STARLIGHT

Capítulo 31: Batalla final

Es fin de semana y todavía faltan unos meses para que se acabe este año escolar. No hace mucho que Smile se fue de nuevo de gira. Y, por supuesto, la extrañan y prometieron ir a visitarla.

– ¿Acaso no se cansa ese doctor? – dice Luis fastidiado – Todavía estamos en la escuela.

– Ya sé. Ha sido difícil por todo y las tareas pero no podemos rendirnos.

– Eso es cierto – afirma Marco.

De repente, todo comienza a oscurecerse. Las miradas de todo el mundo se dirigen al cielo. Todo el reino quedó paralizado al presenciar el suceso.

Una enorme nave monstruosa estaba tapando la luz del sol. Era diferente a las demás que solo eran un montón de maquinaria. Está tenía una estructura que a la vista parecía tan lisa y lustrada y tenía forma de ovoide. Se abre una compuerta debajo y comienzan a salir pequeños robots voladores hacia la ciudad.
Las personas al contemplarlo huyen a esconderse.

Sin dudarlo se transforman. Empiezan a destruirlos a todos los robots. Luego miran hacia arriba a la nave.

– Hay que detenerlo.

– ¡Vamos!

Sin más que perder se dirigen volando, la rodean y logran llegar arriba de esta.

– Es enorme – Lightning observa la estructura – Cubre todo el reino Love.

– Equipo Powers – habla el Dr. Ku – Han venido como siempre de entrometidos.

Lanza un rayo pero ellos lo esquivan.

– Si cree que permitiremos que haga daño a este reino ni lo sueñe. Esto termina hoy.

– Eso mismo planeó.

Cuando menos lo esperaron el rayo giro y les da a los cuatro. Los cubrió por completo un campo de energía. Sienten y observan como los diamantes son arrancados y transportados al interior.

– Adiós, equipo Powers.

Desactiva la energía. Ellos caen al vacío.

No, esto no terminará así. Todos dependen de nosotros. Incluso, para que otros tengan un futuro.

No logra agarrarse del borde del ala.

– Te tengo – Marco logra detener su caída. Ambos primos las salvan – Escuchen. Las impulsaremos hacia arriba.

– Ok.

De un impulso las envían arriba. Aterrizan de pie. Cuando voltean ellos ya lograron subir.

– Gracias.

– ¿Qué haremos sin los diamantes? – cuestiona Luis.

– Tenemos que hacer algo – Marco examina su alrededor – No podemos dejar que use los diamantes para su beneficio.

– Pero no tenemos poderes – repliega Daisy – Así no somos superhéroes.

– No es cierto. Podemos hacerlo.

– Tienes razón. Hay que hacerlo. Juntos lo lograremos.

Marco abre la reja de un ducto de ventilación. Aún con sus trajes se introducen.

– Hay que tener cuidado – mira Marco por la ventilación – Hay muchos droides.

Se escabullen pero el sigilo no duro mucho ya que Luis sin querer pateo un engranaje suelto que llegó hasta los pies de uno. El droide de cara plana voltea clavando los ojos en ellos.

– Hola – saluda Luis con la mano y sonrisa tímida.

Llama a los demás indicando la posición.

Arranca una tubería con la que los golpea. Daisy encuentra piezas metálicas y engranajes que usa para lanzar logrando atinar cada tiro. Marco y Luis sin problema abren paso. Saltando y dando puñetazos de gran fuerza los destruyen.