Hacienda Los Cascabeles
Habían pasado días desde la llegada de Valentina a su hacienda, y había decidido que era hora de hablar con Montesinos a cerca del problema que ambos tenían con la cuestión de la cerca tirada que permitía el paso de los animales de la hacienda Los Cascabeles para la laguna de la hacienda de Valentina. Iba dispuesta a llegar juntos a una solución que Le a beneficiara a los dos, y al fin se acabaran los problemas entre ellos.
Valentina esperaba paciente en la sala de la casa de Jose Miguel, hasta que apareció un hombre a la vista simpático.
-- Hola.. - Saludó curiosa sin saber quien era el tipo.
-- Hola, que gusto tener a una mujer tan bella en esta casa.. ¿A quién buscas linda? - Respondió con amabilidad Iván acercándose a Valentina.
-- Gracias... - Sonrió. -- Necesito hablar de un asunto con el señor Montesinos.
-- Claro, pero antes quisiera saber con quien tengo el gusto..
-- Soy Valentina Villalba, dueña de la hacienda vecina..
-- ¡Ahhh, pero si somos vecinos! - Celebró gustoso Iván sentándose al lado de la castaña. -- Un placer, yo soy Iván, primo de Jose Miguel..
-- Muchísimo gusto, Iván. - Ella le apretó la mano mientras sonreía, le pareció un tipo bastante tratable y cálido. Tal vez con él si se llevaría bien, pensó.
-- ¿Pero cómo es posible que mi primo te haga esperar tanto? - Se puso de pie mirando a todos lados. -- Dice que vive tan ocupado..
-- A mi no me importa esperar..
-- Bueno, pero déjame hacerte compañía al menos..
Ella asintió mientras sonreía.
Pero al mismo tiempo llegó el susodicho, mirando a su primo con fastidio y a Valentina con desdén.
-- No es necesario Iván, yo ya estoy aquí. - Dijo en un tono implacable. -- Aunque no pensé que te hicieras amigo de la señorita tan rápido.
-- Pues qué te digo primo, nos caímos muy bien.. ¿No es así Vale? - Preguntó mirándola.
Ella sonrió de vuelta.
-- Así es. - Dijo con sinceridad. -- Tu primo es muy divertido, ni se parece a ti..
Ambos rieron, pero Jose Miguel se mantuvo serio.
-- Bueno linda, yo los dejo para que hablen. - Iván se puso de pie con la intención de retirarse. -- Me voy antes se que Jose Miguel me eche dos gritos por distraer a su visita..
-- Aún estoy aquí Iván. - Dijo Montesinos con seriedad.
-- Tranquilo hermano, era bromeando. - Lo palmeó por la espalda y se fue.
Por fin Valentina había quedado sola con él.
-- La escucho. - Indicó el moreno.
-- Bueno Montesinos, vine para proponerle un trato que nos va a beneficiar mucho a los dos. - Explicó Valentina. -- Es como.. Una especie de tregua entre usted y yo.
Jose Miguel alzó una ceja denotando asombro ante la iniciativa de la mujer.
-- Dígame.
-- Mire, yo voy a dejar que sus animales pasen a mi hacienda a comer y a tomar agua.. -- Dijo entusiasmada. -- Y usted sencillamente me pasa un pago por el servicio de restaurante... ¿No le parece genial?
Él abrió los ojos mirándolo como si ella hubiese dicho una aberración, y negó con la cabeza infinitamente molesto. No podía creer el descaro de la castaña, o por lo menos lo pensaba así, esuchaba sus palabras cada una más terrible que otra, dando una solución que parecía tan fácil para ella y tan perjudicial para él.
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Soy tu dueño
RomantizmDos almas dominantes, cuando chocan, ¿Qué sucede? Un adinerado hombre abandona su exitosa vida en la capital para refugiarse en su hacienda ubicada en un pueblo que mucho tiempo visitaba, huyendo de la tragedia, los recuerdos, y el dolor. Su terribl...