𝖎𝖛

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- ¿Cómo habéis permitido que pasara esto? Quiero respuestas -hablaba el rey Viserys

- Los príncipes deberían de haber estado en sus camas. -respondió un guardia

Toda la familia estaba reunida en el salón de Marcaderiva, mientras le cosían la cara a Aemond. La reina desprendía ira desde lejos y los hijos de la princesa Rhaenyra se mantenía unidos dados de las manos.

- ¿Quién estaba de guardia? -preguntó el rey

- Al príncipe lo atacaron sus propios primos -contestaba el caballero

- ¡Jurásteis proteger al los míos!

- Lo sentimos mucho, Alteza. Pero nunca hemos defendido a unos príncipes de otros

Y mientras el rey discutía con los guardias, la reina Alicent observaba detenidamente como el maestre realizaba su trabajo.

- Sanará, ¿Verdad, maestre? -preguntaba la reina

- La carne sí, pero ha perdido el ojo

Un gran silencio se hizo en la sala y la mirada de Arwen se volvió a posar en Aemond, más concretamente en la parte que el maestre estaba cosiendo. Aemond le devolvió la mirada a su sobrina y se veía decepcionado. Arwen sabía que ya no había vuelta atrás, lo había perdido probablemente para siempre. Apartó la mirada de él y abrazó a Luke aún más fuerte.

Alicent se giró hacia su hijo mayor enfurecida.

- ¿Dónde estabas?

- ¿Yo? -respondió Aegon

Y la reina al escuchar eso golpeó a su hijo en la cara.

- ¿Esto por qué?

- Esto no ha sido nada comparado con el daño que tu hermano ha sufrido mientras tú te emborrachabas

Los Velaryon mayores bajaron las escaleras y se abrazaron a sus nietas.

La princesa Rahenyra y el príncipe Daemon entraron por la puerta.

- ¿Arwen?¿Jace? -continuó andando y se encontró a Luke con las manos en la nariz - ¡Luke!

La princesa se agachó a la altura del menor y le pidió que le mostrara la nariz.
Después de eso los abrazó.

— ¿Quién ha sido? —preguntó la princesa enfurecida

— Me han atacado —respondió el de la cara cosida

— ¡Y él a Baela! — decía la Velaryon menor

— Nos atacó primero —gritaba la mayor

— Es un embustero — respondía la menor

— Me han atacado —se defendía el rubio

— Iba a golpearnos —habló Jace

— Vhagar es nuestra. Ha robado la dragona —dijo la menor de las Velaryon

— Me ha elegido a mí —atacaba el rubio

— ¡Basta! —gritaba el rey Viserys entre tanto caos.

Los niños seguían gritando y la situación empezaba a ser agobiante.

— ¡Dejad que lo cuente mi hijo! —habló la reina

— Nos llamó... —habló Arwen pero se paró al ver a su abuelo enfadado

Arwen se giró hacia su madre y la rubia se agachó de nuevo a la altura de sus hijos.

— Nos llamó bastardos —completó la pelinegra en voz muy baja

𝐁𝐎𝐑𝐍 𝐓𝐎 𝐁𝐔𝐑𝐍; Aemond TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora