinero me ayudaría bastante.
Sin darme cuenta, pasé la tarde lavando su carro mientras hablábamos. Me dijo que se llamaba Iván, pero todos le decían "Spreen" y me presenté al instante. En realidad era un chico agradable.
Cuando terminé quedó asombrado y dijo que nunca había conocido a alguien que lavara carros tan bien. Cuando se fué, no podía creer lo que acababa de pasar.
Le lavé el carro a un desconocido y nos hicimos amigos aunque probablemente no lo vuelva a ver.
¿O sí?
No lo ví por un tiempo, y la verdad no me importaba mucho, hasta que unos dos meses después se repitió aquel suceso, y después de dos meses volvió, y después de otros dos meses otra vez vino, y así fue pasando el tiempo...
Me pareció algo raro. Todos pasan por mi rancho, pero nadie se detiene. Solo lo ha hecho él. ¿por qué? Nadie entra. Cuando lo hacen se van a los dos minutos, aunque lo tengo muy lindo y decorado. Solo él entró, y hasta me dijo que es lindo...
La verdad, me enamoré. pasaron algunos años y cada dos meses nos encontrábamos y platicábamos mientras lavaba aquel carro rojo tan lindo. Siempre elogiaba mi rancho.
No valoré lo suficiente el tiempo que estuve con él.
Después de tres años de estar visitando mi rancho, dejó de hacerlo, esperé seis meses, pero no volvió.
Sabía que en algún punto podía pasar, pero me dolió bastante.
¿Hice algo mal? ¿Mi rancho perdió su belleza? Estuve deprimido un tiempo, pero había juntado suficiente dinero para comprar mi carro, solo tenía que ir a Chapultepec para comprarlo.Mentiría si dijera que solo estaba felíz por mi carro, aprovecharía para buscar a Iván, no me rendiré tan fácil.
¡Iré a Chapultepec para buscarlo!
Todos pasan por mi rancho, pero no importará mucho si me voy.
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~El Chico del Carro Rojo~ || Spreen x Juan Guarnizo ||
RomantizmJuan es un chico que vive en su rancho, el cuál está muy lejos de la ciudad y mantiene una acogedora vida rural. Un día seguía su rutina, se comía un sándwich en un banco antes de comer pero después de desayunar. De repente un carro rojo llegó y se...